A un año de la desaparición de Loan Danilo Peña, de 5 años, en el paraje Algarrobal de 9 de Julio, en la provincia de Corrientes, el misterio sobre su paradero y lo que realmente ocurrió persiste. Las preguntas sobre su destino y los participantes en el hecho son muchas, mientras las respuestas son escasas.
La investigación, que manejó múltiples hipótesis desde el inicio, se encamina a un doble juicio: uno contra los siete acusados principales por sustracción y ocultamiento; y otro contra 10 personas por encubrimiento y manipulación de la investigación.
Desde el 13 de junio de 2024, el paradero de Loan es un enigma, a pesar de los exhaustivos operativos de búsqueda y las diversas hipótesis manejadas por la Justicia.
Inicialmente, los presentes en el almuerzo familiar creyeron que el niño se había perdido en la zona. Sin embargo, los resultados de los rastrillajes, que involucraron decenas de recorridas por fuerzas de seguridad provinciales y federales en la “zona cero” y sus adyacencias, siempre fueron negativos.
Un dato clave es que nadie escuchó a Loan gritar, llorar o pedir auxilio. Contrariamente a lo que se presentó al principio, el paraje donde desapareció no era remoto y aislado, sino poblado, con varios vecinos en los alrededores del naranjal donde fue visto por última vez. Testigos coincidieron en que no era posible que el niño se perdiera, ni que la densa vegetación le impidiera ubicar caminos conocidos. La única pista concreta fue el hallazgo de uno de sus botines en un campo vecino, que la Justicia comprobó que fue plantado por el comisario Walter Maciel.
Tras 12 meses de investigación, los sospechosos principales son los mismos que al inicio del caso, y los investigadores lograron acreditar que los siete intervinieron en la sustracción y el ocultamiento de Loan. Ellos son:
- Antonio Benítez (38), tío de Loan y pareja de Laudelina.
- Mónica del Carmen Millapi (35), amiga de la abuela Catalina.
- Daniel “Fierrito” Ramírez (49), esposo de Mónica y amigo de Benítez.
- Carlos Pérez (63), excapitán de navío de la Armada.
- Victoria Caillava (53), exfuncionaria de 9 de Julio y esposa de Pérez.
- Walter Maciel (44), jefe de la comisaría de 9 de Julio.
- Laudelina Peña (46), tía de Loan y pareja de Benítez.
Según la reconstrucción, el 13 de junio de 2024, Benítez, Ramírez, Millapi y Laudelina apartaron a Loan bajo la excusa de ir a buscar naranjas con otros niños a un naranjal cercano. A medio camino, Laudelina habría convencido a la prima de Loan, Camila Núñez, de regresar a la casa, dejando a Loan solo con Benítez y el matrimonio Ramírez-Millapi. Una vez en el naranjal, “se produjo un suceso que terminó con la sustracción de Loan, el cual fue alejado del lugar y ocultado”.
Se sospecha que para llevárselo utilizaron la camioneta Ford Ranger blanca del matrimonio Pérez y Caillava, donde perros rastreadores encontraron olor del nene.
La hipótesis más sólida es la de la sustracción y el ocultamiento, aunque no descarta un suceso violento o un accidente en el naranjal. Sin embargo, lo confirmado es que los detenidos se “ocuparon de llevárselo y mantenerlo oculto”.
La investigación reveló múltiples acciones y declaraciones sospechosas de los implicados:
- Antonio Benítez y Laudelina Peña. Benítez, el primer detenido, fue quien llevó a los niños a buscar naranjas. Ambos tuvieron una comunicación telefónica de más de nueve minutos el día de la desaparición, dando respuestas inconsistentes sobre el motivo de la extensión del llamado. Se comunicaron otras 16 veces entre las 14.25 y las 17.39, con Benítez llamando siempre y Laudelina atendiendo solo en seis ocasiones. Benítez llegó a decirle a Laudelina: “Hay unas cosas que después te voy a contar, dando vueltas por ahí” y “sé que cometí errores”. Laudelina, señalada como la mujer que posee más detalles, fue clave en el desorden de la investigación. Denunció falsamente que Pérez y Caillava habían atropellado a Loan y la habían amenazado, versión que fue desestimada y que ella misma confesó haber mentido a su abogada.
- Daniel “Fierrito” Ramírez y Mónica Millapi. El relato de Millapi es similar al de su marido. Ramírez habló por teléfono con su hermana durante más de ocho minutos desde el naranjal en los horarios de la desaparición, mientras un niño declaró: “Daniel estaba con el celular cerca del barro”. Ramírez dijo que se “desconectó” de Loan mientras hablaba por teléfono. Millapi se retiró de la casa de la abuela tras la desaparición y regresó dos horas después, desconociéndose el motivo de su ausencia. Millapi también fue la primera en declarar que un policía y luego el comisario Maciel les dijeron que Loan había aparecido, lo que resultó ser una falsa alarma.
- Carlos Pérez y Victoria Caillava. La pareja se fue del almuerzo justo cuando comenzaba la búsqueda de Loan, argumentando que debían ver un partido de fútbol. Caillava acudió de urgencia al hospital por una crisis de nervios la noche de la desaparición. Al día siguiente, viajaron a Corrientes capital y luego a Chaco. Se les encontraron mensajes borrados en el celular. Pérez envió dos mensajes de audio sospechosos al comisario Maciel al inicio de la búsqueda, pidiéndole seguridad y deslizando la posibilidad de que les “plantaran” algo sospechoso en sus autos, como “venir con una prenda del niño y pasarla por la camioneta”. Durante la desaparición, Pérez también buscó un mapa de San Juan y material pornográfico en internet.
- Comisario Walter Maciel. Tuvo un rol fundamental en desviar la búsqueda. Se comprobó que plantó el botín embarrado de Loan en un campo vecino. El 13 de junio de 2024, se ausentó de la comisaría y no contestó llamadas cuando la policía tomó conocimiento de la desaparición. Pidió a sus subalternos que cambiaran los horarios en el libro de actas de guardia y les dio directivas para que fueran al monte mientras él se encargaba de entrevistar a los familiares, obstaculizando la investigación.
Desde el 4 de diciembre de 2024, Pérez, Caillava, Ramírez, Benítez, Laudelina y Millapi fueron procesados con prisión preventiva como coautores materiales del delito de sustracción de un menor. Además, Caillava y Maciel enfrentan cargos de amenazas en concurso real. Inicialmente, a Maciel se le atribuyó el delito de encubrimiento, pero su calificación legal fue modificada el 10 de abril de 2025 a partícipe necesario en la sustracción de un menor.
El pasado 5 de junio, la Justicia Federal de Goya elevó a juicio la causa contra estos siete detenidos. Se estima que el juicio podría comenzar a fines de este año o en febrero de 2026, luego de la feria judicial de verano, y los acusados podrían recibir una pena de 5 a 15 años de prisión.
En paralelo, el 14 de mayo de 2025, la Justicia de Corrientes elevó a juicio una causa contra otros 10 acusados de encubrir la desaparición de Loan. Se los acusa de haber manipulado a la familia del niño y de instigar a algunos testigos a dar testimonios falsos, todo dentro de una trama de entorpecimiento de la investigación.
Este grupo, que se autodefinía como miembros de la “Fundación Lucio Dupuy”, incluía a abogados, psicólogos y otras personas.
Entre los acusados de encubrimiento se encuentran:
- Nicolás Gabriel Soria (43), alias “El americano”, quien decía ser de la CIA o Interpol. Fue arrestado en septiembre de 2024 y señalado por aislar a las hijas de Laudelina, intervenir en la defensa de la mujer y operar sobre la familia.
- Alan Cañete (32), quien se presentó como abogado sin tener título, y junto a Cutaia tenía un estudio jurídico.
- Elizabeth Noemí Cutaia (45), abogada del estudio “CyC”.
- Esteban Rossi Colombo (43).
- Leonardo Rubio (38).
- Pablo Javier Noguera (43).
- Verónica Machuca (50).
- Valeria López (50).
- Delfina Taborda (22).
- Pablo Gabriel Núñez.
La jueza Cristina Pozzer Penzo, a cargo de la investigación, consideró que la intervención de este grupo influyó clave en las declaraciones de los testigos, logrando cambiar versiones mediante promesas falsas (como regalos) a víctimas en situación vulnerable. Además, retuvieron a menores y a dos mujeres (Camila Núñez y Macarena Peña) en un hotel por unos diez días en condiciones irregulares, restringiendo su libertad, manipulando sus declaraciones y utilizando su presencia para entorpecer la causa, sin el aval de organismos oficiales.
Los imputados por encubrimiento actuaron de manera organizada y con división de roles, impactando significativamente en el proceso judicial y la búsqueda. Están procesados con prisión preventiva por privación ilegítima de la libertad, estafa calificada, encubrimiento y usurpación de títulos. Algunos, como Rubio y Taborda, tuvieron sus procesamientos revocados en relación a la privación ilegítima de la libertad, y su participación en el encubrimiento fue modificada a partícipe secundario, al igual que la de Noguera.