Cambio de etapa en Colvin. Los fundadores de esta empresa de venta de flores ‘online’ dan un paso al lado y ponen en marcha la búsqueda de un nuevo consejero delegado que permita acelerar «el camino hacia el crecimiento rentable y a largo plazo». Es decir, la llegada de beneficios. La compañía apuesta de forma más insistente por esta estrategia que puso en marcha a finales de 2022, como forma de adaptarse a un contexto global que, dado el incremento del precio del dinero y la cautela de los inversores, ha hecho que el dinero fluya más hacia empresas que ganen dinero y crezcan de forma solvente, que hacia aquellas que son pura promesa de éxito futuro. El movimiento para poner a Colvin mirando hacia esta dirección incluye también una inyección extraordinaria de dinero de los actuales inversores de la empresa.
De este modo, socios como el fondo nacional Samaipata, los italianos P101 o Milano Investments Partners y los franceses IDInvest o, en especial, Eurazeo, que es quien ha liderado esta operación, han invertido en ella otros 6 millones de euros. Esta inyección, valoran los cofundadores (y, de momento, co-consejeros delegados) de la empresa, Sergi Bastardas y Andrés Cester, «otorgan a Colvin una buena posición de caja para los nuevos retos» y «trasladan un mensaje de respaldo» de los inversores.
«Esta debería ser la última ronda», explica Cester a EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica. «Lo que hacemos es asegurar que la compañía tiene dinero en caja y está capitalizada para, después de un periodo duro y difícil, adaptarnos a nuevas circunstancias y tender a la rentabilidad», profundiza.
Este periodo que dan por zanjado ha supuesto el cierre de las áreas que más dinero perdían como el mercado alemán o el negocio de la venta al por mayor, que ha supuesto prescindir de más de un tercio de la plantilla, 75 trabajadores. Tras este recorte, trabajan en esta empresa 120 personas en total.
Estrategia y estilos de gestión diferentes
Precisamente este miércoles por la mañana, el medio ‘La Información’ explicaba que la compañía no pasaba por un buen momento. De acuerdo con este artículo, como empresa alimentada sobre todo a base de rondas de financiación, el último año y medio habrían pasado mucha factura a Colvin, que habría visto caer su valoración de mercado entre un 40% y un 50%.
La versión oficial, emitida a través de un comunicado esta tarde, es que Colvin ha llegado a un estado de madurez que necesita una estrategia y estilo de gestión diferentes. «Es un momento para pensar a largo plazo, en crecimiento sostenible y rentable«, explican los fundadores en este documento, en el que también aclaran que seguirán comprometidos con la empresa e involucrados en ella como accionistas y consejeros.
«Somos emprendedores, somos gente a la que le gusta crear, innovar, probar… el perfil ha sido el adecuado durante los 6 primeros años y medio, pero la realidad es que después de una fase de transición y ajuste, el plan a largo plazo es muy diferente», detalla Cester. «Creemos que fuera hay muchos profesionales con experiencia en llevar una empresa como esta por la senda del crecimiento rentable», zanja.