30 junio, 2025

La IA obra el milagro: un embarazo tras 19 años de espera

Tras casi dos décadas de tratamientos fallidos, quince ciclos de fecundación in vitro y la pérdida de la esperanza, una pareja ha logrado lo que parecía imposible: un algoritmo de inteligencia artificial consiguió encontrar vida donde solo había un desierto celular, cambiando para siempre su historia.

Un equipo médico del Centro de Fertilidad de la Universidad de Columbia ha anunciado el primer embarazo exitoso utilizando un innovador sistema de inteligencia artificial (IA), ofreciendo una nueva esperanza a una pareja que llevaba casi dos décadas intentando formar una familia.

Este avance se centra en tratar la azoospermia, una de las causas más complejas de la infertilidad masculina, según informa la revista Time. La azoospermia es una condición en la que no se detectan espermatozoides en el eyaculado de un hombre, y es responsable de aproximadamente el 10% de los casos de infertilidad masculina en Estados Unidos. Aunque a simple vista una muestra de semen pueda parecer normal, el análisis microscópico revela una historia diferente, a menudo llena de otros residuos celulares, pero sin espermatozoides visibles.

Hasta ahora, las opciones para las parejas que enfrentaban este diagnóstico eran muy limitadas, siendo el uso de esperma de donante la alternativa más común. La dificultad reside en que los espermatozoides son las células más pequeñas del cuerpo humano, lo que hace que su localización en estas muestras sea una tarea extremadamente ardua, incluso para los técnicos de fertilidad más experimentados.

STAR: La IA que encuentra “una aguja en un pajar”

Para superar este obstáculo, el equipo de Columbia, liderado por el Dr. Zev Williams, desarrolló durante cinco años un sistema llamado STAR (Sperm Track and Recovery). Este sistema combina un algoritmo de inteligencia artificial, entrenado para detectar espermatozoides extremadamente raros, con un chip microfluídico que procesa la muestra de semen a través de un diminuto canal.

El funcionamiento es el siguiente: en primer lugar, la muestra de semen pasa por el chip. A continuación, la IA analiza el flujo en tiempo real, escaneando hasta ocho millones de imágenes en aproximadamente una hora.

Cuando el algoritmo identifica un espermatozoide, esa pequeña porción de semen es desviada automáticamente a un túbulo de recolección separado. Los pocos espermatozoides aislados pueden ser congelados para su uso futuro o utilizados inmediatamente para fertilizar un óvulo.

El Dr. Williams explica que la inspiración para STAR provino de los métodos que usan los astrofísicos para detectar nuevas estrellas en el cosmos. “Si puedes mirar un cielo lleno de miles de millones de estrellas y encontrar una nueva, quizás podamos usar ese mismo enfoque para buscar entre miles de millones de células y encontrar la que buscamos”, comenta.

La eficacia del sistema se demostró en pruebas preliminares: en una muestra donde los embriólogos no encontraron ningún espermatozoide tras dos días de búsqueda, STAR localizó 44 en solo una hora. La gran ventaja de este método es que es lo suficientemente delicado como para que los espermatozoides recuperados mantengan su viabilidad para la fecundación.

La historia del primer éxito

La primera pareja en lograr un embarazo con esta tecnología fue Rosie (un seudónimo para proteger su privacidad) y su esposo, quienes en marzo de 2025 consiguieron la gestación tras casi 19 años de intentos y 15 ciclos fallidos de fecundación in vitro (FIV). El marido padecía azoospermia y la pareja había explorado múltiples opciones sin éxito, incluyendo cirugías y el análisis manual de muestras por parte de un experto internacional.

Para ellos, el ciclo de FIV con STAR no fue diferente a los anteriores en cuanto a procedimientos. El equipo médico recolectó los espermatozoides del marido usando el sistema y, en cuestión de dos horas, los óvulos de Rosie fueron fertilizados con éxito. Rosie, que ahora tiene cuatro meses de embarazo, describe la experiencia con incredulidad y alegría tras tantos años de decepciones. “Todavía me despierto por la mañana y no puedo creer si esto es cierto o no”, afirma a Time.

El Dr. Williams subraya que, a diferencia de un ciclo de FIV estándar donde sobran espermatozoides, en los casos de azoospermia la situación es la inversa. Por ello, el protocolo incluye la recolección y congelación de espermatozoides recuperados por STAR como respaldo, aunque en este caso se utilizaron los obtenidos de una muestra fresca el mismo día de la extracción de óvulos.

Este logro no solo representa una solución para la azoospermia, sino que abre la puerta a que la inteligencia artificial pueda resolver otros problemas de infertilidad que actualmente son difíciles de diagnosticar o tratar.

Últimas Noticias
NOTICIAS RELACIONADAS