Un nuevo hallazgo paleontológico en Argentina permitió encontrar los fósiles de un ejemplar de dinosaurio que habitó la región de la Patagonia hace unos 95 millones de años y fue bautizado Astigmasaura genuflexa.
Ocho años atrás un grupo de trabajadores petroleros de YPF encontró de forma fortuita el esqueleto casi completo en el yacimiento El Orejano, ubicado en el noroeste del departamento de Añelo, provincia de Neuquén.
Flavio Bellardini, becario posdoctoral del CONICET en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN) y primer autor del artículo comenta que es la primera vez que se descubre la parte posterior del esqueleto de dinosaurios rebaquisáuridos, con ambos miembros traseros, la cadera y la mitad anterior de la cola perfectamente preservados, permitiendo así aclarar parte de la anatomía aún poco conocida.
El equipo de investigadores en la zona del hallazgo.
Imagen: Conicet.
Los trabajos del equipo arqueológico consistieron en cinco campañas y más de treinta días de trabajo de campo. Las tareas se concentraron en romper la roca portadora del fósil con mazas, puntas, martillos, cortafierros y otras herramientas.
Una vez descubierto por completo los científicos ordenaron armar ocho bochones de yeso y arpillera para trasladar los huesos en camiones. Los fósiles más pesados requirieron el trabajo adicional de las retroexcavadoras.
El nombre del género Astigmasaura responde al latín a- + stigma, “sin signos”, en referencia al lugar del hallazgo, El Orejano, que refiere a una expresión popular cuyo significado es “animal sin signos de identificación, sin dueños”. En tanto que el nombre de la especie genuflexa está vinculada con la posición “arrodillada” en la que fue encontrada.
El Conicet informó que el Astigmasaura era un cuadrúpedo herbívoro de cuello y cola larga, medía unos 18 metros de largo y pesaba más de 10 toneladas. Las vértebras de la cola tenían prolongaciones óseas muy altas, tanto hacia arriba como hacia los costados. Tenía arcos hemales – huesos por debajo de la cola para que protegen el sistema nervioso y circulatorio- muy diversos: alargados y rectos, y en forma de bota y de estrella. Además, poseía patas esbeltas y dedos de los pies ensanchados desde adelante hacia atrás.