País. En la antesala del inicio de las vacaciones de invierno en gran parte del país, el Gobierno nacional cuestionó con dureza la medida de fuerza anunciada por la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa), que nuclea a los controladores aéreos. Desde fuentes oficiales calificaron el accionar del gremio como una “extorsión” que perjudica a los trabajadores del sector y a los pasajeros, y aseguraron que se está “trabajando contrarreloj para garantizar que las aerolíneas puedan cumplir con los vuelos programados”.
Atepsa comunicó días atrás un plan de retenciones de tareas que se desplegará durante julio, con impacto en todos los aeropuertos del país. La medida prevé interrumpir funciones esenciales vinculadas al movimiento de aeronaves, como la autorización de despegues, circulación de vehículos en pista y la gestión de planes de vuelo. El cronograma difundido por el sindicato establece paros para los días 11, 12, 13, 15, 18, 20, 24, 25, 27 y 30 de este mes, entre las 12 y las 14 horas.
Según explicó el gremio, la decisión responde a un conflicto que lleva más de diez meses sin resolverse, en el que “no se habrían obtenido respuestas” de parte de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) ni la Subsecretaría de Transporte Aéreo. En concreto, las medidas surgen en rechazo a lo que consideran una política de “desregulación salvaje”, impulsada por el ministro Federico Sturzenegger.