13 julio, 2025

El Córdoba CF y su as bajo la manga: el salto de calidad en mediocampo

Con diez incorporaciones cerradas, la maquinaria del Córdoba CF se ha puesto en marcha con fuerza durante este mercado de fichajes. Desde las porterías hasta los extremos, la comisión deportiva blanquiverde ha movido ficha en casi todas las demarcaciones… menos en una. La medular, auténtico motor del equipo y zona clave en la propuesta de Iván Ania, es la única línea que permanece hasta ahora sin retoque alguno. Y esa ausencia de movimientos no parece casual, o al menos sobre el papel. Y es que en la planta noble de El Arcángel la reconstrucción del centro del campo se está cociendo a fuego lento, porque lo que se busca ahí no es volumen, sino más bien uno de los últimos saltos de calidad.

Una sala de máquinas sin fondo de armario

Las salidas de Alberto del Moral y Jon Magunazelaia, ambos tras concluir su cesión, y la marcha de Genaro al finalizar su contrato dejaron el centro del campo con lo justo. Solo cuatro nombres conforman ahora el núcleo duro de la medular: Álex Sala, Theo Zidane, Isma Ruiz y Pedro Ortiz. Todos ellos tuvieron minutos de peso en la pasada campaña, especialmente en la segunda vuelta, y sobre ellos pivotó gran parte del equilibrio que sostuvo al equipo en consecución de la holgada salvación e incluso el sueño, que a veces no fue tan lejano, de alcanzar el play off. Sin embargo, su continuidad no se antoja suficiente si el conjunto blanquiverde pretende algo más que la mera permanencia en Segunda División durante la 25-26. 

Porque es una realidad: la profundidad de banquillo sigue siendo escasa y la polivalencia no lo soluciona todo. Y si se le suman posibles lesiones, sanciones u otros condicionantes, el asunto se complica.

Álex Sala protege el esférico ante la presión de Isma Ruiz, en un entrenamiento. / CCF

Alberto del Moral y Dani Requena

Desde que acabó la temporada, un nombre propio ha sido recurrente en la agenda del Córdoba: Alberto del Moral. El toledano, que ya rindió a buen nivel en su cesión el pasado curso, es la prioridad absoluta para reforzar la base del mediocampo. Bien sea en forma de nueva cesión desde el Real Oviedo o a través de un traspaso, el club blanquiverde trabaja con paciencia en su regreso. Su perfil, el de un pivote clásico con capacidad de salida limpia y presencia física, encaja perfectamente en el dibujo de Ania -que tampoco dudó en deshacerse en elogios al toledano durante el último tramo del pasado ejercicio-. Pero su fichaje, por lo complejo de la operación, sigue requiriendo de cierto tiempo para llegar a buen puerto.

Mientras tanto, otra opción gana enteros: Dani Requena, con el que incluso compartió vestuario durante su estancia en el filial castellonense. Y es que el la entidad de El Arcángel se encuentra cerca de cerrar la cesión del talentoso centrocampista del Villarreal B, cuya trayectoria lo avala. Con experiencia tanto en en la categoría de plata como en Primera Federación, además de un estreno testimonial con el primer equipo amarillo en LaLiga y varias convocatorias en la Europa League, el de Cenes de la Vega ofrece físico (1,86 m), lectura táctica, calidad técnica y proyección. A sus 20 años, ya ha sido internacional sub 19 con España, y su perfil creativo lo sitúa como una de las piezas ideales para reforzar la zona ancha blanquiverde. Sería un buen complemento, o incluso posible relevo, de Álex Sala en labores de creación.

La llegada del nazarí, eso sí, tampoco sería la última en esa parcela. Haría falta un efectivo más -que con Del Moral quedaría suplido-, especialmente en ese rol de carácter más posicional, para completar un mediocampo equilibrado que permita variar entre diferentes esquemas.

Dalisson, una alternativa

La única cara nueva que ha asomado en este escenario, aunque no como refuerzo específico, es la de Dalisson de Almeida. El brasileño, fichado tras liderar el ascenso del Pontevedra desde Segunda Federación, no viene como centrocampista puro, pero su polivalencia lo convierte en un comodín interesante. Puede actuar como interior, mediapunta o incluso como falso delantero. Su llegada abre la puerta a recuperar el 4-2-3-1 que dio el ascenso hace dos temporadas, sistema que Iván Ania igualmente empleó en tramos puntuales del pasado curso, aunque acabó desechando. Su rol sigue siendo complementario, no obstante, por lo que no suple las posibles y necesarias incorporaciones en mediocampo.

Dalisson, en el centro de la imagen, durante una sesión de pretemporada. / VÍCTOR CASTRO

Una sala de motores en construcción

Fue precisamente la sala de máquinas del Córdoba CF fue una de las zonas más fiables en la pasada temporada. Y por eso, tal vez, no se ha querido tocar más de la cuenta. O bien se está teniendo especial paciencia a la hora de añadir a los nuevos ingredientes. Llama la atención, ciertamente, mientras el área deportiva blanquiverde sigue avanzando en otros frentes, como en la potencial llegada del banda Diego Bri, cedido por el Atleti.

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