18 julio, 2025

Fotoprotección inteligente: claves de los expertos para cuidar tu piel este verano

Cada verano lo mismo: más horas al sol, más tiempo en playas y piscinas… y más riesgos para la piel si no se actúa con cabeza. No basta con echarse crema sin más: es importante fijarse en detalles que muchas veces pasamos por alto, como la fecha de caducidad del fotoprotector, sí, también caduca, y con el tiempo pierde eficacia. A eso hay que sumarle la elección del tipo de protección, el momento del día, la hidratación o incluso esas zonas que solemos olvidar. Los expertos del Grupo Quirónsalud lo tienen claro y comparten aquí todo lo que deberíamos saber para cuidar la piel como se merece.

Cómo proteger tu piel del sol sin cometer errores básicos

El Dr. Leandro Martínez, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Málaga, explica que resulta fundamental “realizar una fotoprotección inteligente”, evitando las quemaduras y empleando filtro solar que debe “reaplicarse cada dos horas, sin olvidar zonas como las orejas, la zona preesternal, el dorso de las manos, la parte posterior del cuello, el dorso de los pies”.

Amplía la información el Dr. Juan Luis Sanz, del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Córdoba, que añade la necesidad de “evitar la exposición directa en las horas centrales del día” (de 12 del mediodía a 5 de la tarde), cuando la radiación es más intensa, además de emplear “gafas de sol, sombreros de ala ancha y ropa con protección UV”. El Dr. Sanz hace hincapié en “mantener la piel bien hidratada”, bebiendo el agua que sea necesaria para compensar la pérdida de líquidos.

Quemaduras, manchas y cáncer de piel: lo que puede pasar si no te cuidas

La Dra. Eugenia Cutillas, del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Murcia, aclara que la exposición indebida al sol “produce cambios en la piel tanto a corto como a largo plazo”. A corto plazo encontraríamos las “quemaduras solares”, además de “agravamiento de enfermedades de la piel (autoinmunes, urticaria…)”. A largo plazo aumenta el riesgo de “desarrollar manchas, envejecimiento prematuro de la piel o cáncer de piel”.

De izquierda a derecha: Dr. Leandro Martínez; Dr. Juan Luis Sanz; Dra. Eugenia Cutillas; Dra. M. Salleras i Redonnet; Dra. Andrea Huerta-Vena (CDI); Dra. Cristina de la Cuadra.

Es importante conocer la regla ABCDE de los lunares, que consiste en “una herramienta para la autoexploración”, que permite a los pacientes “detectar cuando se dan signos de alarma en un lunar y la necesidad de consultar a un dermatólogo”. Las letras hacen referencia a asimetría, bordes, color, diámetro y evolución.

Cómo elegir el fotoprotector ideal para tu tipo de piel

Una vez que tenemos conocimiento de los posibles riesgos, adquieren una importancia capital los protectores solares, que tal y como explica la Dra. M. Salleras i Redonnet, jefa de Servicio de Dermatología del Hospital Universitari Sagrat Cor, “dependerán del tipo de piel, de tener ojos claros, pelo claro” y de la tendencia a quemarse fácilmente. En ese caso, debe usarse siempre “FPS+50, mientras que en pieles oscuras puede usarse una FPS30”. Además, la doctora indica que “el mercado ofrece un amplio abanico de protectores solares (cremas, leches, sprays, sticks…) adecuados a la zona a proteger (cuero cabelludo, cara, cuerpo…)”.

¿Embarazo, piel sensible o niños pequeños? Así debes usar el protector solar

Ofrece más consejos la Dra. Andrea Huerta-Vena, especialista de la Clínica Dermatológica Internacional (CDI), del Servicio de Dermatología del Hospital Ruber Internacional y del Ruber Internacional Centro Médico Habana, subrayando que las medidas físicas, como prendas que cubran la piel, sombreros o gafas de sol, son la primera barrera de protección frente al sol. En el caso de embarazadas, niños pequeños o personas con piel sensible, recomienda además “seleccionar cremas con filtros minerales”. También recuerda la importancia de aclarar la piel con agua dulce tras el baño en el mar o la piscina, para evitar irritaciones provocadas por el salitre o el cloro. Y si se trata de una piel seca, conviene aplicar crema hidratante después del aclarado, para restaurar la barrera cutánea.

Muchos pacientes tienen dudas razonables sobre los filtros, los tipos de piel o los errores más comunes al exponerse al sol. La Dra. Cristina de la Cuadra, especialista en Medicina Estética y Antienvejecimiento de Olympia Quirónsalud, aclara todas estas cuestiones con un enfoque claro y directo, desmontando mitos y explicando lo que de verdad importa cuando se habla de protección solar.

¿Y si ya te has quemado? Qué hacer (y qué no) ante una quemadura solar

Y en caso de sufrir una quemadura solar (lo más común), ¿qué es lo más recomendable hacer? Responde el Dr. Sanz, afirmando que “se pueden aplicar compresas frías y cremas hidratantes en la zona quemada”. Si existe dolor o inflamación, “se pueden tomar analgésicos o antiinflamatorios, como paracetamol o ibuprofeno”. Además, hay que evitar rascarse en la zona afectada, “retirando la piel descamada y rompiendo las ampollas, si aparecen”. Y debe quedar claro que, en caso de existir “fiebre, escalofríos, ampollas grandes o dolor intenso”, es necesario acudir al médico, sin olvidar que tras sufrir una quemadura solar es necesario extremar las precauciones, ya que “la piel queda más sensible y vulnerable a futuros daños”.

Agua como aliada clave

La necesidad de mantenerse hidratado es igual de importante que llevar a cabo una buena protección solar. En esa vía transcurren las declaraciones de la Dra. Cutillas, al aclarar que “el aumento de la temperatura ambiental y la exposición a agua de piscinas, aumentan la pérdida transepidérmica de agua”, por ello, durante el verano es importante aumentar la ingesta de líquidos, para compensar esas pérdidas. Además, “la hidratación de la piel a través de productos emolientes mejorará la renovación epidérmica y ayudará a mantener nuestra piel en estado óptimo”, explica la doctora. Por su parte, la Dra. Salleras aconseja “coger una botella de agua de 1,5 litros por la mañana, y asegurarse al final del día de que se ha bebido toda”, ya que la hidratación externa no tiene nada que ver con la interna: es necesario ingerir líquidos.

En verano, proteger la piel no debería ser una opción, sino un hábito tan cotidiano como beber agua o ponerse unas gafas de sol. Basta con prestar atención a los detalles, conocer los riesgos y seguir los consejos adecuados. Porque el daño solar no siempre avisa, pero sí deja huella. Y prevenirlo, hoy más que nunca, está en nuestras manos.

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