¿Por qué es tan importante que la mujer esté presente en la revolución de la inteligencia artificial?
Mira, yo te voy a proponer que formules la pregunta de otra manera. ¿Por qué es tan importante que el hombre esté en esta revolución? ¿A que parece absurda si la formulas de otra manera? Lo importante es contar con la diversidad y hoy en día no la hay. No hay mujeres en los espacios de toma de decisiones trascendentales. Esto ocurre porque no tenemos regulación, ni código deontológico y ético que las empresas apliquen como sí existe en otros sectores. Y esto ocurre pese a que la IA nos impacta a nivel social todos los días de mil formas. Es necesario que haya más mujeres en esa toma de decisiones por muchos motivos. Porque somos la mitad de la población y tenemos otras perspectivas, y porque, si se carece de código deontológico, quienes tomen las decisiones lo harán en virtud de su sistema de creencias, que está totalmente estereotipado. Por tanto, si tanto en los equipos de tomas de decisiones como los de desarrollo, solo cuentas con hombres blancos, judeocristianos, heterosexuales, sin discapacidad, educados en las mismas universidades o que van a las mismas barbacoas, obviamente no van a contar con esa diversidad existente en la sociedad.
¿Y por qué cree que, en la práctica, ahora mismo esto no sucede?
Porque nosotras no llegamos a esas áreas de poder, y menos con el contexto social, político-social en el que estamos viviendo. En el terreno de la IA influye que hay mucho dinero y mucho poder de por medio. El lobby tecnológico es el más potente hoy en día. Además, la IA es un ecosistema, no solo una tecnología. Aglutina política, sociedad y economía, con lo cual es muchísimo más complejo en que esos espacios de poder sean compartidos con mujeres.
¿Y cómo cambiamos esa situación?
En 2015 se propuso a la Comisión Europea invitar a las empresas a tener un 40% de mujeres en los consejos ejecutivos. Han pasado diez años y seguimos igual o peor en las empresas del IBEX y en las empresas tecnológicas. Las empresas no ven la diversidad como un activo económico o empresarial, aunque hay muchos informes y estudios que dicen que si cuentas con mayor diversidad y más mujeres, podrás conseguir mejores resultados. Hay que hackear muchos estereotipos, y para ello yo acudiría a herramientas como cuotas, estimulando con impuestos o exenciones fiscales.
¿Cómo logramos que se impliquen más chicas en este sector?
Un caso curioso que siempre se menciona, es que desde que cambió el nombre de informática por ingeniería informática, se empezaron a apuntar menos mujeres, solo porque en su nombre lleva ingeniería. Aquí falta mucho marketing, porque como dice Nuria Sala, la presidenta de la Asociación Tecnológica Cataluña: la ciencia, incluidas las sociales, me permiten conocer el mundo, pero la tecnología me permite cambiarlo. Una cosa que a las mujeres nos motiva mucho es el propósito social. Y luego, las niñas que hagan lo que quieran hacer, pero, al igual que aprenden inglés, deben incorporar la IA una herramienta más.
¿Cómo se adentró usted, siendo filóloga, en el mundo de la IA?
Cuando me metí en el sector digital fue porque estaba en paro y recibí un cupón de descuento para hacer un curso de posicionamiento SEO. Hasta entonces, no me había percatado de que los buscadores son un zoco léxico semántico. Mi tesis, precisamente, versa sobre cómo estructuramos y organizamos la realidad a través de conceptos. Entonces lo vi claro. Después hice un máster en Internet Business y desde entonces he trabajado en empresas de inteligencia artificial y de procesamiento de lenguaje natural. A día de hoy soy consultora y ayudo a empresas a automatizar sus procesos o a trabajar con estos sistemas de IA y lenguaje.
¿Qué relevancia tiene ese lenguaje natural?
El lenguaje natural es muy relevante en la IA. Todo el boom que ha habido con la inteligencia artificial ocurre porque se ha abierto de forma masiva en varias plataformas y se puede utilizar con un lenguaje simple. Es una verdadera revolución porque antes tenía que saber Python, saber de librerías y lenguajes informáticas. Ahora, solo con mi lenguaje natural, le puedo dar instrucciones a la máquina.
¿Qué límites deberían establecerse para utilizar la IA de forma ética?
La ética se debe incorporar tanto en la toma de decisiones como en el desarrollo de la inteligencia artificial. Debemos cuestionarnos qué impacto va a tener esta tecnología en la vida de las personas de modo que no les afecte de manera negativa. Pero en las empresas, que es donde se está desarrollando la IA porque vivimos en un feudalismo tecnológico, esto no se tiene en cuenta. Por ello, es necesario incorporar tanto en la toma de decisiones como en el desarrollo diferentes procesos de validación ética, para avanzar hacia un modelo justo, tanto con nosotros como con nuestro planeta.
¿Qué podemos esperar del desarrollo de la IA en un mundo que está tan polarizado y radicalizado?
Para mí está claro. Debemos devolver la filosofía en las aulas y a las empresas, así como fomentar el espíritu crítico. La IA está teniendo impacto directo en las democracias. Lo hizo durante el Brexit, también lo hace en la salud de los adolescentes, se utiliza para ver si te conceden o no una hipotecas o para decidir si te operan antes. En esta sociedad polarizada es necesario que sean los propios agentes políticos quienes legislen e impongan penas mayores. Divulgar un bulo debería ser penable, pero es que las plataformas se exoneran. Por eso hay que detectar esa responsabilidad y penalizarla. En el mundo físico, si hago un escrache a casa de alguien me detienen. Sin embargo, la IA se ha vendido como un espacio incontrolable. La responsabilidad no es de la tecnología sino del uso que se hace ella, pero no hay legislación para la responsabilidad.
Suscríbete para seguir leyendo