Guillermo Francella quedó este viernes en el ojo de la tormenta luego de que se viralizaran en las redes sociales sus críticas al cine que no llena salas. En línea con el discurso del gobierno de Javier Milei, Francella apeló a la lógica de mercado para determinar el valor que puede tener o no una película.
Entrevistado el jueves en Olga, Francella aseguró que “hay un cine muy premiado pero que le da la espalda al público. Van cuatro personas nada más, ni la familia del director va”.
Francella reproduce así el argumento por el cual el gobierno libertario justificó el duro ajuste que aplicó al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) que incluyó decenas de despidos y el fin del financiamiento del cine argentino.
Y siguió: “Son obras de arte, pero no tienen identificación, no representan a nadie”.
“Hay obras muy premiadas pero que después decís ‘¿qué pasó?’, estás viendo y decís ‘¿terminó? ¿cómo terminó?'”, deploró antes de emprenderla luego con todo el arte no mainstream.
“O el arte contemporáneo, que ves un botín de Sacachispas, con una media sucia adentro y pagan dos palos verdes. Eso es arte de pronto para los que saben de arte. Yo no lo veo”, sentenció.
En la misma entrevista Guillermo Francella que se encuentra en gira por los medios para promocionar su película Homo Argentum que se estrena la próxima semana sorprendió a sus seguidores al hablar sobre el peso que siente al participar de tantas comedias y se sinceró sobre los papeles que interpreta.
“Hay una demanda externa que no te permite estar serio, que te pide que seas más simpático”, contó el actor y sumó: “No es algo que me oscurece ni me come en mi vida, pero me pone más ermitaño, más para adentro”.
“Me pasa que en los lugares multitudinarios, salir y eso, me mete más para adentro”, aseguró.
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