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24 noviembre, 2024

Una buena serie para maratonear en todo sentido: las claves de «Sprint», por Netflix, sobre glorias del atletismo

“Nadie en este planeta logró correr tan rápido como nosotros. Cuando te posicionás en la línea de salida, sólo piensas una cosa: ‘Acabaré con ellos’”, dice Noah Lyles al inicio de Sprint: Los humanos más veloces, la serie de Netflix sobre atletismo. El deportista que habla ganó siete medallas en el Campeonato Mundial de Atletismo del 2023.

La docuserie de la plataforma de streaming explora el detrás de escena de las competiciones preliminares al mundial. Principalmente, hace foco en las dos pruebas más feroces de velocidad: los 100 y los 200 metros. Los episodios comienzan dos meses antes de la gran competición, que se realizó en agosto del año pasado en Budapest.

A lo largo de seis episodios, Lyles y otros atletas de élite cuentan cómo se preparan para esas carreras en las que, en general, no hay tiempo para compensar errores. También hablan sus entrenadores, sus familiares y algunas leyendas del deporte, como el mismísimo Usain Bolt. Y se pone el foco en la vieja rivalidad entre los Estados Unidos y Jamaica, dos potencias en el tema.

Al igual que otros documentales deportivos de Netflix, la factura técnica es prolija y elegante. Se ven imágenes preciosas de la explosión de los cuerpos con el tiro de inicio, de las zancadas, de los movimientos previos a la competencia. La estructura de las entrevistas es clásica, con los personajes mirando a cámara o con breves declaraciones de los atletas en situación de entrenamiento.

Para tener una mirada completa sobre el sacrificio que implica este deporte, faltaron cuestiones sobre nutrición o aspectos psicológicos.Para tener una mirada completa sobre el sacrificio que implica este deporte, faltaron cuestiones sobre nutrición o aspectos psicológicos.Para quienes no son fanáticos de este deporte o sólo lo miran en ocasiones especiales, como los Juegos Olímpicos que comenzarán brevemente, la serie puede resultar repetitiva en su estructura. Quizá lo más curioso es que no tiene ánimo de acercar público más allá de los seguidores. Hay un viejo axioma que se usa en algunos cursos de escritura, pero que bien sirve para esta ocasión. Dice: “Show, don’t tell” (“No me lo cuentes, muéstramelo”).

A lo largo de los episodios, los atletas y entrenadores dirán frases como: “Debes tener la mentalidad de un dios para creer que cada vez que corres una carrera, la ganarás”. “Nuestra tarea es ayudar a quitarle el estrés a los atletas”. “No es suficiente con correr más rápido”.

En ningún momento bucea en los cómo ni los por qué de esas afirmaciones. No intenta -ni bien ni mal, ni siquiera lo intenta- profundizar en un ápice en el aspecto psicológico de los velocistas, en lo quirúrgico de sus técnicas o, por ejemplo, en cuestiones vinculadas a la nutrición. Se conforma con mostrar las carreras y las declaraciones en torno al éxito, el fracaso y el trabajo duro para lograrlo, cosas que podría decir un golfista, un tenista o un nadador de alto rendimiento.

Los realizadores cometen el pecado que para un deportista sería imperdonable: no ser ambicioso. No intentan entender ni explicar las pruebas más fascinantes y convocantes de ese deporte.

Es un fresco interesante sobre los velocistas, con impagenes preciosas. Sólo faltó profundizar en algunos temas.Es un fresco interesante sobre los velocistas, con impagenes preciosas. Sólo faltó profundizar en algunos temas.En el estadio en Budapest, a la hora de presentar la competencia, un locutor dice en el episodio final: “No hay nada predecible en este deporte fascinante”. En el deporte quizá no. En la serie sí. Ojalá la segunda temporada, que ya se anunció y seguramente tendrá a los Juegos Olímpicos de París 2024 en la mira, sea tan explosiva como una salida de los 100 metros.

Ficha

Calificación: Buena

Documental Protagonistas: Usain Bolt, Noah Lyles y Sha’Carri Richardson, entre otros Creador: Phil Turner Emisión: Netflix. Duración: seis episodios de 40 minutos.

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