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23 noviembre, 2024

En tecnología, la brecha de género es aún mayor que en el resto de la economía

Mientras en la economía global las mujeres representan el 40% de la fuerza laboral, ese porcentaje se reduce al 29% en el sector conocido globalmente como STEM (áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) según datos de la Organización Internacional del Trabajo.

A nivel local la situación es más dramática. Según datos del Sistema de Indicadores de Género de CABA, del total de mujeres que egresan de carreras de pregrado y grado de instituciones universitarias con sede en la Ciudad, únicamente el 15,9% lo hace en ciencias básicas y aplicadas.

Un estudio de McKinsey Global Institute estimó que la economía global podría perder hasta 12 billones de dólares para 2025 si no se cierra la brecha de género en el mercado laboral.

«En todo lo que es STEM la brecha es más grande que en el resto de la economía. Nos va a llevar más tiempo cerrar ese gap. Esto supone un desafío mayor y lograr achicar esa brecha dependerá del compromiso de todos», sostiene Luz Mihanovich, directora ejecutiva de Tecnología en servicios financieros en Accenture, la firma global que en Argentina emplea a 13.000 personas que en buena parte trabajan para el exterior.

En el ranking Great Place to Work, Accenture clasificó como la mejor empresa de Argentina para que trabajen las mujeres.

«Si bien se avanzó muchísimo en la educación y hay mucho interés por parte de las chicas, todavía ven a la tecnología como una herramienta que las acerque a un mundo en el que se quieren meter más que una carrera en sí. Por eso las acompañamos para que estudien con herramientas como las becas», explica la ejecutiva.

«Tecnology es un programa por el que pasan más de 100 mujeres. Tenemos un compromiso fuerte en la formación, también colaboramos con la Fundación Pescar y tenemos el programa Silver Tech dedicados a la formación tecnológica de los mayores de 50«.

«En las carreras técnicas las mujeres siguen siendo una minoría importante. Hay mucho trabajo que hacer todavía. Nosotros a nivel general de la compañía tenemos un 54% de mujeres y específicamente en tecnología llega a un 40%«, resume Mihanovich.

Para cerrar la brecha, la clave es la educación, las políticas de inclusión y las iniciativas de apoyo a la maternidad. «Accenture siempre fue precursor en políticas de inclusión de mujeres. Yo trabajé part time cuando mis hijos eran chicos y eso me permitió seguir con mi carrera, algo que no es usual. Tengo pares en otras compañías que dejaron sus carreras porque no lograron conciliar sus tareas con la maternidad», sostiene Mihanovich.

«En Accenture para la maternidad tenemos un esquema de opción part time y una licencia extendida de cinco meses. El programa se llama Soft Landing, (aterrizaje suave) con horarios reducidos, siempre tomando en cuenta la modalidad de trabajo híbrida. Es un beneficio super importante para que la mujer pueda seguir con su carrera y no pierda su lugar en la compañía».

Pero no iniciativas como estas no alcanza, ya que hay factores culturales que hacen que las propias mujeres no se animen a aspirar a puestos en este sector. «Nos pasó que teníamos una demanda de talento específico y no se presentaban candidatas. Y la razón era que no se animaban, sentían que no tenían todos los skills para presentarse. Hay un historial cultural que lleva a que las mujeres solo se candidateen cuando están seguras de estar sobrecalificadas. A los hombres no les pasa eso, se animan a presentarse aún sin cumplir a pleno con los skills. Como coach de este programa una de mis tareas es trabajar con las mujeres sobre esto».

Achicar la brecha de género no es solo una materia pendiente para saldar deudas históricas, sino que es un paso para el desarrollo de las propias compañías. «Si somos todos iguales pensamos siempre lo mismo, cuando empezamos a incluir miradas diferentes es cuando surgen los avances. Cuando hacemos estos equipos mixtos es donde salen las iniciativas innovadoras«, señala Mihanovich.

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