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10 noviembre, 2024

Santiago Caputo en su momento más complicado: le cuestionan los fondos para la SIDE y tuvo que correr a dos agentes sospechados de querer espiar a Macri

La intervención de facto que viene realizando el asesor Santiago Caputo a la SIDE, con la designación al frente del organismo de Sergio Neiffert y la división del mismo en cuatro agencias, comienza a traerle dolores de cabeza al Gobierno: a la derrota parlamentaria que significó el rechazo de la Cámara de Diputados al DNU que le otorgaba US$ 100 millones en gastos reservados y la consecuente entronización del radical Martín Lousteau en la comisión bicameral que audita esos gastos, se le sumó el despido de dos abogados de «La Casa» que habían intentado conocer el avance de cuatro investigaciones judiciales contra Mauricio Macri.

Esta última medida, de alguna forma, desautorizó no sólo a la conducción del organismo que centraliza el espionaje en la Argentina sino al propio Caputo, que había elegido a Neiffert, quien fuera amigo de su difunto padre. El asesor presidencial «sin firma», además, ha sido blanco de las críticas del ex presidente por considerarlo el principal obturador de la incorporación de cuadros del PRO al Ejecutivo y de una eventual alianza estratégica entre su partido y LLA con miras a las próximas elecciones.

En medio del descongelamiento del vínculo entre Javier Milei y el titular del PRO, que se materializó en al menos cuatro cenas en Olivos en el último mes y medio, se produjo este gesto para bajar la tensión entre ambos líderes. Un dirigente libertario que acompañó al locuaz economista en su salto a la política dio su versión de lo sucedido: «Cuando Macri envió a votar en contra del presupuesto para la SIDE, Santiago salió a «carpetearlo» con las causas en la que era investigado sin consultarlo con Karina ni con Javier y esto cayó muy mal», indicó.

La conducción de la central de inteligencia finalmente desplazó al abogado Ignacio Damián González y a otra letrada de la agencia que se habían involucrado en cuatro causas judiciales en las que se investigó a Macri y a funcionarios del área de inteligencia de su gestión. González, de hecho, se presentó en los expedientes con un documento reservado que lo acreditaba, según él mismo sostuvo, para conocer los avances en los mismos. Finalmente el propio Neiffert, según publicó La Nación, le hizo llegar a Macri sus disculpas a través de un mensajero,

Atribulado por el impacto de lo sucedido, en las últimas horas Caputo hizo saber a su entorno que en ningún momento se buscó impulsar la investigación contra el ex presidente sino realizar una suerte de auditoría sobre los expedientes judiciales en los que habían participado agentes de la SIDE.

En las últimas semanas el propio Presidente tuvo que salir a respaldar a Caputo -«ni loco se va», dijo a la prensa acreditada en una de sus salidas a los pórticos de Casa Rosada- pero en LLA recuerdan que en su momento Nicolás Posse estaba blindado como jefe de gabinete frente a las críticas internas. Las versiones contra el asesor estrella, que le factura a Secretaría General y no es un sujeto políticamente expuesto, comenzaron a sonar fuerte en paralelo con un supuesto distanciamiento hacia su persona de Karina Milei.

Al parecer, la influyente secretaria general de la Presidencia se habría enterado de supuestas maniobras del socio de Caputo y vicepresidente de Relaciones Institucionales de YPF, Guillermo Garat, con la publicidad de la petrolera en una empresa de colectivos.

Pese a las advertencias de senadores dialoguistas como Luis Juez, el mentor de la nueva SIDE avanzó con el DNU que dispuso la entrega de millonarios fondos reservados. Según la lectura de distintos miembros de la «oposición dialoguista», esa medida permitió la conformación de una nueva mayoría que ya rechazó el decreto en Diputados y tiene muchas chances de replicarse en el Senado para el mismo fin. El fantasma del «espionaje interno» aúna voluntades.

La reestructuración de la SIDE en cuatro agencias había sido publicitada con bombos y platillos en las redes sociales. Pero en X las mismas no continuaron publicando información luego de su lanzamiento en julio pasado. Tampoco fue designado el titular de Asuntos Internos, la única dirección que se encontraba acéfala y estaba siendo negociado por el propio Caputo. Al parecer, un tema «de papeles» demoraba la oficialización de un funcionario judicial en ese cargo. Pero, en teoría, esa dependencia debió intervenir en la supuesta intromisión del organismo en las causas en las que es investigado Macri.

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