Bien dicen que los escritores, libretistas de cine o televisión se nutren de aspectos o de hechos de su vida cotidiana, al margen de dejar volar su imaginación. Bueno, el director de Longlegs, la película de terror que se ha convertido en la más taquillera del año del cine independiente, guarda un secreto.
Porque no muchos deben saber que Osgood Perkins es hijo de un ícono del cine de terror. Y no cualquiera. El apellido, a lo mejor, les suena. Osgood es hijo de Anthony Perkins, que componía a Norman Bates en la Psicosis de 1960, dirigida por Alfred Hitchcock.
Longlegs, protagonizada por Nicolas Cage y Maika Monroe, no guarda similitudes con la obra maestra de Hitchcock, pero el hecho de que Osgood haya vivido su infancia en la que podríamos denominar debacle de su padre, aceptando papeles de películas de terror de mala muerte, lo ha marcado.
Y lo ha marcado para bien.
Nicolas Cage está casi irreconocible como el asesino serial de «Longlegs». Fotos Diamond FilmsEl es muy consciente de cómo el legado de su padre como Norman Bates influye en su propia relación con el trabajo todos estos años después. No en vano Osgood comenzó como actor, como su padre, y luego saltó a la silla de director. En Psicosis II, de 1983, Osgood interpreta a un joven Norman Bates.
Bueno Anthony había hecho lo mismo, pero con menos suerte. Debutó en la dirección con Psicosis III, en 1986. Difícil predecir cuál de las dos secuelas de la original era la peor.
“Mi padre fue, por un lado, una auténtica luz brillante en el género, habiendo creado uno de los personajes más indelebles del cine, ya no hablemos de películas de terror, de crímenes o de asesinos. Así que había un intenso orgullo irradiado en torno a eso que se mezclaba con esta cosa muy incómoda que estaba sucediendo”, le dijo Perkins a The Hollywood Reporter.
Anthony Perkins, el papá de Osgood Perkins, director de «Longlegs», era Norman Bates en «Psicosis», de Hitchcock.
De tal padre, tal hijo
“Cuando yo estaba llegando a mi yo de mis 12 a 15 años y me estaba metiendo en el cine, mi padre estaba haciendo películas de terror muy malas. Le pagaban bien por ir a Europa y hacer mierda. Y era obvio que esto era una mierda. A mi madre (Berry Berenson) le molestaba mucho. Así que la disparidad entre el cenit de todo, que era Psicosis, y la base de las cosas, que era, por ejemplo, una película como Edge of Sanity (No ta de la redacción: malísima: Anthony interpretaba a un doctor Henry Jekyll adicto a la cocaína, que le hacía perder el control sobre sí mismo, y aparecía el monstruo Hyde, que en las noches de Londres deambula por las calles buscando víctimas en los lugares más degradados), que hizo cuando yo era un niño, siempre me ha sembrado una inquietud en torno al género de terror”.
“Por un lado, quiero identificarme o expiarme con mi padre siguiendo el mismo camino y representando el buen nombre en el género en cuestión, pero luego también siento una especie de desagrado por él”, dice Perkins hijo. No le gustan las películas de terror. No ve las nuevas. No le generan ningún interés. “Nunca veré MaXXXine (que tiene un guiño a Psicosis), nunca veré Pearl. No veo cosas contemporáneas. No me interesan en absoluto, y eso no quiere decir que no sean geniales. Estoy seguro de que son geniales y hacen feliz a mucha gente, que es lo único que realmente importa. Pero me gusta el género de terror porque es el género que permite la mayor invención y fomenta la mayor parte de la poesía. Todo es adivinar y aferrarse a lo que es esencialmente incognoscible”.
Dice que no le genera ningún atractivo ni le interesa ver a alguien que finge ser un asesino en serie. Que prefiere ver el Drácula de Tod Browning y sentir el romanticismo, el lujo, la pompa, la solemnidad y la majestuosidad de ese tipo de trabajo. “Ver un personaje de terror contemporáneo o cosas así es lo opuesto a lo que quiero meter en mi cerebro”.
Andrés Arochi y Oz Perkins rodando «Longlegs». «Cuando yo tenía 12 años y me estaba metiendo en el cine, mi padre estaba haciendo películas de terror muy malas», dice.“Longlegs trata en buena medida de las mentiras que los padres dicen para proteger a sus hijos. Y obvio que Perkins hijo extrajo este tema de sus propias relaciones como hijo y padre.
La similitud con «El silencio de los inocentes»
Es el cuarto largometraje de Perkins y se está transformando, decíamos, en una película de gran éxito al estilo de la obra de su amigo y colaborador, Jordan Peele, a quien agradece en los créditos finales. Perkins interpretó al director Fynn Bachman en ¡Nop!, de Peele. El filme es, también, la búsqueda de un asesino en serie satánico (Cage) por parte de un agente del FBI (Monroe).
¿No suena a El silencio de los inocentes? Claro que sí. Y Osgood es más que consciente de eso.
Osgood comenzó como actor. Aquí, junto a Reese Witherspoon en «Legalmente rubia». Foto Archivo Clarín “El silencio de los inocentes se convirtió en la invitación abreviada para que el público cruzara una puerta conmigo y se sintiera relajado y tranquilo con una familiaridad. Es citar una canción que todo el mundo conoce y pone al público en posición. Así que de eso se trataba la parte de El silencio de los inocentes”, resume el muchacho de ya 50 años.
Osgood acaba de terminar El mono (The Monkey), basada en el cuento de Stephen King del mismo título. Y no solo la dirige y ha escrito el guion, sino que ha vuelto a la actuación (pocos tampoco lo recuerdan de Legalmente rubia, pero allí estaba, al lado de Reese Witherspoon).
Amigo de saltarse lo establecido, asegura que su versión de El mono (cuando los gemelos Bill y Hal encuentran el viejo juguete de mono que toca el tambor de su padre, comienzan una serie de muertes espantosas) es deliberadamente cómica, y que se parece más a una vieja película de John Landis, de Joe Dante o hasta de Robert Zemeckis.
Osgood, como un joven Norman Bates en «Psicosis II», de 1983. Tenía 9 años cuando se estrenó.“Vi una oportunidad de hacer una comedia irónica y absurda sobre la muerte. Se trata del hecho muy básico de que todos morimos, y de lo jodidamente divertida, extraña, imposible y surrealista que es esa mierda. Y abordarlo desde una voz de tragicomedia me pareció que encajaba. Al final, si querés reducirlo, es el subgénero de juguetes embrujados o juguetes malvados, y no me podía imaginar haciendo uno serio de esos. Para mí, me sonaba totalmente falso abordarlo de esa manera, así que simplemente fui en la otra dirección. Para mí, la película es una sonrisa de arriba a abajo, y tengo muchas ganas de que la gente la vea.”
Estrena en 2025, así que, a prepararse.