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30 diciembre, 2024

Dólar e inflación: la suba de 4,2% en el costo de vida mete un palo en la rueda de la famosa «convergencia»

En la segunda edición del streaming oficial del Ministerio de Economía, Luis Caputo insistió con que la Argentina pasó de ser el peor alumno a ser el mejor del mundo en materia de cumplimiento de las metas fiscales.

Ese mensaje forma parte de la estrategia oficial de pararse frente a los mercados y al Fondo Monetario Internacional, cuyas metas habría sobrecumplido, por lo que el organismo desembolsaría US$ 530 millones, que sería el anteúltimo pago del programa vigente.

El cumplimiento corresponde a las metas de junio pasado, pero las del tercer trimestre aparecen más comprometidas en el punto referido a la acumulación de reservas por parte del Banco Central. El compromiso es sumar US$ 1.900 millones y lograr esa cantidad de dólares se presenta difícil con el esquema cambiario actual.

La discusión sobre si el Presidente Javier Milei accederá a devaluar antes o después de las elecciones legislativas de fines del año que viene es permanente y cualquier dato sirve para opinar si lo tendrá que hacer o no.

La decisión de la conducción del FMI de correr al chileno Rodrigo Valdes de las negociaciones con la Argentina a partir de la fuerte crítica del Presidente Milei, abre una nueva instancia en las conversaciones con el organismo que le viene reclamando al gobierno que no deje atrasar el tipo de cambio.

Mieli y Caputo insisten en que no devaluarán porque eso implicará un salto de la inflación justo en el momento en que intentan el camino hacia la convergencia de la inflación con el dólar oficial que cotiza a $ 962 y sube a razón del 2% por mes.

Así, la palabra «convergencia» se puso de moda dentro y fuera del gobierno en materia de pronósticos sobre la marcha de la economía.

El gobierno consiguió borrar de la discusión pública la idea de que la Argentina podría caer en otra hiperinflación y tiene en la baja de la inflación como activo principal en su capital político, pero el dato de agosto, de 4,2%, superó lo esperado y constituye un llamado de atención.

Empeñado en que la inflación converja aceleradamente al 2% para igualar el ritmo de suba del tipo de cambio, la estabilización del costo de vida en torno al 4% mensual puede reforzar la visión de los expertos que consideran que con el esquema actual se encamina inexorablemente al atraso cambiario y a la vigencia del cepo por más tiempo.

El actual es otro mes de prueba el Banco Central en lo que hace al pago de importaciones por, como lo destaca la consultora 1816, «la superposición del viejo y nuevo esquema de pagos, en septiembre ‘en teoría’ se pagará el 125% de las importaciones del mes: los importadores pueden acceder al dólar oficial por el 25% de las mercaderías ingresadas en mayo, junio y julio, así como también por el 50% de lo correspondiente a agosto».

Los pagos al exterior se encaminan hacia la normalización y por el lado de la oferta, el abastecimiento no se presenta tan fluido a pesar del aumento de los depósitos en dólares del sector privado a raíz del blanqueo. Crecieron US$ 1.675 millones desde el 12 de agosto.

Los encajes de esos depósitos van a engrosar las reservas brutas del Banco Central, pero no atenúa el resultado de las «netas» que ya son negativa en US$ 6.234 millones.

El gobierno asegura que no necesita más dólares en el corto plazo e incluso que tiene los fondos para cumplir con los vencimientos de deuda del comienzo de 2025 pero, como le gusta decir al ministro Caputo «dato mata relato».

El último informe de la consultora Equilibra (Diego Bossio-Martín Rapetti) argumenta que «con más importaciones y menos exportaciones, prevemos que seguirán las dificultades para que el Banco Central pueda comprar dólares en el mercado cambiario, tal como viene ocurriendo desde fines de mayo».

Y agrega que, en ausencia de algún Repo (crédito de la banca internacional) «u otra magia financiera, proyectamos que el BCRA perderá US$ 4.000 millones de reservas internacionales netas hasta fin de año, cerrando diciembre con un nivel negativo de US$ 8.000/9.000 millones, apenas mejor que el que se heredó del gobierno de Alberto Fernández».

Y concluye el párrafo diciendo que en enero de 2025 el Tesoro enfrentará vencimientos de su deuda en dólares por unos US$ 5.200 millones.

La demanda de definiciones cambiaria por parte de los operadores financieros va creciendo semana a semana.

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