El diputado nacional del Partido Solidario, Carlos Heller, señaló que “el presidente Javier Milei, que busca seguir la política fiscal de los Estados Unidos, no aplica las mismas medidas: mientras ellos impone aranceles, nosotros reducimos retenciones, bajamos impuestos y eliminamos cupos“. Según afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190), y en la Comisión de Presupuesto, estas diferencias muestran cómo las decisiones del oficialismo impactan directamente en la economía, la producción, el comercio interno y el funcionamiento del país.
Exdirigente bancario y político argentino, Carlos Heller fue fundador y presidente del Banco Credicoop Cooperativo y vicepresidente del Club Atlético Boca Juniors. Se consolidó como referente del Partido Solidario y fue diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires entre 2009 y 2017. Actualmente ocupa una banca en el Congreso desde 2019.
Ayer en Diputados, en la Comisión de Presupuesto, decir: no se puede discutir un presupuesto sin conocer este acuerdo con los Estados Unidos que modificaría las condiciones macroeconómicas para el año siguiente. En esta misma línea, vos presidiste la unidad durante varios años, así que tu opinión me resulta especialmente interesante, ¿Cómo se puede discutir el presupuesto sin conocer cuáles son las condiciones del acuerdo?
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Efectivamente, en la sesión dije que, si todos reconocemos que el presupuesto es la ley más relevante del país, y en un momento como este el Gobierno adopta medidas como las anunciadas, es fundamental examinarlas. Más allá de la discusión legal sobre si corresponde o no pasar por el Parlamento como nuevo crédito, estamos frente a decisiones que impactan directamente en la economía. Evaluar la propuesta enviada por el Ejecutivo sin conocer los detalles del acuerdo con Estados Unidos y su efecto sobre las actividades productivas y financieras, sería prácticamente un ejercicio teórico.
Imaginate el caso del swap: ¿es para pagar el chino o para ampliar el que Argentina ya tiene? Porque si se usa para la primera opción, seguramente traerá condicionalidades vinculadas a nuestras relaciones comerciales con uno de los principales socios que tiene el país en el comercio internacional. Y así podría seguirse largo rato.
Todo esto: ¿comprarán deuda argentina? ¿En qué condiciones? ¿Por cuánto tiempo? ¿Con qué tasa? ¿Con alguna otra exigencia adicional? El secretario del Tesoro afirma: “Todo esto lo vamos a empezar a tratar después de las elecciones“. Es decir que, según el resultado electoral, se definirá qué se avanzará y qué no. Además, sostiene: “Hay muchísimas empresas norteamericanas dispuestas a invertir en distintos sectores estratégicos de la Argentina”. ¿Qué sectores son esos? ¿Qué compañías? ¿Qué tipo de inversiones? ¿Qué solicitan a cambio?
El panorama es tan amplio que no resulta serio plantear el tratamiento del presupuesto tal como se está haciendo. Por otra parte, hay varios aspectos que tampoco parecen rigurosos: ayer ni siquiera se logró acordar la fecha de la reunión. Parece un detalle menor, pero se convocó a la Comisión de Presupuesto para el próximo miércoles y nosotros avisamos que no se podría realizar. Sin embargo, el presidente mantuvo su convocatoria, citando la sesión que seguramente se cancelará, porque varios bloques solicitarán una para ese día y, eso, invalida la comisión.
Si puedo hacer una interpretación que parece razonable: dado que recién después de las elecciones se conocerán los términos del acuerdo con Estados Unidos, y considerando que la volatilidad en la Argentina hizo que el dólar pasara de 1550 a 1350, subiendo y bajando en el momento en que el gobierno envió el presupuesto, el tipo de cambio a diciembre de 2026 era menor que en el momento del envío. Ahora resulta mayor. Es decir, existe una variación de 10 a 20% de una semana a otra, y aún se desconoce cuál será el acuerdo con Estados Unidos. ¿Se puede sospechar que, en realidad, la intención del gobierno es que no se trate el presupuesto?
Sí, o que se apruebe un proyecto que ellos envían, que no resiste un análisis profundo, basado en conceptos del Ejecutivo pero que de ningún modo son obligatorios. Por ejemplo, en su mensaje por cadena nacional —una modalidad nueva para presentar el presupuesto—, el presidente asegura que solo cinco países del mundo tienen superávit fiscal, entre ellos Argentina, es decir, que hay otros cuatro. Pero al revisar la lista, los principales países centrales —Estados Unidos, Alemania, China, Rusia, Francia e Inglaterra— registran déficit fiscal. Por eso, la condición sine qua non que se plantea aquí no parece tener fundamento sólido y se presenta casi como un dogma.
Y esto no significa que yo sea defensor del déficit fiscal. Pero al observar los números, Estados Unidos tiene un déficit de más de seis puntos. El presidente argentino, que busca seguir ese modelo, no aplica las mismas medidas: mientras Estados Unidos impone aranceles, Argentina reduce retenciones, baja impuestos y elimina cupos. Actúa de manera opuesta. Además, el mandatario estadounidense enfrenta un conflicto con la Reserva Federal porque pretende tasas negativas para reactivar la economía. En nuestro país, las tasas son el doble de la inflación.
Día 648, Milei no aprende, no cambia y no podrá
Lo menciono para mostrar la complejidad del tema y los dogmas que se quieren imponer, sin un sustento sólido y enfrentándose a otras posturas.
mv/ff