20 octubre, 2025

El CO2 volvió a dispararse en la atmósfera en 2024 y condena al planeta a más calentamiento

Los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, el valor que mejor mide el origen del calentamiento global actual, sigue disparado y volvió a alcanzar nuevos máximos en 2024, lo que condena al planeta a un mayor aumento de temperatura en los próximos años y décadas, según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El Boletín de Gases de Efecto Invernadero de la OMM indica que las continuas emisiones de CO2 derivadas de las actividades humanas y el agravamiento de los incendios forestales fueron los responsables de este aumento.

Sin embargo, también ayudó a ello la reducción de la capacidad de absorción de CO2 por parte de los tradicionales sumideros terrestres (bosques, principalmente) y el océano. Ambas circunstancias combinadas amenazan con convertirse en un círculo vicioso climático que se va alimentando mutuamente.

Aumento del CO2 en la atmósfera desde 1985 / WMO

La OMM ha publicado su boletín anual sobre gases de efecto invernadero con el objeto de proporcionar información científica fidedigna a la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que tendrá lugar este mes noviembre. La reunión de la COP 30 en Belém, Brasil, tratará de intensificar la acción climática y asegurar el cumplimiento efectivo de acuerdos ya adoptados con anterioridad.

“Mantener y ampliar la monitorización de gases de efecto invernadero es fundamental para apoyar estos esfuerzos”, afirmó Oksana Tarasova, coordinadora del Boletín de Gases de Efecto Invernadero, uno de los informes científicos más importantes de la OMM y que ya va por su edición número 21.

Los niveles de CO2 siguen sin reducirse en el planeta / Shutterstock

Cuando se publicó el boletín por primera vez en 2004, el nivel promedio anual de CO2 medido por la red de estaciones de monitoreo de la Vigilancia de la Atmósfera Global de la OMM era de 377,1 ppm (partes por millón). En 2024, en cambio, esa cifra fue de 423,9 ppm.

Los océanos absorben menos CO2

Aproximadamente la mitad del CO2 total emitido cada año permanece en la atmósfera y el resto es absorbido por los ecosistemas terrestres y los océanos. Sin embargo, este almacenamiento no es permanente. A medida que aumenta la temperatura global, los océanos absorben menos CO2 debido a la menor solubilidad a temperaturas más altas, mientras que los sumideros terrestres se ven afectados de diversas maneras, como la deforestación o sequías prolongadas.

De hecho, la razón más probable del crecimiento récord de CO2 registrado entre 2023 y 2024 fueron los incendios forestales de grandes dimensiones en muchas partes del planeta, junto con una menor absorción de CO2 por la tierra y el océano en 2024, que fue el año más cálido registrado y que coincidió además con un fuerte fenómeno de El Niño.

Mientras la humanidad mantiene sus emisiones a la atmósfera y aumentan los incendios, los ecosistemas naturales absorben cada vez menos CO2, lo que impulsa una espiral preocupante

Durante los años de El Niño, los niveles de CO2 tienden a aumentar debido a la reducción de la eficiencia de los sumideros de carbono terrestres por una vegetación más seca y más incendios forestales, como ocurrió con las sequías e incendios excepcionales en la Amazonia y el sur de África en 2024.

Los sumideros de CO2 pierden eficacia

“Existe la preocupación de que los sumideros de CO2 terrestres y oceánicos estén perdiendo eficacia, lo que aumentará la cantidad de CO2 que permanece en la atmósfera, acelerando así el calentamiento global. La monitorización continua y reforzada de los gases de efecto invernadero es fundamental para comprender estos ciclos”, afirmó Oksana Tarasova, científica superior de la OMM.

Las emisiones actuales de CO2 a la atmósfera no solo impactan el clima global hoy, sino que lo harán durante cientos de años, debido a su larga permanencia en la atmósfera, recuerdan los expertos.

Metano y óxido nitroso

El metano representa aproximadamente el 16 % del efecto de calentamiento global causado por los gases de efecto invernadero de larga duración y tiene una vida útil de aproximadamente nueve años. Aproximadamente el 40% del metano se emite a la atmósfera por fuentes naturales (por ejemplo, humedales), que también son sensibles al clima, y alrededor del 60% proviene de fuentes antropogénicas como la ganadería, el cultivo de arroz, la explotación de combustibles fósiles, los vertederos y la quema de biomasa.

La concentración media global de metano en 2024 fue de 1.942 partes por billón (ppb), lo que representa un aumento del 166 % con respecto a los niveles preindustriales (antes de 1750). El óxido nitroso es el tercer gas de efecto invernadero de larga duración más importante y proviene tanto de fuentes naturales como de actividades humanas como la quema de biomasa, el uso de fertilizantes y diversos procesos industriales. La concentración promedio mundial alcanzó 338,0 ppb en 2024, un aumento del 25% respecto del nivel preindustrial.

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