28 diciembre, 2025

Sandra Ortega revoluciona el turismo de lujo

Codeándose con una aldea toscana reconstruida, el refugio en una isla recóndita francesa, una tienda de campaña en pleno desierto de Omán con un coste por noche de 1.700 euros y el establecimiento número 100 que Paradores ha levantado en una abadía cisterciense del siglo XII en la localidad zaragozana de Vera de Moncayo, el Financial Times incluye Na Praia entre los estrenos más esperados del sector turístico en todo el mundo para el próximo año. “Es una propuesta completamente diferente”, asegura el rotativo británico especializado en economía. El resort con 42 habitaciones de hotel, 3 suites, 63 casas aisladas y 5 villas se asienta en 340 hectáreas “de naturaleza virgen” en pleno paraíso dunar de la península da Troia, en Comporta, la meca del veraneo más exclusivo en el país vecino que algunos venden como “Los Hamptons de Portugal”. Un proyecto “nuevo y visionario”, describe también Forbes en un reciente reportaje sobre las nuevas tendencias del turismo de lujo. O del “poslujo”, como denomina la revista a una nueva era en la que “la narración de historias, las conexiones significativas y el énfasis en el santuario por sobre la extravagancia son factores clave” para los viajes de alto standing.

Pues la historia de Na Praia es larga y tortuosa por momentos. Detrás están José António Uva, propietario de la firma especializada en diseño e implementación hotelera Estúdio Lisboa, con su sueño de llevar “un lujo tranquilo” a este tramo de cruda belleza costera cerca de la zona rural de Comporta; y Sandra Ortega, hija de Amancio Ortega y Rosalía Mera, fundadores de Inditex. La idea de lanzar un eco-resort surgió en 2011, aunque hasta agosto de 2019 no germinó tras el visto bueno “condicionado” de las autoridades portuguesas a la Declaración de Impacto Ambiental. Ferrado Nacomporta —la promotora del proyecto, con un 95% del capital en manos del grupo empresarial liderado por la mujer más rica de España— tuvo que adaptar las características del “complejo turístico de baja intensidad” a los requerimientos para reducir la afección al entorno. Y, aun así, no cesaron las protestas de grupos ecologistas y la plataforma Dunas Livres, que en 2023 lograron paralizar las obras durante un mes por orden judicial.

Apertura en primavera

La historia tiene final feliz. Na Praia acaba de anunciar su apertura en la primavera del inmediato 2026. “Es una oda a la belleza indómita de su entorno y el resultado de más de una década de diseño cuidadoso y un compromiso duradero con la conservación”, aseguran sus promotores en el comunicado de la próxima inauguración, repleto del énfasis que caracteriza esta revolución del turismo más lujoso. “En armonía con su entorno, Na Praia rinde homenaje a la quietud de las dunas, la fragancia de pino, enebro y tomillo, y a la vida oculta de los ecosistemas que definen el paisaje”, relata. La arquitectura “sigue la lógica del territorio” y “se arraiga en un sentido palpable de pertenencia”. A poco más de una hora de Lisboa, pero “aparentemente remoto”, el complejo tiene entre sus puntos fuertes la puerta abierta a dos kilómetros de playa de arena blanca para invitar “a la tranquilidad y a un ritmo de vida más tranquilo”.

“No se trata solo de construir un hotel, se trata de preservar las dunas para las generaciones futuras”

José António Uva

— Promotor Na Praia

Siguiendo la estela de su padre, Sandra Ortega guarda el mismo discretísimo plano que en el resto de sus negocios. La cara visible del proyecto es su socio. “Na Praia se trata de gestión responsable”, asegura José António Uva. El respeto por la tierra y sus “tres ecosistemas distintivos” (océano, dunas y el estuario) fueron la inspiración porque, según el empresario, “no se trata solo de construir un hotel, se trata de preservar las dunas para las generaciones futuras”. De ahí los meses de “investigación exhaustiva” para aprender cómo funcionaba la naturaleza de la zona y la decisión de reducir un 80% las áreas de construcción de la propuesta inicial.

Los secretos del diseño… y el precio

El diseño arquitectónico corrió a cargo de Karl Fournier y Olivier Marty, del Studio KO de París. El paisajismo fue obra de la firma Doxiadis+, con sede en Atenas y pionera en espacios simbióticos y sostenibles. En todo el proceso, según los promotores, se priorizó la restauración de la flora y fauna autóctonas y se eliminaron las especies invasoras, “garantizando así la coexistencia armoniosa del hotel con su entorno natural”. Todo con una inversión cercana a los 250 millones de euros.

De la comercialización se encarga The Leading Hotels of the World, plataforma especializada en alojamientos de lujo con 400 hoteles independientes de más de 80 países en su cartera de clientes. Así se han podido ver las primeras imágenes de las habitaciones, las villas —algunas con piscina privada—, el edificio central del complejo y las zonas comunes. Contará con cinco restaurantes y la carta apostará por producto local de temporada, incluidas las verduras cultivadas en una granja de las proximidades gestionada exclusivamente por mujeres. Habrá buggies eléctricas y una “luz mínima” para evitar las emisiones contaminantes. La pista de los precios la da el Financial Times: “desde 1.500 euros”.

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