CIUDAD VICTORIA, México (AP) — Dos campesinos murieron y una mujer sufrió heridas graves luego de que la camioneta en la que viajaban pasó por encima de una mina artesanal colocada en una zona disputada por bandas del crimen organizado en el estado mexicano de Tamaulipas, fronterizo con Texas, según informaron las autoridades.
La mina estalló el viernes por la tarde en un camino rural del municipio de San Fernando y tanto los dos hombres fallecidos como la mujer eran vecinos de comunidades cercanas, explicó la secretaría de Seguridad del Estado.
El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, del oficialista partido Morena, y las autoridades de seguridad estatales ya habían alertado hacía días del peligro de recorrer caminos rurales en los municipios de San Fernando, Reynosa, Río Bravo y Valle Hermoso después de que tuvieran lugar dos explosiones similares.
Uno de los incidentes ocurrió el 12 de enero, cuando una camioneta de la Comisión Nacional del Agua explotó al pisar una mina entre Reynosa, en la frontera con McAllen, y el río Bravo. Diez días después, un campesino resultó herido en un episodio similar en Valle Hermoso, ciudad vecina de Matamoros, cuando su tractor pasó sobre un explosivo.
La Guardia Nacional encontró el jueves dos artefactos sospechosos en la misma zona dentro de un operativo de prevención y localización de explosivos.
La región de Tamaulipas es un territorio estratégico para el tráfico de droga y de migrantes que desde mediados de 2023 se disputan distintas facciones del Cártel del Golfo.
A raíz de esta batalla interna, los distintos grupos comenzaron a colocar minas artesanales para proteger sus territorios. Aunque el gobierno estatal inició un operativo para detectarlos, y ha encontrado algunos, los delincuentes vuelven a instalar más, lo que ha sembrado el miedo entre la población.
En los últimos años, los grupos criminales mexicanos han comenzado a emplear minas caseras y drones modificados, además de armas sofisticadas y vehículos blindados caseros, para enfrentarse a las fuerzas policiales y militares.
El año pasado, al menos ocho militares murieron en el estado occidental de Michoacán por explosivos artesanales.