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15 noviembre, 2024

Victoria Villarruel dijo que «las víctimas del terrorismo fueron negadas por 40 años» y llamó «personaje siniestro» a Estela de Carlotto

“Justicia, memoria y reparación. Los derechos humanos son de todos” rezaba este lunes el lema del acto en memoria de las víctimas de los grupos armados de los años ’70, como Montoneros y ERP, y que protagonizó la candidata a vicepresidenta de Javier Milei, la diputada Victoria Villarruel.

Acto en la legislatura de ciudad Buenos Aires Acto en la legislatura de ciudad Buenos Aires » homenaje a victimas del terrorismo» Argentina Arturo Larrabure y Victoria Villarruel Foto Federico Lopez Claro – FTP CLARIN _ABC3780.jpg Z RGonzalez gonzalezConvocado para las 17 horas en un salón de la Legislatura como “Homenaje a las víctimas del Terrorismo” empezó con una demora de una hora en medio de una fuerte tensión en las inmediaciones del histórico edificio de la calle Perú. Manifestaciones de la izquierda, como el MST y el Partido Obrero, y de organizaciones de derechos humanos kirchneristas, la APDH, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, lo repudiaron y tildaron de negacionista. Para el caso, el lema de este lunes fue la contracara del lema de algunos grupos de víctimas de la dictadura y del kirchnerismo: Memoria, Verdad y Justicia.

El acto abrió heridas a un lado y otro de una historia inconclusa, la de la violencia guerrillera en los ’70, y la de la dictadura militar entre 1976 y 1983. Vallada la Legislatura y llena de policías, hubo dos detenidos y la la candidata a diputada y ex líder de redes de Milei, Lilia Leomoine fue agredida. Contó en sus redes que le arrojaron nafta a la cara. Empleados de ATE que trabajan en la Legislatura lograron quedarse en el interior del edificio y cantaban su repudio contra “los negacionistas” y “genocidas” acompañados, entre dirigentes conocidos estaba Vilma Ripoll.

Villarruel en cambio entró convertida en una heroína. La familia militar y los jóvenes de la Libertad Avanza la vitoreaban literalmente por encabezar desde hace casi 20 años esta suerte de contramemoria ¡Te necesitamos Vicky, te necesitamos!», le dijo levantándose Luis Maria De Calcio, hermano de militar. Otros gritaban «¡Que viva la patria! Que viva la patria!». Y ya en el escenario, ella le retrucó a sus críticos “¡No les tenemos miedo!”.

Victoria Villarruel, candidata a vicepresidenta de Javier Milei, entrando a la Legislatura para un acto a las víctimas de la violencia de Montonero y ERP Reuters Victoria Villarruel, candidata a vicepresidenta de Javier Milei, entrando a la Legislatura para un acto a las víctimas de la violencia de Montonero y ERP Reuters Fue la última oradora de un acto que en realidad había convocado la legisladora del espacio de Milei, Lucía Montenegro: “Durante 40 años las víctimas del terrorismo fueron barridas bajo la alfombra, se las negó. Ningunas de estas víctimas tiene justicia, no pueden saber la verdad de lo que sufrieron, no pueden tener una reparación, ni siquiera moral, de lo que sufrieron. Lo sufrieron de aquellos que quisieron imponer una tiranía de izquierda”.

Luego afirmó: “El Estado en democracia nos está violando los derechos humanos para garantizarle la impunidad a un grupo de violentos que hoy gozan de libertad y de las garantías que les da nuestra democracia”.

Hiper custodiada, sentenció: “Las víctimas del terrorismo fueron desaparecidas de la memoria» y metió entre las víctimas del terrorismo a los muertos en el Atentado a la Amia, de 1994. Además, buscaron enfatizar que el homenaje fue a víctimas del terror en democracia. Los casos que mostraron en una video eran todos previos al golpe de Estado de 1976. Villarruel dijo que hubo por diferentes vías más de 17.000 víctimas.

A su lado, y en orden habian hablado antes, Graciela Saraspe, hija de un hombre que fue asesinado en un bar tucumano, en 1974; Lorenza Ferrari, cuya hija murió por una bomba en 1975. Y Arturo Larrabure, cuyo papá fue el director de la fábrica militar de Córdoba en Villa María. El cuerpo del mayor del Ejército, Argentino del Valle Larrabure, secuestrado en 1974, fue encontrado un año después en una zanja.

El testimonio del hijo de Larrabure fue doloroso. Pausado, contó como encontró la muerte su papá, pesando 48 kilos y “sin colaborar con el ERP”. Contó que el tiempo de su secuestro vivió en condiciones infrahumanas.

Montenegro abrió el acto, que tuvo momentos de tensión con la prensa porque los organizadores no dejaban entrar a quienes no se habían acreditado por escrito y con tiempo. Y los periodistas de la Legislatura se quejaron de que “nunca les había pasado algo así”. Finalmente dejaron pasar a los que están acreditados en el parlamento porteño, pero abajo quedaron otros en un corralito viendo el acto desde unas pantallas. Miembros de la organización contaron que temieron por la seguridad.

El acto dividió a la izquierda y a esta parte de la familia militar que encontró en Villarruel una portavoz hace diez años en el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), Es hoy su presidenta honoraria. Para el kirchnerismo, Villarruel es negacionista de la dictadura, y otros la criticaron porque el acto se hiciera ahora en campaña electoral.

Aunque apoyan a Villarruel en sus actos, ni Milei, ni el legislador Ramiro Marra estuvieron en el homenaje, que llenó el salón y tenía en primera fila a figuras como el candidato a diputado al Parlasur por LLA, Alfredo Olmedo.

Luego, algunos se vieron algunos conocidos influencers del equipo libertario como Agustín Romo, hoy candidato a diputado y Mariano Pérez. Y luego una mezcla de personas que siempre han estado pero nunca habían encontrado como ahora en los libertarios y en la crisis actual del kirchnerismo el contexto tan favorable para sus demandas.

Además de militares que no consideraban que la dictadura fue Terrorismo de Estado, otras figuras no tenían esas definiciones como el abogado de militares presos, Marcelo Llambías, veterano de la guerra de Malvinas, pero con un fuerte reclamo de justicia para quienes cumplen “penas injustamente”. Había cuatro ex conscriptos sobrevivientes del copamiento a la guarnición del Ejercito en La Tablada cometido por un comando del Movimiento Todos por la Patria (MTP), en 1989.

Mientras Montenegro dijo que no reivindicaban «la dictadura ni las trágicas consecuencias de esa violación del pacto democrático», aseguró que su espacio la repudiaba «de forma clara y contundente».

La presión contra el acto empezó temprano, con la manifestación del legislador de izquierda Gabriel Solano. Por la tarde unos mil manifestantes, hacían de antesala de la reivindicación libertaria que generó polémica. Intentaron tirar el vallado sobre Perú de un lado taponando la Avenida de Mayo, y del otro lado los grupos de la izquierda trotskista. «Argentina, Argentina» y se repartían volantes con las leyendas «son 30 mil» y «terrorismo de Estado, nunca más».

Más tarde, por la noche Villarruel tuvo palabras duras contra Estela de Carlotto. : “La verdad que Carlotto ha sido un personaje siniestro, con ese cariz de abuelita buena, ha justificado al terrorismo”, dijo. Horas antes, la Abuela de Plaza de Mayo había catalogado a la diputada libertaria de “mala persona”.

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