24 febrero, 2025

La mala alimentación y la obesidad provocan más casos de cáncer que el tabaco

Cuando un fumador se enciende un cigarrillo, en más de una ocasión quizá haya pensado que el mal hábito puede llevarle a la tumba. Pero a quien come a menudo pizzas precocinadas, salchichas o bollería empaquetada pocas veces se le habrá pasado por la cabeza que puede pasarle factura, más allá de coger unos kilos de más. Sin embargo, la evidencia científica indica que la dieta insana y la obesidad provocan más casos de cáncer que el tabaco.

En concreto, se calcula que entre el 30% y el 35% de los tumores están causados por malos hábitos alimentarios y entre 10% y 20% por la obesidad. Por tanto, ambos factores de riesgo están asociados a entre el 40% y el 55% de los cánceres, mientras que el tabaco causa un porcentaje inferior, de entre el 25% y el 30%, según una investigación internacional.

El motivo, según explica Luis Cabañas, nutricionista experto en oncología, es la mayor exposición a la mala alimentación que al tabaco. “Comemos 1.000 veces al año y por mucho que fumes, normalmente siempre se come más, es una de las razones de que haya más cánceres asociados a la comida insana”.

Más de la mitad de la población española sufre exceso de peso, el 55,8%, mientras que el porcentaje de fumadores que consumen a diario ha caído al 25%

También cabe tener en cuenta que hay más personas con altos niveles de grasa corporal que fumadores. En España, más de la mitad de la población sufre exceso de peso (el 55,8%: un 37% de sobrepeso y un 17% de obesidad). Mientras tanto, el porcentaje de fumadores que consumen a diario ha caído al 25%.

Tipos de cáncer

No obstante, puntualiza Cabañas, los cánceres provocados por tabaco, especialmente el de pulmón, en términos generales son más mortíferos que los asociados a la mala alimentación. Porque el cáncer no es único, hay decenas de tipos y estadios. En concreto, una dieta pobre en frutas y verduras y rica en comida precocinada, ultraprocesada, alto consumo de carnes rojas y bebidas azucaradas puede contribuir a desarrollar algunos tipos de tumores.

Así, la obesidad y la inflamación crónica que provoca se asocia con 13 tipos de cáncer, entre los que destacan mama, endometrio, colon, renal, próstata, vesícula biliar y páncreas. Sin embargo, la superviviencia en muchos de estos tumores es más alta que en pulmón, que es el cáncer más mortífero (seguido de tumor en el colon).

Dieta y obesidad son factores de riesgo diferentes porque no todas las personas que se alimentan mal desarrollan obesidad o sobrepeso y porque, en ocasiones, provocan tumores diferentes

Dieta y obesidad son factores de riesgo diferentes porque no todas las personas que se alimentan mal desarrollan obesidad o sobrepeso y porque, en ocasiones, provocan tumores diferentes. Por ejemplo, el exceso de peso puede causar mieloma múltiple, pero la mala alimentación no se asocia a este tipo de cáncer de la médula ósea.

Y teniendo en cuenta la dieta insana, el alcohol provoca entre el 4 y 6% de los tumores, sobre todo del tracto aerodigestivo superior, pero también de hígado, páncreas o mama, por lo que es un factor de riesgo importante y que, de nuevo, en muchas ocasiones el imaginario colectivo no asocia al cáncer.

No obstante, según precisa Sonia Pernas, jefa de la unidad de mama del Instituto Catalán de Oncología y miembro de la junta directiva del grupo de investigación SOLTI, el cáncer tiene un origen “multifactorial” y no se puede asociar a “una única causa”. “Quien fuma o hace una dieta incorrecta tiene más posibilidades”, apunta, pero no hay una única causa-efecto.

Los déficits

Aun así, la oncóloga y el resto de especialistas consultados creen que las administraciones deberían hacer más campañas para concienciar a la población. “La gente tiene información de que lo más sano, la dieta que más protege frente a enfermedades, es la dieta mediterránea, pero probablemente se podría incidir más en campañas y en las consultas”, indica Pernas.

“El sistema sanitario no incide lo suficiente en que hay que mantener una buena alimentación para reducir el riesgo de cáncer y la administración debería hacer más campañas”

Laura García-Estévez

— Coordinadora del grupo de trabajo de SEOM en obesidad, metabolismo y cáncer

“Necesitamos más campañas de las instituciones y sectores implicados. Si se invirtiera más en hábitos saludables desde la infancia, tendríamos adultos más sanos y menor gasto en sanidad”, apunta a su vez Laura García-Estévez, coordinadora del grupo de obesidad, metabolismo y cáncer de la Sociedad de Oncología SEOM. García afirma “rotundamente” que el sistema sanitario “no incide lo suficiente” en que se evite el sedentarismo y se coma adecuadamente.

“La siguiente revolución en la oncología estará relacionada con la nutrición: como curar el cáncer, a día de hoy, es imposible, hay que centrar los esfuerzos en evitarlo”

Luis Cabañas

— Nutricionista experto en oncología

El nutricionista Cabañas abunda en que el sistema es “excelente” en la respuesta a las enfermedades agudas, pero “debe mejorar en la prevención, la atención a las enfermedades crónicas y en las acciones que mejoran la calidad de vida”. A su juicio, “la siguiente revolución en la oncología estará relacionada con la nutrición”: “Curar el cáncer, a día de hoy, es imposible, por lo que hay que centrar los esfuerzos en evitarlo, dado que dos de cada tres cánceres son prevenibles”.

El problema, añade Cabañas, es que solo Catalunya y Galicia tienen nutricionistas en los centros de salud, al tiempo que en los hospitales tampoco es una figura muy común. “Lamentablemente no todos los hospitales están dispuestos a invertir en este perfil profesional y es una pena porque en las consultas de oncología no tenemos tiempo para explicarle al paciente las últimas novedades sobre dieta y nutrición y tampoco somos expertos en la materia”, añade García-Estévez.

Bulos

Ante ello, las pautas más frecuentes para los pacientes oncológicos es que hagan ejercicio y lleven a cabo una dieta mediterránea, teniendo en cuenta que no hay “ningún alimento prohibido pero tampoco ninguno ‘milagro’ que les ayude a frenar el cáncer”.

“La alimentación tiene un papel relevante en la prevención, pero ningún alimento, ni ninguna dieta pueden curarlo”

Juanjo Cáceres

— Coautor de ‘Dieta y cáncer: qué puede y qué no puede hacer tu alimentación’

De hecho, se difunden muchos bulos en torno a “dietas anticáncer”. “La alimentación tiene un papel relevante en la prevención, pero ningún alimento, ni ninguna dieta pueden curarlo. Eso solo pueden lograrlo las terapias y los fármacos. Ahora bien, ello no implica que la alimentación del paciente con cáncer no sea relevante, pues deben abordarse las deficiencias nutricionales que acompañan a la enfermedad y también minimizarse los efectos adversos de los tratamientos. De nuevo, el papel del o la dietista-nutricionista en el seguimiento de las personas afectadas es fundamental”, apunta Juanjo Cáceres, coautor de ‘Dieta y cáncer: qué puede y qué no puede hacer tu alimentación’. 

A este respecto, cabe destacar que el 80% de los pacientes oncológicos en estadio avanzado padecen desnutrición y que un 20% de ellos fallecen por este problema y no por el cáncer o enfermedades asociadas. De ahí que en las consultas se explique a estos enfermos qué hábitos alimentarios son más adecuados para reducir síntomas nutricionales asociados a los tratamientos y al propio cáncer. 

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