Dos de cuatro. Sergio Massa mencionó, días pasados los nombres de 4 dirigentes que le gustaría sumar a su eventual gobierno de unidad nacional: Juan Manuel Urtubey, Graciela Camaño, Emilio Monzó y Miguel Ángel Pichetto. Las menciones no fueron casuales; todos comparten historia con el candidato presidencial de UxP y un pasado en el peronismo.
El ex gobernador de Salta fue el más receptivo. Anunció su respaldo al ministro de Economía de cara al balotaje y viajó con él este lunes para hacer campaña en la esquiva Córdoba, donde el tigrense necesita crecer en la segunda vuelta. “Apoyo a Sergio Massa. No lo hago sólo como peronista, lo hago como un defensor de la democracia y de mi país. Es hora de mirar hacia adelante, ya es hora de trabajar por la Argentina. Al futuro no se lo espera, se lo construye”, sentenció Urtubey en las redes sociales.
En 2018, ambos exploraron un armado de centro junto a Pichetto y el cordobés Juan Schiaretti hasta que Massa cerró su pase al Frente de Todos, una decisión que también lo separó de Camaño. Urtubey fue entonces candidato a vicepresidente de Roberto Lavagna, que mantiene vínculo con el tigrense que lo imagina como un asesor externo si es electo presidente.
Alejandro “Topo” Rodríguez, referente en Diputados del ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, ya expresó su preferencia por Massa de cara a la segunda vuelta. En el mismo sentido se expresó Natalia De la Sota, intención que reiteró durante la visita de Massa a Córdoba, a pesar de la distancia del gobernador electo Martín Llaryora y de las críticas de los últimos días de Schiaretti a Massa. “Como me inculcó tu padre, voy a ser el Presidente que abrace definitivamente a Córdoba para terminar con tantos años de desencuentro”, agradeció el líder del Frente Renovador a De la Sota vía Twitter.
Mientras el salteño y el candidato presidencial de UxP hacían campaña en el segundo distrito electoral del país, Camaño también le devolvió la pared a Massa, en una entrevista. “Estoy frente a una elección en la que tengo dos opciones, puedo elegir a una persona a la que conozco con la que he militado 10 años y he promovido su candidatura, sus proyectos y valores. Algún momento nos separamos por estrategia política», señaló la diputada en declaraciones a Radio Con Vos.
El vínculo entre Massa y Camaño nunca se rompió. Los unen casi 30 años de relación; el candidato presidencial se inició en la función pública con Camaño y era uno de “los Gracielos”, como denominaban a la corte de jóvenes colaboradores de la diputada, que desde 2013 y hasta 2019 lo acompañó en la aventura del Frente Renovador.
A Pichetto, a quien algunos mencionaron como un posible ministro de Justicia, le molestó que Massa lo propusiera como un eventual integrante de su Gabinete. Cinco días antes de la entrevista del candidato presidencial, había expresado en un comunicado de Encuentro Republicano Federal su posición: «No subestimo a la sociedad ni soy quién para indicarle a la ciudadanía lo que debe votar. Como diputado electo en el rol de opositor, fortaleceré el espacio del centro democrático con la finalidad de asegurar la gobernabilidad en la Argentina”, escribió. .
En su entorno reiteran que nada cambió y que el diputado electo, que fue 12 años jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria y candidato a vicepresidente de Macri en 2019, “no es una hoja en el viento”. Bajo el ala de Pichetto trabajó durante años el actual director de Aduanas Guillermo Michel, uno de los funcionarios más encumbrados del massismo.
De la Unión del Centro Democrático al centro
Massa rodeado por Emilio Monzó Nicolás Massot y Graciela Camaño. Massa y Monzó se conocen desde que ambos militaban en la Ucedé, son amigos y nunca dejaron de hablarse. Durante la gestión de Macri, ese vínculo fue clave para que Cambiemos pudiera aprobar una batería de leyes, como el pago a los holdouts. “Es el candidato de Davos«, solía decir Máximo Kirchner sobre el ahora aspirante del peronismo.
En las últimas horas, se multiplicaron los trascendidos que indicaban que ya habían consumado un acuerdo político entre los dos ex presidentes de Diputados.
El círculo íntimo del armador de Mauricio Macri en 2015, sin embargo, lo niega de plano. Sostienen que por estas horas Monzó está compenetrado en el armado de un «bloque de centro» junto a su pupilo Nicolás Massot y Margarita Stolbizer, que fue en la boleta con Massa en 2017, antes de sumarse a JxC en 2021. El alter ego de Monzó Sebastián García de Luca se convirtió en jefe de campaña de Patricia Bullrich (cuyas listas también integró Massot) y ahora, como Macri y la fallida candidata de JxC, trabaja para potenciar las chances de Milei. Ya no se habla con su ex jefe político.
“Emilio se siente un apátrida y va a armar con otros legisladores que no tienen terminal y como él no tienen documentos”, explican quienes acompañan al ex intendente de Carlos Tejedor y ministro de Asuntos Agrarios de Daniel Scioli.
La hipótesis de Monzó es la misma gane quien gane. Visualiza una fractura irreversible en JxC y pronostica una similar en UxP si Milei resulta electo.
Considera que, en caso de que ganara Massa, el actual ministro buscaría correrse hacia el centro y, con 110 diputados seguros -más los que le pueda captar a Milei-, quedaría cerca del quórum propio. Si se impusiera el libertario, necesitaría aliados en el Congreso. En cualquier caso, en el universo de Monzó, que hace seis meses que no habla con Macri, creen que las acciones políticas de su nuevo espacio para empujar la agenda de gobernadores como Rogelio Frigerio subirían.
El domingo, Massa no mencionó a Stolbizer, con quien compartió boleta en 2017. El kirchnerismo no aceptaría a una de las principales denunciantes de Cristina Kirchner. La fundadora del GEN piensa que -a pesar de la convocatoria a la unidad de Massa-, la grieta y la polarización todavía seguirán ordenando la política nacional.
Algunos de los potenciales aliados extra partidarios que Massa imagina en su Gobierno sostienen que el candidato del peronismo no tiene muchos nombres a los que recurrir. El radical Gerardo Morales, que tiene un acuerdo con el FR en su provincia, ya dijo que no será de la partida. Sin embargo, este miércoles volvió a apuntar contra el candidato de LLA. «Si gana Milei, no vamos a poder pagar los sueldos a los empleados públicos», sostuvo. Algunos dirigentes que hablan con Massa todavía imaginan al radical como un posible ministro del Interior.
Cerca del candidato hablan de referentes con futuro y proyección; intendentes, dirigentes sindicales y empresarios. El propio candidato explicitó esa posición en su carta publicada publicada en Clarín Del gobierno de Unidad Nacional a la unidad nacional
2014. Massa y Gerardo Morales, en campaña. El vice jujeño Carlos Haquim responde al ministro.Durante su visita a Córdoba, Massa aseguró en una entrevista con Antena 3 que su futuro ministro de Economía no será de su fuerza política. Otra vez volvieron a agitarse los nombres del ex titular del BCRA Martín Redrado (otro que ya avisó que no sería de la partida y que era un número puesto para un Gabinete de Horacio Rodríguez Larreta) y del ex titular de la Fundación Mediterránea Carlos Melconian, a quien Patricia Bullrich había imaginado para el cargo.