Vecinos y turistas participaron del acto conmemorativo por el 90° aniversario del monumento del Cerro de la Cruz, ícono paisajístico y religioso de Villa Carlos Paz. El encuentro comenzó a las 13:30 horas, e incluyó una caminata hasta la cima y distintas actividades alusivas.
El Cerro de la Cruz, de 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar, es el pico más alto del ejido urbano y uno de los destinos más visitados de la ciudad. Su nombre proviene del monumento en forma de cruz blanca de 15 metros que corona su cima, inaugurado el 6 de abril de 1935 en el marco del XXXII Congreso Eucarístico Internacional.
La obra fue posible gracias a la donación del cerro por parte de Margarita Avanzatto de Paz, quien cedió el terreno con el propósito de levantar un símbolo de fe visible desde todo el valle. El ingeniero Arrambide estuvo a cargo del diseño y la construcción del monumento, utilizando materiales transportados a lomo de burro a través de senderos escarpados.
El sendero que conduce a la cruz tiene 2.200 metros de extensión y está jalonado por estaciones del Vía Crucis, lo que transforma el ascenso en una experiencia tanto física como espiritual. Al llegar a la cima, los visitantes se encuentran con la cruz de cemento blanco, que lleva inscripta en latín la frase: “Christus vivit, regnat et imperat” (“Cristo vive, reina e impera”).
A lo largo de nueve décadas, el Cerro de la Cruz se convirtió en símbolo de identidad para la comunidad de Villa Carlos Paz, y en un punto de encuentro tradicional para caminantes, familias, deportistas, grupos de oración y contingentes turísticos.
La conmemoración de hoy no solo recordó la historia del monumento, sino que también renovó el valor que la comunidad le atribuye como espacio de encuentro, meditación y naturaleza, en pleno corazón de las sierras cordobesas.