Parece una declaración encontrada en una cápsula del tiempo, descubierta en el nuevo milenio. Pero no, José Luis Chilavert escribió una reflexión en la red X en el presente y con la vehemencia que lo caracteriza arremetió contra el llanto de Vinicius en la previa al amistoso del martes entre Brasil y España donde el brasileño no contuvo la angustia al contar en primera persona que es víctima del racismo.
Acaso como un reflejo desesperado por que su nombre se sume a la tendencia que se multiplicó en redes sociales, Chilavert utilizó una técnica de visibilidad típica entre los cazadores de audiencia digital: eligió un posteo de alguien con mayor cantidad de seguidores y comentó el tema caliente.
«Pan y Circo,el primero que insulta y ataca a los rivales es el. Que No sea maricon, el fútbol es para hombres«, escribió Chilavert (así, sin tildes en algunas palabras acentuadas) respondiendo a la publicación del periodista Juan Pablo Varsky.
La técnica funcionó. Vinicius, con 7,4 millones de seguidores lloró en conferencia, Varsky -con una audiencia de 2,1 millones de personas- publicó el video del momento y Chilavert, con 260 mil seguidores, respondió con su comentario retrógrado.
La respuesta de Chilavert al posteo con la noticia del llanto de Vinicus.Para refrendarlo, republicó 86 comentarios de diferentes cuentas que lo elogiaban y festejaban su bravuconada homofóbica y reaccionaria. El fútbol, no es cosa de hombres desde hace muchos años y en Sudamérica, la rama femenina cobró un impulso en la última década.
Según datos de la FIFA, alrededor de 26 millones de mujeres juegan al fútbol de forma regular en 180 países de todo el mundo y las estimaciones superan los 40 millones si toma en cuenta a las profesionales, amateurs y academias infantiles.
Chilavert, que entre San Lorenzo y principalmente Vélez, fue profesional en la Argentina durante casi 15 años, sufrió muestras de racismo por parte del público local y las puso de manifiesto en diversas ocasiones, por lo que es llamativa su postura con el caso Vinicius.
Incluso, cuando el colombiano Jairo Castillo desembarcó en el fútbol argentino, lo hizo en Vélez. Allí sus hinchas le demostraron su afecto con un «olé, olé, Negro, Negro» que no le causó simpatía al delantero y entonces Chilavert, el capitán del equipo, le pidió al público del Fortín que no llamaran a su compañero de ese modo, ya que lo incomodaba. A la fecha siguiente, corearon su nombre. Un caso de éxito de ESI, antes de la ESI.
Lo que motivó el llanto de Vinicius, tiene que ver justamente con eso: racismo. El brasileño no claudica esa lucha ni la esquiva: contesta cuando le preguntan y habla cuando lo necesita, aunque los resultados no sean los esperados.
«Cada denuncia que hago parece ser peor. Yo no estoy luchando contra la afición de España, estoy luchando contra el racismo en el mundo. He hablado con mucha gente que me ha querido ayudar… habrá gente que hable bien de mí, y hable mal… pero tengo que acostumbrarme a eso. Siempre pienso ayudar a todas las organizaciones, para combatir el racismo», expresó en la misma conferencia.
Pan y Circo,el primero que insulta y ataca a los rivales es el.Que No sea maricon,el fútbol es para hombres.
— José Luis FelixChilavert Gonzalez (@JoseLChilavert_) March 26, 2024 Con la camiseta del Real Madrid, Vinicius ganó la Champions League, dos veces la Liga de España, una Copa del Rey, la Supercopa de Europa, dos veces el Mundial de Clubes y una Supercopa de Supercopa de España. Si el brasileño llegara a encontrar el tweet de Chilavert que funcionó como un parásito en el de Varsky, podría decirle al paraguayo: «Tu no has ganado nada«. Pero no se trata de eso.