Las Leonas salieron este martes a la cancha con la ilusión enorme de poder cortar esa racha negativa ante Países Bajos en Juegos Olímpicos, meterse en la final del torneo de hockey femenino París 2024 y mantener vivo el sueño del oro. Pero la realidad volvió a golpearlas. Es que más allá del gran partido que jugaron las argentinas y de la garra que le pusieron hasta el final (algo que este y todos los seleccionados albicelestes nunca negocian), el 3 a 0 a favor de las neerlandesas dejó otra vez en evidencia que las de camiseta naranja están un escalón más arriba que el resto desde hace varias décadas.
Los números no mienten: el equipo naranja lleva ganados diez títulos mundiales y alcanzó la final en los últimos siete torneos ecuménicos, de las que perdió solo tres. Fue en Utrecht 1998 ante Australia y en Perth 2002 y Rosario 2010 ante Argentina. Y en Juegos Olímpicos, son dueñas de cuatro oros y desde Atenas 2004 siempre jugaron la final (cedieron en esa edición con Alemania y en la de Río 2016 con Gran Bretaña).
Las argentinas sufren mucho esa hegemonía. París es la sexta cita olímpica al hilo en la que se quedan sin medalla dorada (o sin la chance de aspirar a ese primer escalón del podio) por culpa de Países Bajos. Ya había pasado en Atenas 2004 (derrota 4 a 2 por penales en las semifinales), Beijing 2008 (goleada en contra 5 a 2 también en semis); Londres 2012 (ese 2 a 0 doloroso en la final), Río de Janeiro 2016 (3 a 2 en cuartos) y en Tokio 2020 (3 a 1 también en el duelo decisivo).
¿Cuáles son las razones de semejante dominio?
Las jugadoras neerlandesas celebran uno de sus goles ante Las Leonas, en Colombes. EFE«Primero, son un país profesional y nosotros somos amateur. Ya vas 1 a 0. Obviamente no es excusa porque cuando estás acá querés dejar el país en lo más alto, pero sinceramente en la elite, los detalles hacen la diferencia y ellas tienen todos los detalles que nosotras no tenemos», se sinceró Agustina Albertario, mientras que en el Estadio Yves-du-Manoir todavía había algunos argentinos alentando a Las Leonas, a pesar de la caída.
Agostina Alonso resumió lo técnico: «Es el seleccionado más dinámico del hockey internacional. Tienen jugadoras distintas sobre todo en el medio de la cancha y en el ataque. Colectivamente son un gran equipo, sólido y prolijo. Y en el córner corto, tienen a una de las mejores jugadoras del mundo».
Fernando Ferrara y Rocío Sánchez Moccia, en tanto, coincidieron que todo se remite a las bases, a la estructura y al trabajo a largo plazo.
«Países Bajos tiene una historia de 20 años en tema de detección de talentos, formación de menores y la selección de jugadoras. Tienen seleccionados sub 16 y sub 18, nosotros arrancamos en el sub 21. Tiene la mejor liga del mundo. Por eso dominan el hockey hace 20 años. Diferencias hay un montón. Nosotros la peleamos desde abajo y tratamos de hacer el mejor papel posible para hacerles la vida difícil. Pero hay muchas cosas que cosas que se tendrían que hacer para nivelarnos», afirmó el entrenador argentino.
Yibbi Jansen celebra su gol ante Argentina. (EFE)La capitana del equipo agregó: «Lamentablemente, todo eso se nota en la cancha. Si bien nosotras vamos a defender hasta con la cara, hay muchas cosas contra las que no podemos luchar. Podemos entrenar doble o triple turno, hasta cuatro veces al día, y dar el cien como siempre hacemos, pero es muy difícil cuando las cosas no van de la mano. Ojalá en algún momento esto cambie, pero es lo que pasa hace muchos años. Y Argentina sigue estando ahí. En algún momento tendríamos que hacer ese click de mejorar ciertas cosas para intentar estar realmente en el primer lugar. Calidad y jugadoras hay, pero hay algo que está faltando».
Y cerró: «Te puedo hablar de la estructura, del juego, de todo lo que tienen en su país que nosotras no tenemos. Obviamente hacemos un esfuerzo muy grande para estar acá, no tenemos ni una cancha de hockey, porque la que tenemos (NdR: la del CeNARD) no está en las mejores condiciones. Y así y todo llegamos a una semifinal olímpica. Porque nos rompemos el lomo por amor a la camiseta. Para todo el mundo parece que es fácil, pero el camino es muy difícil».