Faustino Oro tiene 10 años y es un prodigio. Empezó a jugar online en plena pandemia y, cuatro años más tarde, lidera el ranking mundial Sub 12, tiene 2.351 puntos de ELO -el sistema que se utiliza para clasificar a los jugadores- y desde este domingo ostenta el título de maestro internacional, que logró luego de firmar tablas con al maestro internacional chileno Fernando Valenzuela Gómez (2358 ELO) por la novena ronda del Cerrado IM que se celebra en Barcelona, España.
«No me gusta charlar ni las notas. Quiero jugar», repetía, en octubre de 2022, enfundado en un buzo verde militar y zapatillas negras. «Me divierte jugar. Más que hablar. Me gusta ganar», avisaba cuando se aprestaba a jugar el Pro Am International Copa Clarín.
Alejandro, su papá y también ajedrecista, le contaba a este diario que antes de la pandemia de coronavirus, Faustino lo veía jugando al ajedrez y le decía «¡Qué aburrido!». Él prefería el básquetbol, que practicó durante un tiempo, y el fútbol -es fanático de Vélez y del FIFA-, que estaba por empezar a jugar justo cuando se decretó el confinamiento, que terminó cambiándole la vida.
Es que después de un algunos meses de encierro, en ese 2020 signado por el maldito Covid, mamá Romina le sugirió a su esposo que le enseñara ajedrez, con la ilusión de distraerlo y evitar que le destrozara el living con la pelota. Alejandro le explicó las reglas básicas, le mostró cómo se movían las piezas y le abrió una cuenta en la plataforma Chess.com, la más popular del mundo, para que empezara a jugar. Igual a Fausti el nuevo deporte no lo enganchó enseguida.
«Este juego es muy difícil», le dijo a su papá una semana más tarde, cuando había perdido buena parte de los 800 puntos con los que había arrancado. «Es un juego para pensar», le contestó Alejandro. Y le propuso un desafío: por cada 100 puntos que ganara, le darían un premio.
El niño argentino de tan solo 10 años Faustino Oro, durante el torneo Internacional de ajedrez en Barcelona. Foto: EFE/Alejandro García«Unos días después, me dice: ‘Subí 100 puntos, tengo premio’. Fue una pijamada. Y en una semana me pidió premio tres veces. Es muy difícil subir puntos en la plataforma. Imaginate que los mejores jugadores tienen 3.200. Si subís de a 100 puntos cada dos días, llegarías muy rápido. Por eso pensé ‘¿Qué estará haciendo?’», rememoraba Alejandro.
Entonces se conectó para ver una partida online y se sorprendió cuando su hijo realizó una jugada que ni él mismo, con 30 años de ajedrecista, habría hecho en esa partida. Le mostró el video a su papá, por entonces el mejor jugador de la familia, quien le dijo: «Con un mes de ajedrez, eso no es normal». Ahí comenzó la historia de Fausti con los tableros.
Al principio, todavía en plena pandemia, fue todo online. Y cuenta su papá que los rivales no creían que estaban jugando contra un nene de 7 años o sospechaban que podía estar recibiendo ayuda. Pero en poco tiempo todos en el ambiente del ajedrez sabían quién era Fausti. Porque además quiso empezar a transmitir en vivo sus partidas en su canal de YouTube (no lo hace más desde hace un tiempo) y eso lo hizo más conocido.
Alejandro aseguraba que no sabía cómo su hijo aprendió a jugar tan bien tan rápido. Admitía que desde chiquito hacía cosas que para él eran normales y para otros, no. Armaba, por ejemplo, el cubo mágico en dos minutos y medio cuando tenía 3 o 4 años. Pero también afirmaba que «lo de Fausti es súper normal en la mayoría de las cosas». Por eso cuando vio que su hijo tenía un talento especial en el tablero, lo anotó en el club Torre Blanca y le propuso empezar a tomar clases para ir puliendo sus habilidades.
Fausti Oro es el mejor Sub 12 del ranking mundial. Foto: EFE/Alejandro GarcíaNo fue fácil dar con el profesor adecuado. El primero que contactaron lo aburrió porque, al verlo tan chiquito, lo hizo empezar de cero. Y Fausti fue claro: ni siquiera quiso conectarse a la segunda clase.
Pero una vez que encontraron los que lograron interesarlo -primero, Jorge Rosito y Daniel Pérez, después Leandro Perdomo, todos destacados maestros del ajedrez argentino, además de Fabián Fiorito, su entrenador en Torre- se fue enganchando cada vez más. Y, tal vez motivado por su inquietud natural, fue aprendiendo y mejorando muy rápido.
Con el final del confinamiento pudo empezar a jugar partidas presenciales. Y aunque ya no era un desconocido, resultaba curioso ver cómo sus oponentes, mucho más grandes y experimentados, sufrían y transpiraban pensando que podían perder con él.
Genio trabajando. Piensa Faustino Oro. Foto. EFEAlcanza con un solo dato estadístico para darse cuenta lo talentoso que es Faustino. En 2022 se convirtió en el jugador más joven de la historia en llegar a los 2.100 puntos de ELO (lo hizo con 8 años). Para dimensionarlo vale comparar: el gran maestro noruego Magnus Carlsen, el mejor ajedrecista de la actualidad, apareció por primera vez en el ranking en abril de 2001, con 11 años y 2.064 de ELO. Hoy tiene 2.830.
Y hablando de Carlsen vale recordar lo que sucedió en marzo pasado. Fausti enfrentó al rey de los tableros en el Bullet Bral 2024, un certamen abierto de partidas ultrarrápidas que se juegan online en las que cada jugador tiene un minuto en total para mover sus piezas y para intentar vencer a su rival.
El argentino, por entonces con un rating ELO de 2330, jugó con piezas blancas y superó el gran maestro noruego (2830) en 48 jugadas para redondear un triunfo histórico en su incipiente aventura sobre los tableros.
“Estoy muy contento; una gran alegría para mí porque nunca había jugado contra él”, le dijo Oro a la prensa española tras haber conseguido aquella victoria que jamás olvidará.
Su crecimiento responde a una decisión fuerte tomada en familia. Alejandro Oro y Romina Simondi, ambos contadores con cargos ejecutivos en empresas top en Argentina, se dieron cuenta el año pasado que todo se desencadenaría antes de lo que habían pensado. Llegó el tiempo de la charla final y coincidieron en el tremendo volantazo.
Él renunció a su gerencia en Laboratorios Bagó después de 12 años. Ella renunció a la suya en Tecpetrol a un mes de cumplir 21 años en la empresa del grupo Techint. Armaron las valijas y el martes 5 de diciembre de 2023 llegaron a España. Todo para que Fausti, el genio precoz del ajedrez mundial, se codee con la elite. El esfuerzo valió la pena.