La adaptación tribunera de Los secretos de mi almohada de Leo Mattioli, que se escucha todos los fines de semana en muchos estadios de Argentina, incluye un remate común a todas las hinchadas que la entonan: “Un sentimiento, no traten de entenderlo”. Seguramente no muchos futboleros europeos conocen la canción, pero unos cuantos se aferraron a esa premisa en estos días y renunciaron a desentrañar la lógica de la renovada Champions League, que este jueves trazó el camino inicial de su edición refundacional. Los 36 conjuntos participantes conocieron a los ocho rivales con los que se medirán en la nueva fase de liga. Poca suerte y mucha actividad algorítmica delinearon el rumbo de cada uno. Eso sí: como siempre, algunos quedaron más conformes que otros.
Decenas de horas de trabajo de los especialistas de la División de Fútbol de la UEFA permitieron parir el nuevo formato, con el que, según la casa madre del balompié europeo, se apunta a “mejorar el equilibrio competitivo y el interés deportivo, y aumentar el número de partidos significativos en toda la competición”. Utilizando complejos modelos matemáticos se desarrolló a la estrella de este sorteo, que incluso opacó a Cristiano Ronaldo y a Gianluigi Buffon, las figuras invitadas a la ceremonia: el software que eligió a los ocho adversarios de cada equipo.
La dinámica del sorteo fue muy distinta a la que se había hecho costumbre en los últimos años. Esta vez, en el Grimaldi Forum de Mónaco, hubo un primer paso físico, como de costumbre: Buffon fue el encargado de extraer una bolilla de alguno de los cuatro copones en los que estaban distribuidos los 36 clubes (cuatro más que los participantes hasta la temporada pasada) en función de los coeficientes de cada uno. Luego, a Cristiano Ronaldo le tocó la tarea de pulsar un botón que ponía en funcionamiento el software. Sobre la base de criterios que podrían ser tema de conversación en la sobremesa de un asado de graduados de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, el programa arrojaba los nombres de los rivales y la condición en que el equipo en cuestión deberá disputar ese encuentro (local o visitante).
En esta nueva fase de liga, que comenzará el 17 de septiembre y finalizará el 29 de enero, cada conjunto disputará ocho partidos contra ocho conjuntos diferentes (cuatro en su casa y cuatro fuera de ella). Al completarse esas ocho jornadas, los ocho equipos que más puntos sumen avanzarán directamente a los octavos de final. Los que se ubiquen entre el noveno y el 24° puesto competirán en unos playoffs a doble partido (entre el 11 y el 19 de febrero), cuyos ganadores también pasarán a los octavos. Los que queden entre el 25° y el 36° lugar resultarán eliminados.
A partir de los octavos de final, el certamen no sufrirá alteraciones: se mantendrán las fases de eliminación directa a doble partido hasta las semifinales, en las que los conjuntos mejor clasificados en la fase de liga definirán como locales. La final, a un partido, se disputará el 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich.
El Allianz Arena de Múnich será la sede de la final de la Champions League. Foto: Matthias Schrader / AP.¿Qué destino les regaló el dichoso software a los principales aspirantes al título para la fase de liga? El defensor de la corona, Real Madrid, enfrentará como local a Borussia Dortmund (su rival en la pasada final), Milan, Red Bull Salzburgo y Stuttgart, y como visitante se medirá con Liverpool, Atalanta, Lille y Brest. Manchester City recibirá a Inter (al que batió en la final de la temporada 2022/23), Brujas, Feyenoord y Sparta Praga, y visitará a París Saint-Germain, Juventus, Sporting de Lisboa y Slovan Bratislava.
Para los futbolistas argentinos, los algoritmos arrojaron caminos dispares. El Atlético de Madrid de Diego Simeone, Julián Álvarez, Rodrigo De Paul, Ángel Correa, Nahuel Molina y Juan Musso salió relativamente favorecido: será anfitrión de Bayer Leverkusen, Leipzig, Lille y Slovan Bratislava, y visitante de PSG, Benfica, Red Bull Salzburgo y Sparta Praga. Más áspero será el sendero del Benfica de Ángel Di María, Nicolás Otamendi Benjamín Rollheiser y Gianluca Prestianni: en su casa enfrentará a Barcelona, Atlético de Madrid, Feyenoord y Bologna, y fuera se medirá con Bayern Múnich, Juventus, Mónaco y Estrella Roja.
El Liverpool de Alexis Mac Allister será anfitrión de Real Madrid, Bayer Leverkusen, Lille y Bologna, y visitará a Leipzig, Milan, PSV Eindhoven y Girona. El Inter de Lautaro Martínez y Joaquín Correa recibirá a Leipzig, Arsenal, Mónaco y Estrella Roja, y visitará a Manchester City, Bayer Leverkusen, Young Boys y Sparta Praga. Y el Aston Villa de Emiliano Martínez y Emiliano Buendía, que volverá a disputar el torneo de clubes más importante de Europa después de 42 años, actuará como local ante Bayern Múnich, Juventus, Celtic y Bologna, y como visitante frente a Leipzig, Brujas, Young Boys y Mónaco.
El orden de los partidos y la programación de las ocho jornadas de la fase de liga todavía no están definidas: la UEFA las anunciará este sábado.