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17 noviembre, 2024

El video que probaría que el futbolista Junior Benítez violó la restricción perimetral de su pareja antes del suicidio en Año Nuevo

Las imágenes son claras y la Justicia ya las tiene en su poder. La familia de Anabelia Ayala, la mujer que denunció por violencia de género al futbolista Oscar Junior Benítez y se suicidó en las últimas horas del 31 de diciembre pasado, reveló este jueves una serie de videos en los que se ve la camioneta propiedad del ex jugador de Boca y Lanús, entre otros, en la puerta de la casa de la víctima, lo que probaría que incumplió la restricción de 300 metros que le había impuesto la Justicia en la causa por la que permanecía con prisión domiciliaria.

La familia de Anabelia Ayala, ex pareja de Junior Benitez.  Fotos Emmanuel Fernández - CLARIN La familia de Anabelia Ayala, ex pareja de Junior Benitez. Fotos Emmanuel Fernández – CLARIN Anabelia Ayala, siempre según el video en el que se ve la presunta fecha y hora de la grabación, desciende de la camioneta con algo de dificultad para desplazarse hasta el ingreso de su vivienda, la misma en la que decidió quitarse la vida horas antes del Año Nuevo. «Llegó con los ojos hinchados, se encerró en su habitación y no quiso salir más», relató José Ayala, en su entrevista con Clarín, donde realizó también una escalofriante denuncia contra Junior Benítez.

Junior Benítez y Anabelia Ayala, una historia con trágico final.Junior Benítez y Anabelia Ayala, una historia con trágico final.Rodrigo Tripolone, abogado de la familia de la víctima, fue quien realizó la presentación ante la Justicia para modificar la carátula de la causa que tenía a Junior Benítez acusado de “coacción agravada por el empleo de arma de fuego en concurso real, con daños, amenazas y desobediencia”.

¿Qué pasó con Anabelia?

Entre la noche del 31 y la madrugada del 1 de enero, en lo de los Ayala hubo fiesta. Llegó familia del interior para sumarse a la mesa y la postal parecía la misma que en cualquier otra casa: la reunión de fin de año, encuentro y brindis. Fueron los últimos momentos de festejo en una casa en la que tardará en volver la sonrisa.

Agustín golpeó la puerta de la habitación de Anabelia y su hermana no le respondió. Nada nuevo, ya se habían acostumbrado: vivía sometida por su expareja, el futbolista Junior Benítez, que no dejaba que estuviera con nadie, ni siquiera en su casa, y esa noche no sería la excepción. Brindaron sin ella. No sabían que la joven había decidido quitarse la vida ahorcándose.

Mientras todo esto pasaba, en otra casa del barrio de Malvinas Argentinas, la familia del ex delantero de Boca y Lanús observaba el horror por medio de una tablet, a través de una aplicación, sin hacer nada. Es lo que denuncian los padres de Anabelia luego de escuchar un audio en el que una presunta familiar de Benítez relata lo sucedido.

“Nosotros no llegamos a brindar porque se hizo la hora y no brindamos porque estábamos todos con… ¿Cómo es? Nada, se ve que Junior y ella tienen como una aplicación o, no sé, una cámara a la que Junior estaba viendo que, corte, la piba se colgaba. Y, nada, llamaron a mi casa ¿viste? porque estaba mi tía, para que vaya a avisarles que la pendeja se había colgado, porque nadie sabía”, se oye en un audio de WhatsApp que José Ayala comparte con Clarín. “Ella” es Anabelia, su hija. Y Junior, es Benítez, campeón con Boca.

Según afirman los padres de Anabelia, Benítez vio en vivo y en directo cómo la joven se ahorcaba en su propia habitación. Fue su manera de librarse del hostigamiento por parte del futbolista que no se había terminado con la relación, ni tras la denuncia por violencia contra ella y su familia, por la que llevaba puesta una tobillera bajo un arresto domiciliario que no respetaba.

Como el buda de yeso que reposa junto a la puerta de entrada de la casa, José mantiene la serenidad. Vuelve a escuchar el audio y se lamenta porque “nadie de esa familia” tuvo el coraje de avisar lo que pasaba en la habitación de su casa. Desde el principio miró de reojo al novio de su hija, porque nunca se bajó de la camioneta ni para saludar cuando iba a buscarla o la dejaba.

Lo mismo que al resto de los Benitez, a quienes conoce del barrio. “Son pendencieros, mal educados”, los pinta. No busca venganza. No se le cruzó por la cabeza emplear la violencia. Cree en la Justicia. En la que se encarrila en el sistema judicial, en la Divina, y en la condena social.

Todavía no lloró y explica por qué su familia convivía con la omnipresencia de Benitez en una tablet. “Era eso o que viviera en otro lado. Acá sentíamos que la podíamos cuidar”, dice, sereno. Solo se arrepiente de la respuesta que le dio a su abogado cuando le consultó su parecer sobre el cumplimiento efectivo de la condena y él no pidió que fuera en un penal, sino que gozara del beneficio domiciliario.

“Pensé en sus hijos, en la posibilidad de que puedan seguir viendo a su padre. Yo pensé en sus hijos y él no pensó en mi hija, me equivoqué”, dice sin soltar una lágrima.

El audio tiene otros tramos en los que la presunta familiar de Benitez relata con extrema frialdad el suicidio, del que el propio futbolista habría sido espectador. La tablet y el teléfono celular de Anabelia están en manos de la Justicia y serán peritados para determinar si el relato de WhatsApp es real, si la transmisión fue vista desde otro dispositivo, el del ex futbolista de Boca.

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