Corrían 43 minutos del primer tiempo del partido entre Banfield e Independiente Rivadavia de Mendoza, en uno de los duelos que cerró la fecha 15 de la Liga Profesional de Fútbol. El Taladro, de preocupante presente, acaba de ponerse en ventaja por el gol de Ezequiel Cañete. Y disfrutaba, tal como venía sucediendo en sus últimas presentaciones, de la chispa de Damián Díaz, el veteranísimo refuerzo que le habia cambiado la cara al equipo. Pero las sonrisas se borraron enseguida. El enganche formado en Rosario Central sufrió una escalofriante lesión y en el Sur del Gran Buenos Aires ya lo extrañan.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y la repetición de la jugada que sacó de la cancha al Kitu Díaz duele. En el intento de bloquear un pase de Iván Villalba, el ex Barcelona de Ecuador se arrojó al piso. Pero el botín izquierdo le quedó trabado en el césped y no siguió el envión del cuerpo. El pie quedó estacado y el tobillo sufrió las inevitables consecuencias. La torcedura fue terrible.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Pero el silencio que se escuchó en el Florencio Sola fue casi tan estremecedor como los gritos de dolor del jugador de 38 años, que se nacionalizó ecuatoriano e incluso jugó para el Tri en las Eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022.
Desconsolado, a sabiendas de que podía ser algo grave, Díaz comenzó llorar. Apenas lo vieron, los médicos miraron al banco del uruguayo Gustavo Munúa y le avisaron que hiciera el cambio con el tradicional gesto con los dos índices girando como en un bolillero.
Entró Matías González y Díaz fue derecho al vestuario en la camilla. Y de ahí a un centro médico para hacer estudios y determinar el grado de la lesión. La primera impresión es que la lesión reviste enorme gravedad
La lesión de Damián Kitu Díaz para Banfield contra Independiente Rivadavia.Se trata de un duro golpe para Banfield porque pierde al jugador que había organizado con calidad y su inteligencia un equipo que venía cuesta abajo. De hecho, Kitu venía de romperla y de meter un gol en el 1-0 contra Barracas Central en la cancha de Riestra. De hecho, hacía un ratito había participado en la gestación del gol de Cañete que abrió el camino para la victoria por 2-0 ante los mendocinos.
Su inventiva con la pelota no sólo alimentaba al Taladro, sino que se había convertida en una fija en los resúmenes de los lujos de cada fecha. A pesar de estar cerca del retiro, le bastaba y le sobraba para brillar en el devaluado fútbol argentino. Ahora sólo resta esperar el diagnóstico y esperar a que pueda volver a jugar lo antes posible.