Son alrededor de 22.000 los agentes de seguridad que trabajan día a día para que la Eurocopa de Alemania sea noticia por lo que pasa adentro de la cancha y no por lo que sucede afuera. Pero, a juzgar por lo que ocurrió en la primera semana de competición, la violencia le compíte al fútbol. Mientras la presente edición del certamen continental es la de mayor promedio goleador (2,83 por partido) desde la llevada a cabo en Bélgica y Países Bajos en el 2000, también se acumulan los reportes de severos incidentes en las distintas ciudades teutonas.
Claro que esto no es algo nuevo: ya en la Eurocopa de Francia 2016 y en la de Inglaterra 2021 (hace poco se estrenó en una de las plataformas de streaming «La final: Caos en Wembley») se vivieron momentos de extrema tensión. Los hechos no son aislados y las razones hay que buscarlas más allá de la pelota. El clima político general, con una progresión de extremos de derecha a izquierda, los nacionalismos, los viejos rencores, el odio y la violencia son los factores que se cruzan y los que tienen en estado de alerta a las autoridades alemanas.
Este martes, en la previa del encuentro entre Turquía y Georgia disputado en Dortmund, los fanáticos de ambas selecciones se enfrentaron dentro del estadio. Lo que parecía que iba a ser simplemente un intercambio de canciones y agresiones verbales, terminó en una pelea entre las dos hinchadas.
En tanto, el domingo pasado, minutos antes del duelo entre Países Bajos y Polonia, la policía mató a un hombre que llevaba un hacha y un artefacto explosivo en Reeperbah, Hamburgo, en la cercanía de la fan zone de la Naranja Mecánica.
Ese mismo día, en las calles de Gelsenkirchen se produjeron distintas peleas en la previa al juego entre Inglaterra y Serbia. Los «Ultras» de ambas selecciones chocaron en el centro de la ciudad del estado alemán de Renania del Norte-Westfalia. De los incidentes también participaron hinchas de Albania, quienes se pusieron codo a codo con los ingleses. De la batalla campal se conocieron varios videos y la particularidad fue que de la pelea participó Danilo Vucic, hijo del primero mandatario serbio, Alexsandar Vucic.
Más problemas: una cincuentena de aficionados italianos fueron detenidos antes del partido de su selección ante la de Albania, justo cuando se disponían a atacar a un grupo de hinchas rivales con navajas y un cóctel Molotov.
Una de las postales más indignantes, igual, sucedió durante el duelo entre Rumania y Ucrania, cuando los rumanos corearon por largos minutos el nombre de Vladímir Putin, el hombre fuerte de Rusia, país que está en guerra con los ucranianos. Un dato no menor: la UEFA no le permitió a los rusos participar de la Euro.
Los 51 partidos repartidos entre 10 ciudades que se van a disputar en Alemania ya están atrayendo a millones de espectadores y con ellos la preocupaciones. Europa está en estado de alerta por el crecimiento de los hechos violentos y en la Eurocopa se replica lo que sucede durante la Champions League o incluso partidos de la Eurobasket.
¿Se calmará la violencia en los próximos días o irá en aumento con el correr del torneo? Por lo pronto, las fuerzas de seguridad de Alemania están preparadas para todo.
Eurocopa 2024: un arranque a puro gol
El arranque de esta Eurocopa 2024 de Alemania ha supuesto el mejor inicio goleador en la historia de la competición en términos de promedio de goles por partido desde la edición disputada en Bélgica y Países Bajos en el 2000, hace casi un cuarto de siglo.
El último tanto anotado casi al final por Francisco Conceiçao en el Portugal vs República Checa para darle la victoria al combinado luso ha dejado la cuenta que iniciara Florian Wirtz en el minuto 10 del Alemania vs Escocia inaugural el pasado viernes, en 34 goles en 12 partidos de la primera jornada, parando el promedio en un considerable 2,83 tantos por partido.
Florian Wirtz marcó el primer gol de la Euro. Foto: EFE/EPA/MARTIN DIVISEK.Estas cifras han quedado cerca de la marca de 3 goles por partido establecida en la primera jornada de la Eurocopa del 2000.
El siguiente récord lo marcan los cinco goles por partido de la edición de Yugoslavia 76, la que se acabaría resolviendo con el histórico penalti de Antonin Panenka para que Checoslovaquia conquistara el título.
Desde que se comenzaron a introducir fases de grupo previas a eliminatorias, con sus sucesivas ampliaciones tanto de equipos como de rondas, la Eurocopa del 2000 había sido la más prolífica en cuanto a goles por encuentro se refiere en la apertura del campeonato, en la que destacaron el duelo Portugal 3-Inglaterra 2 y Yugoslavia 3-Eslovenia 3 y se computaron 24 goles en 8 encuentros.