Cuando se oficializó el Torneo Promocional Amateur el 26 de enero nadie sabía cómo iba a encajar con la estructura del fútbol argentino. Sin embargo, con el correr de las fechas, se pudo ir viendo qué equipos se encaminaban para dominar la nueva categoría. Es el caso de Camioneros, el equipo de la familia Moyano, que no solo está puntero con 25 unidades, sino que también marcha invicto.
Uno de los equipos que generó revuelo en redes sociales -y que no desentona en la competencia- es Náutico Hacoaj. Su hinchada, autodenominada los Borrachos del Shimon, es tendencia fin de semana tras fin de semana. Formada en su mayoría por adolescentes, le da color al torneo y mucha visibilidad al equipo de Tigre. Los chicos tienen, además, valores muy respetables como no insultar a los rivales o quedarse después de los partidos para limpiar las tribunas.
El equipo está quinto con 15 unidades a diez del puntero Camioneros, que parece encaminarse sin obstáculos a la Primera C. Sin embargo, Náutico Hacoaj no sólo es famoso por sus simpatizantes. También tiene un jugador que llama la atención por su habilidad. Y también por su apodo singular. Se trata de Benjamín Schmitt, a quien todos conocen ahora como Plasticola.
Tiene 18 años, es rosarino, pero se vino a vivir a Buenos Aires a los cuatro meses. Su padre trabaja en el área de recursos humanos de una empresa y su madre es psicóloga. Pero su historia apenas comienza ahí.
«A Náutico llego en 2017 por un amigo que jugaba ahí y me llevó. Antes pasé por una escuelita de fútbol y tuve un paso por Tigre, pero fueron dos meses», le cuenta Plasticola a Clarín y agrega que juega a la pelota desde que tiene memoria. Su posición preferida en la cancha es de «cinco de juego», el famoso enganche que se fue tirando atrás. Sin embargo, también estuvo jugando de extremo e incluso de volante por la derecha.
Benjamín «Plasticola» Schmitt la rompe en el Promocional. Foto: Instagram«Jugar en esa posición beneficia a mi juego por el juego asociado, los cambios de frente o correr a los espacios«. En el Promocional lleva un gol en nueve partidos.
Sin embargo, más allá de su oportunismo, su fuerte es su talento para llevar la pelota. De ahí su apodo. Es que la lleva pegada al pie. «El apodo surge porque el CM (Community Manager) de la cuenta de Náutico Hacoaj estaba pensando en algún apodo y a algunos de los chicos se les ocurrió Plasticola. Quedó y se viralizó un montón«, cuenta Benjamín que no profesa el judaísmo más allá de que juega en uno de los clubes más tradicionales de la comunidad.
Benjamín Schmitt, una de las figuras de Náutico Hacoaj
Los borrachos del Shimón y el sentido de pertenencia
«El no ser judío nunca me generó problemas. En el club siempre me trataron igual que todos», resalta Schmitt, quien está agradecido con Náutico por la oportunidad que le dieron para entrar al círculo virtuoso del fútbol.
«Náutico siempre me dio todo la verdad. Desde que llegué me sentí muy cómodo. A pesar de jugar en la última categoría acá se busca hacer todo de manera profesional. Porque aunque sea un torneo amateur, nosotros, los jugadores, nos sentimos profesionales«, advierte y agrega: «Hoy en día el club representa una gran parte de mí y estoy muy contento».
Benjamín Schmitt (11) y sus compañeros saludan a la barra de Los Borrachos del Shimón. Dentro de la cancha se sorprende con el sentido de pertenencia que tienen sus hinchas, principalmente entre Los borrachos del Shimón. »En el club hay un sentido de pertenencia increíble. Alientan los 90 minutos, no se insulta a los rivales y se quedan para limpiar las tribunas. Yo creo que eso es lo que representa el club y lo que busca mostrar».
«Lo que se ve de adentro es que la hinchada está los 90 minutos sin parar de cantar. Deben estar todos afónicos. Dejan todo… Cuando jugamos en día de semana, salen antes del colegio y dejan todo en la cancha».
Su familia, los estudios y su sueño en el fútbol
Plasticola, además de jugar al fútbol, estudia Economía en la Universidad de Belgrano. «Cuando estaba en Tigre, mi viejo quería otra cosa… Quería que estudiara y entonces me sacó de ahí y buscamos un club donde pudiera hacer las dos cosas: entrenarme y estudiar a la vez«.
La posibilidad de vivir del fútbol en un futuro es una pregunta que se ha hecho varias veces y aunque no tiene una respuesta, Schmitt reconoce que depende de muchas cosas. «Aparte de lo que yo quiera y busque, también depende un poco de mis viejos y lo que ellos prefieren. Hoy es que yo estudie«.
Benjamín Schmitt celebra uno de sus goles para Náutico. Plasticola tiene un objetivo claro: le gustaría ascender para jugar la Copa Argentina. «Mi sueño más grande sería ascender a la C y jugar la Copa Argentina. Sería un logro histórico para el club y a nivel personal». Claro, es algo que nunca se lo imaginó porque hace seis meses estaba jugando torneos juveniles.
¿Por qué la Copa Argentina? «Porque me gustaría vivir la experiencia de viajar al interior y enfrentar a los grandes equipos de Primera en canchas como el Kempes en Córdoba o el Malvinas Argentinas en Mendoza».
Cómo es jugar en el Torneo Promocional Amateur
«Para jugar el torneo promocional la edad máxima es de 26 años y que nunca hayas firmado un contrato profesional», explica Plasticola y agrega que hoy el equipo «más duro» que tiene la categoría es Camioneros. El club de la familia Moyano lleva ocho partidos ganados y uno empatado en nueve presentaciones. Es el conjunto que más goles convirtió con 29 y solo Estrella del Sur, su escolta a cuatro puntos y su rival del jueves, tiene la valla menos vencida.
Antes del inicio del torneo se había generado una gran polémica con el equipo de Esteban Echeverría. Es que además de jugar el Promocional, Camineros disputa en simultáneo el Federal A. Lo llamativo es que en caso de salir campeón en ambas categorías deberá elegir a qué división asciende. El Camión se inclinaría por jugar en la Primera C porque de esta manera quedaría afiliado directamente a AFA. Además, por ahora, está fuera de zona de clasificación en la zona B del certamen que otorga pasaje directo para la Primera Nacional.
«Plasticola» se hizo viral por su juego y su apodoSobre el peculiar caso de Camioneros, Schmitt prefiere no meterse en polémicas: «Lo hablamos entre los jugadores, pero no mucho más que eso… No le dimos tanta relevancia. Estamos muy enfocados en nosotros, en cómo entrenamos, cómo afrontamos los partidos y tratamos de dejar esas cosas de lado«.
Cómo en todas las categorías de ascenso del fútbol argentino hay cierta tolerancia a un roce más duro y los habilidosos como Plasticola son las principales víctimas de las patadas: «En el Promocional pegan mucho, pero es parte del fútbol, es parte del ascenso del fútbol argentino«.
«La ilusión de subir en la tabla o soñar con ser campeón siempre está. Nos entrenamos tres o cuatro veces por semana dos horas y media. Esperamos que este torneo sirva para afianzarnos como equipo y en el Clausura poder dar todo», cuenta Benjamín sobre el andar de Náutico Hacoaj que ya no puede pelear por el ascenso a cuando le quedan tres partidos por delante en el Apertura.
La importancia de la hinchada, un soporte de lujo para Náutico Hacoaj. Además de defender los colores de Náutico, Schmitt es un hincha fanático de River. «Si pudiera traer un jugador sería Julián Álvarez, alguien que está los 90 minutos prendido, creo que le iría muy bien», bromea. ¿Otro deseo? Si tuviera la chance de enfrentar a un defensor de Primera le gustaría jugar contra Marcos Rojo. «Acá voy 100% por mi lado fanático de River», se sincera.
Volviendo a la realidad, Plasticola tiene como objetivo seguir ayudando a su equipo a seguir creciendo.