El presidente de la Federación Española de fútbol reconoció que se «equivocó», aunque aclaró que se trató de una situación «normal» entre dos personas que tienen una «magnífica relación».
Con el correr del tiempo será un día histórico para la rama femenina del fútbol en España, pero el presidente de la Real Federación (RFEF), Luis Rubiales, se encargó de empañar lo que significaba la conquista del primer Mundial de su historia con un gesto que causó reprobación y lo llevó este lunes a pedir disculpas, a medias. Es que el beso en la boca con la futbolista Jennifer Hermoso en plena premiación fue considerado «algo natural» por el directivo y producto de la «magnífica relación» entre ambos protagonistas, a pesar de que la número ’10’ reconoció que no le había gustado.
En un vídeo enviado a los medios por la RFEF, Rubiales comenzó diciendo que están «ante un hecho histórico, uno de los días más felices del fútbol español», el campeonato mundial, algo por lo que llevaban «trabajando mucho tiempo» y se sienten «orgullosos».
«Pero también hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde, pues seguramente, me he equivocado. Lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió, de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes», afirmó.
«A partir de ahí, aquí no se entendía. Lo veíamos algo natural, normal, y para nada con ninguna mala fe. Pero fuera parece que se ha formado un revuelo. Desde luego, si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra», aseguró Rubiales.
El beso en la boca de Rubiales a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas se viralizó en las redes sociales este domingo y motivó las reacciones de varios estamentos del Gobierno español: la ministra de Igualdad, Irene Montero, el de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y la de Defensa, Margarita Robles, han exigido explicaciones y disculpas al presidente de la RFEF.
Asimismo, agregó que en unas declaraciones suyas efectuadas el domingo a última hora que el caso le parecía «una idiotez por eso, porque aquí dentro nadie le daba la más mínima importancia, pero fuera sí que se lo han dado».
Rubiales admitió estar «apenado porque ante el mayor éxito» de la «historia en el fútbol femenino y uno de los mayores en general», ya que es la segunda Copa del Mundo de ese deporte a nivel mayor, «esto haya empañado en cierto modo la celebración».
«Creo que hay que darles el mérito a estas mujeres al equipo liderado por Jorge Vilda, y esto se tiene que celebrar por todo lo alto», finalizó Rubiales.
El otro gesto reprobable de Rubiales en la final
Antes de todo lo que ocurrió ante la mirada del mundo, e incluso de la reina de España Letizia y la infanta Sofía, quienes estaban a su lado en la tarima de premiación, Luis Rubiales había protagonizado otro gesto reprobable.
Con el pitazo final en el estadio de Sidney y el 1-0 de la Roja sobre Inglaterra que la consagró por primera vez como campeona del mundo, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol se tomó los genitales en pleno palco oficial.
Había aplausos, gritos, celebración, pero el mandatario del fútbol español realizó el inequívoco gesto de agarrarse los testículos.
Con información de EFE