La baja de la inflación es uno de los factores clave para que la caída del consumo masivo empiece a desacelerarse. De hecho, ya existen indicios sobre «cierta estabilidad» en las ventas de los distintos canales comerciales. Sin embargo, el poder de compra de los consumidores se recuperaría en forma más lenta y gradual. Según las previsiones de la consultora Nielsen IQ, la recuperación del poder de compra podría tardar unos dos años.
El análisis de la consultora es que, después de alcanzar niveles mínimos históricos en las últimas dos décadas, la caída del consumo masivo comenzó a desacelerarse, favorecida en parte por la moderación en el aumento de precios. Este fenómeno se observa en todas las familias de productos, siendo las bebidas el primer segmento en mostrar esta tendencia. Sin embargo, los productos más prescindibles, como electrodomésticos y tecnología, experimentan caídas aún más pronunciadas: duplican las registradas en los productos de consumo masivo.
«El primer semestre de 2024 ha sido uno de los más complejos en términos de consumo masivo desde la crisis de 2001. El 60% de la población pertenece al nivel socioeconómico bajo, con un 48% por debajo de la línea de pobreza. A pesar de esta situación, la desaceleración en la caída del consumo y la reducción en la magnitud de los incrementos de precios sugieren que podría iniciarse un camino hacia la recuperación en 2025, con un crecimiento proyectado del 5.1%».
«Si bien se proyecta una recuperación hacia 2025, esta no llegará a los niveles de 2023», según NIelsen. «Actualmente, la situación de consumo muestra un contexto similar al de 2005/06. “La proyección para 2025 estima una recuperación que nos deja situados en un nivel de consumo similar al de pandemia».
En otras palabras, «la pérdida de poder adquisitivo que se ha sufrido en Argentina, no se recuperará rápidamente, sino que se dará de forma llenta y paulatina y que podría extenderse por al menos dos años, siempre y cuando la economía se mantenga estable”, observa Javier González, Líder Comercial de NIQ Argentina.
El economista Fausto Spotorno, señala que el consumo “ya se viene recuperando desde febrero”, dice. “Pero, en muchos casos la mejora del salario real se la llevó el aumento de las tarifas”, que aumentaron en forma sideral a partir de la quita de los subsidios.
“Creemos que recién en 2025 vamos a ver que se vuelve a algo parecido al 2023 pero el peor momento ya paso”, concluye el analista de la consultora Ferreres&Asociados .
A su vez, Osvaldo del Rio, director de la consultora Scentia, coincide en que “desde abril, las ventas están estables, no hay ni crecimiento ni caída respecto del mes anterior. En cambio, contra el mismo mes del año anterior, hay caídas importantes», describe. «Tal vez en enero o febrero del año próximo, se pueda ver un mejor indicio de la recuperación, aunque todavía con signos negativos. Seguramente el año que viene va a ser mejor porque se va a comparar con las bases pésimas de este año. Pero, el poder adquisitivo va a tardar bastante en verse impactado en el consumo, no creo que antes de febrero o marzo”, opinó.
Salarios débiles
El relevamiento del consumo de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) viene registrando la tendencia: en agosto mostró un retroceso de 7,8% en la comparación interanual (i.a.). Esto implicó decrecimiento desestacionalizado de 1,8% frente al mes de julio (es decir, descontando los efectos estacionales habituales del consumo a lo largo del año. De esta forma, «el indicador acumula en los primeros ocho meses del año una caída de 6,4% interanual, en línea con el deterioro en el consumo experimentado en los últimos meses».
Acerca de los salarios y las jubilaciones como herramientas para activar las ventas, el economista Hernan Letcher considera que “no se van a recuperar más allá de algún punto”, dice al vislumbrar “una economía más chica con salarios más chicos”, según describe como el objetivo oficial buscado.
“En ese contexto, si a los consumidores no les alcanza la plata la reactivación del consumo sólo es posible recurriendo al crédito”, describe sobre su visión de mediano plazo. Según el titular del CEPA, hoy el consumo está en un piso. “Puede tener un pequeño rebote si es que el Gobierno logra que la inflación baje y las paritarias negocian con inflación para atrás. Pero no creo que haya un salto sensible del consumo. No, al menos hasta el 2025 o 26”, dice.
Según advierte el analista, recién hacia diciembre del 2025 habrá una base de comparación baja, con lo cual, el dato interanual del consumo va a ser más positivo.
Un informe de la Fundación Capital, explicó: «la masa salarial del sector registrado -privado y público- y de la seguridad social en su conjunto mostró una abrupta caída en los primeros meses de la actual gestión. La baja del primer semestre fue del 16,5%, siendo la más importante en más de veinte años. Si bien esa contracción se moderaría en el segundo semestre, seguiría siendo significativa. Estimamos un descenso de 8,3% en la comparación interanual», alertó hace algunas semanas.
SN