Las noticias sobre la salud de Céline Dion, una de las cantantes pop más exitosas de la historia, no son para nada alentadoras. Sin embargo acaba de sorprender y deslumbrar al mundo entero con su participación en el cierre de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos París 2024 en plena Torre Eiffel.
En diciembre de 2022 fue diagnosticada con el «síndrome de la persona rígida», una rara dolencia que le impide cantar, dado que esta enfermedad neurológica que debilita todo su cuerpo y afecta a una persona entre un millón.
Este año tuvo que suspender definitivamente su gira mundial anunciada en mayo, y en los últimos días su hermana Claudette afirmó que la intérprete “ya no tiene control sobre sus músculos”.
Celine Dion en la torre Eiffel, bajo los aros de los Juegos Olímpicos París 2024. Foto: ReutersMillones de fans en todo el mundo, entonces, elevan sus rezos para la mejoría de una cantante únca, que nunca paró de sobresalir y triunfar, desde que supo ganar el concurso Eurovisión en 1988 en representación de su Canadá natal tras un pasado como niña prodigio de la canción.
Brilló como nadie al entonar las melodías de las películas La bella y la bestia y, sobre todo, el hit My heart will go on de Titanic.
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Luego ganó el Grammy en 1996 por su álbum Falling into you, y mantuvo su éxito hasta Courage de 2019 (su disco número catorce en encabezar el chart de Billboard).
Además, por sobre todo, sentó las bases para postergadas residencias artísticas en el hotel Caesar’s Palace de Las Vegas, que sirvieron de inspiración para This Is It, el frustrado regreso de su ídolo Michael Jackson, la persona que la inspiró a aprender inglés, entre algunos hitos de una vida plagada de sucesos.
Céline Dion en su canal de YouTube, el día que contó a sus fans los detalles de su problema de salud.
Un éxito tras otro
Nacida en Quebec, región ubicada en la parte franco parlante canadiense, en 1968, a los 13 años y gracias al single Ce N’etait Qu’un Rêve, Céline alcanzó el primer lugar del ranking de ventas regional.
Esa canción, más los discos La voix du bon Dieu (1981) y Tellement j’ai d’amour… (1982), la catapultaron a la fama en su país, en Francia, en Bélgica y en Suiza: todos países que hablan francés.
El éxito de Incognito (1987), sumado a su triunfo en Eurovisión de la mano de Ne Partez Pas Sans Moi, representando a Suiza, llevaron a Dion a preparar de modo cuidadoso su desembarco en el mercado anglosajón. El proyecto se dio en 1990 con el álbum Unison: una colección de canciones pop adhesivas como un buen chicle globo y baladas capaces de desarmar al más duro.
Céline Dion comenzó como estrella en países de habla francesa, hasta desembarcar en Estados Unidos y conquistar el mundo. Foto: APAhí están singles como (If There Was) Any Other Way, The Last to Know (grabada antes por Sheena Easton) y el que le da título a un disco que vendió un millón de copias en los Estados Unidos y millones más a lo largo de todo el planeta.
Enseguida, tras Unison, Disney le hizo a Céline una oferta imposible de rechazar: un dueto con el cantante soul Peabo Bryson para interpretar el tema principal de la película La bella y la Bestia. El éxito de la balada fue tal, tras permanecer semanas en el Top Ten de Billboard, que les valió un premio Grammy a la Mejor Interpretación Pop en Dúo o Grupo Vocal.
Un ascenso imparable
Precisamente La bella y la Bestia fue incluida como primer single de su disco homónimo de 1992. No hay dudas que fue un espaldarazo comercial, pero un disco con composiciones de hit makers como Walter Afanasieff, Diane Warren y hasta el mismísimo Prince no podía fallar en cuanto a ventas.
Este álbum la consolidó junto a Whitney Houston y Mariah Carey entre las grandes voces del pop AOR, el llamado Adult Orientated Rock (Rock orientado a los adultos)- Al mismo tiempo, Céline comenzaba un tórrido romance con su manager René Angélil, a quien conocía de niña, y con quien finalmente se casaría.
Céline Dion y su manager y luego esposo, René Angélil, en el Paseo de la Fama en Montreal, Canadá. Foto: AP/ Paul ChiassonPero Dion seguía su ascenso imparable. The Colour of My Love (1993) vendió la friolera de 20 millones de copias a lo largo del mundo, más allá de que la crítica siguiera ninguneándola y burlándose de ella y de su registro vocal de mezzo soprano.
El cover del standard When I Fall in Love (a dúo con el inglés Clive Griffin), The Power of Love (original de Jennifer Rush que también versionaron los Air Supply y Laura Branigan) y Think Twice fueron algunos de los caballitos de batalla que brillaban con luz propia en plena era grunge.
Tras un retorno a su idioma natal (el disco en vivo À L’olympia y D’eux, también conocido como The French Album en el mercado anglosajón) y un regreso al inglés con Falling Into You (que incluía Because You Loved Me, del soundtrack del film Up Close and Personal) vendría a ser el verdadero Everest de la carrera de Céline Dion.
Céline Dion canta «My Heart will Go On» en los premios Billboard Music Awards en 2017, en Las Vegas. Foto: APEl disco se llamó Let’s Talk About Love e incluyó duetos con los Bee Gees (Inmortality), con Barbra Streisand (Tell Him), con Luciano Pavarotti (I Hate You Then I Love You) y una canción producida por el legendario productor de los Beatles, George Martin (The Reason).
Pero, aunque parezca mentira, todos esos nombres empalidecen a nombrar a My Heart Will Go On. Tonada central de la película Titanic, dirigida por James Cameron y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, esta canción de amor se transformó en sinónimo de Céline Dion para siempre.
Paradoójicamente, los lectores estadounidenses de Rolling Stone la rankearon como la séptima peor canción de los años ’90, los televidentes de MTV la votaron como la sexta canción más grande de la misma década, y la Academia de Hollywood le dio un Premio Oscar. Todo al mismo tiempo.
My Heart… tuvo todos los usos y versiones posibles, incluso aparecer en Los Simpsons. Hoy, hasta sus más acérrimos detractores no dudan en, al menos, respetarla.
Shows en Las Vegas
Céline Dion tuvo una vida repleta de pérdidas importantes. Su esposo, su hermano y su madre. Foto: APA partir de este hito imbatible, la carrera de Dion decayó, aunque nunca a niveles catastróficos ni nada parecidos, ya que todas sus placas continuaron rankeando muy arriba en los charts de ventas.
Incluso se dio el lujo de revitalizar las residencias de músicos en Las Vegas, de la mano de un contrato con el Caesar’s Palace de más de cien millones de dólares en 2007.
“Desde el debut de Dion, cientos de artistas han probado suerte en residencias en Las Vegas, incluidos Lady Gaga, Bruno Mars, Usher, Luke Bryan, Katy Perry, Rod Stewart y Sting.
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Antes considerados como «el retiro de artistas que ya habían pasado su momento de apogeo, los espectáculos de residencia en Las Vegas hoy son un gran negocio que genera millones en ventas”, dijo la revista Billboard hace un par de años, y ahí está U2 en el Sphere y sus cuarenta recitales para revivir su placa Achtung Baby hoy para confirmarlo.
Celine Dion debió pasar otros momentos de profunda tristeza. El 14 de enero 2016 murió Angélil, su marido, y dos días después su hermano Daniel. Lo que la hizo pensar en dejar de cantar.
La salida de su disco Courage (2019) trajo una modernización en el sonido, de la mano de invitados como David Guetta y Sia. El «coraje» se debía a que pudo cantar y grabar luego de la muerte de su esposo.
Céline Dion en 2002, emocionada por un nuevo logro en su extraordinaria carrera.Una gira mundial fue frustrada primero por el Coronavirus y luego, tras una breve estadía en Las Vegas, el diagnóstico de su enfermedad fue frustrando toda presentación en vivo, hasta llegar a las noticias por todos conocidas.
Antes, en 2020, y a días de cumplirse cuatro años del aniversario de muerte de su esposo, Céline Dion debió atravesar un nuevo y doloroso momento. La muerte de su mamá.
Las últimas datos sólo hacen desear que el crespúsculo de su vida sea lo menos traumático posible, y esperar un milagro. La esperanza es lo último que se pierde, y su reciente aparición en París hace que todos los fans piensen que un milagro sí puede ocurrir.