El caso Asunta se volvió más tema internacional ahora que hace once años, cuando la desaparición y muerte de una nena de 12 años a manos de sus padres adoptivos sacudió a toda España. Hace unos días, Netflix estrenó esa serie basada en hechos reales que cuenta con un elenco que bien podría ser un dream team del streaming. Y de ése álbum de figuritas se destaca Francesc Orella, al que a muchos les debe haber costado encontrar debajo del peluquín del abogado mediático que defiende a la madre de la niña asiática.
Es que con 35 años de oficio, y una amplia y variopinta galería de personajes, el catalán Francesc Orella se volvió masivamente popular con su protagónico de Merlí, la serie en la que interpretaba a un poco ortodoxo y genial profesor de Filosofía en un colegio de Barcelona. Y nada, pero nada, tiene que ver con el letrado: ni en fondo ni en forma.
Entonces, los fans de Merlí Bergerón -una entrañable criatura que hacía de sus clases un atractivo espacio intergeneracional en el que, a través de la filosofía, se hablaba de la vida toda– asocian a Orella con ese hombre que sabía motivar y contener a los alumnos, un romántico empedernido que también disfrutaba de su soledad, de la nostalgia.
Francesc Orella como JJ, el abogado que intentó embarrar la cancha en «El caso Asunta». No salió manchado quien él quería.Poco pelo y cero demagogia tenía el protagonista de la serie del 2015 que tuvo su despegar global a través de Netflix (hasta diciembre estuvieron disponibles las tres temporadas).
Mucho pelo y demasiada demagogia tiene el abogado al que le da vida en El caso Asunta, de un gran parecido físico con el de la realidad. En esta estupenda ficción de Bambú Producciones –seis capítulos que merodean la hora-, al catalán nacido en 1957 le tocó interpretar a José Luis Gutiérrez Aranguren, alias JJ en los guiones, el letrado al que recurre la familia Basterra para defender a Rosario Porto, la acusada que tan bien compone Candela Peña. Gutiérrez es uno de los abogados más prestigiosos de Galicia.
El abogado José Luis Gutiérrez Aranguren y el JJ de Orella. Las actuaciones -tanto las de ellos dos como las de Javier Gutiérrez (el juez) y Tristán Ulloa, como el padre de Asunta- son los pilares indestructibles de este docuserie que por ahora es la segunda más vista de Netflix en la Argentina (en muchos otros países figura en el tope del ranking).
La historia que cuenta el antes, el durante y el después de ese crimen tiene al comienzo del caso a un abogado defensor (Raúl Arévalo) que termina cediendo su lugar dado el peso penal del asunto. Y se decide entonces convocar al mediático JJ, que no tarda en embarrar la cancha y tejer redes con la prensa para edulcorar la figura de Rosario Porto, colega suya, encerrada desde que aparecieron las primeras sospechas sustanciales.
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La docuserie puede verse por Netflix.
Más allá del postizo y de las gafas, el abogado no tiene ni una pizca de Merlí gracias a las herramientas actorales de Orella, el actor de 66 años al que hemos visto en muchos otros trabajos.
Merlí, el profesor poco ortodoxo que muchos hubieran querido tener en el secundario.
Una cara conocida para los argentinos
Nacido en Barcelona el 11 de junio de 1957, Orella tuvo su primer papel importante en cine en 1989, en la película El puente de Varsovia, y en la televisión lo tuvo cinco años después con Estación de enlace. Sin dudas, su consagración fue con Merlí.
Pero en la Argentina también se lo ha podido ver en la serie Maradona, sueño bendito, en la piel de Josep Lluís Núñez, el entonces presidente del club Barcelona. Está disponible en Amazon Prime Video.
Orella en «Santa Evita», la miniserie protagonizada por Natalia Oreiro.Otro de sus trabajos emitidos en la Argentina fue el de la serie Santa Evita (protagonizada por Natalia Oreiro y disponible en Star+), en la que interpretó al doctor Pedro Ara Sarriá, el médico que embalsamó el cuerpo de Eva Duarte de Perón.
A todas sus creaciones supo imprimirle un sello distintivo, pero la mayor distancia se da entre Merlí y JJ. Versatilidad y talento, una fórmula que Orella supo pulir en pantalla.