Sin dudas, una de las sorpresas rockeras de este año 2024 es el disco firmado a dúo por Liam Gallagher y John Squire. Y es que más allá de todo atisbo retro o nostálgico de fines de los años ’80 y principios de los ’90, no todos los días se da una colaboración entre el cantante de Oasis y el guitarrista de Stone Roses. O entre un fan y el violero de uno de los grupos que más admira. Pero en esta oportunidad hay una historia que merece ser contada.
Esta unión comienza el 30 de mayo de 1988 en el International 2 de Manchester. Ese día se presentaron los Stone Roses y James, a cinco libras la entrada (y cuatro si se sacaba de manera anticipada). Ese día, el cuarteto conformado por Ian Brown (voz), John Squire (guitarra), Mani (bajo) y Reni (batería) dieron un show que les cambió la vida a dos jóvenes asistentes: los hermanos Liam y Noel Gallagher.
“Aún hoy creo que es el mejor recital que vi en mi vida. Me mató, y me cambió la vida”, dijo en más de una ocasión Liam, y tanto él como su hermano afirmaron varias veces que si no hubiesen visto ese concierto, Oasis nunca hubiese existido.
El tiempo siguió su marcha inexorable. Con dos discos excelentes, los Stone Roses recogieron el legado de The Smiths y de Manchester como la capital rockera de Gran Bretaña y el grupo del pueblo británico. Y desde 1994 Oasis tomó esa llama y la extendió a nivel mundial, con tres álbumes imbatibles (Definitely Maybe de ese año, What’s the Story- Morning Glory? del año siguiente y Be Here Now de 1997).
En el medio, Noel Gallagher se hacía un tiempito y colaboraba con Ian Brown en el tema Keep What Ya Got, de la placa Solarized (2004). Y tras la separación de Oasis, en junio de 2012 Beady Eye (el combo liderado por Liam junto a Gem Archer, Andy Bell y Chris Sharrock, o sea un Oasis sin Noel Gallagher), fueron soportes del efímero regreso de los Stone Roses, en recitales en los que, por primera vez, Liam cantaba canciones de su antigua banda.
Liam Gallagher y John Squire. Foto de prensa
La decisión de tocar juntos
Pero fue el 3 de junio de 2022, en el Festival de Knebworth (un evento que supo albergar shows históricos de Led Zeppelin, Iron Maiden, Stone Roses y Oasis, por citar solamente algunos) cuando esta alianza terminó de cobrar forma.
En esa performance de Liam Gallagher, que terminó registrada en un disco en vivo, el bis del clásico de Oasis Champagne Supernova contó con la presencia de John Squire en guitarra como invitado estelar.
El suceso mediático y emocional fue tal que Squire no dudó, abandonó por un tiempo su carrera como pintor (es el autor de las portadas de los discos de Stone Roses, en un estilo muy deudor al action painting de Jackson Pollock) y le propuso a Liam grabar un disco juntos.
Para el cantante, era el sueño del pibe hecho realidad, y no dudó en decirle que sí.
La clásica pose de Liam Gallagher al cantar en un escenario.
Cómo es el álbum
¿Y a qué suena ese disco? Suena a un disco de canciones de Squire (el principal compositor de Stone Roses, más allá de traspiés posteriores como The Seahorses) cantadas por Liam.
Lo que sí hay que decir es que son las mejores canciones compuestas por Squire desde Second Coming de Stone Roses (1994), y que el menor de los Gallagher canta para no defraudar a su héroe y para de paso demostrarle a su hermano mayor que una buena parte del éxito de Oasis pasaba por esa garganta que aún hoy se empecina en mezclar a John Lennon con John Lydon y salir airosa de ese experimento para confirmar que lo que antaño fue una nueva forma de entonación vocal rockera aún goza de muy buena salud.
Si bien el single Mars To Liverpool es definitivamente una de las canciones del año, ya que permite pensar hacia donde podría haber ido tanto el sonido Madchester de los Stone Roses como la mezcla de Beatles y T. Rex de Oasis en el siglo XXI, hay mucho más.
I’m a Wheel es un blues hecho y derecho, que recuerda a la subestimada puesta al día de Led Zeppelin que fue el segundo disco de Stone Roses, lo mismo que la coda de Just Another Rainbow.
Make It Up As You Go es de esas canciones que Noel Gallagher podría haber hecho pensando en la gola de su hermano o John Squire en la de Ian Brown, pero la combinación de Liam y Squire la potencia más que las esperadas y lógicas.
La portada del álbum de Liam Gallagher y John Squire. You’re Not The Only One tiene un piano honky tonk mucho más estadounidense que inglés, I’m So Bored bien puede pasar por un Lado B de Stone Roses y Mother Nature’s Song no tiene nada que ver con la tonada de los Beatles, sino que evoca un paisaje ácido y multicolor sesentoso más cercano tanto al homónimo disco de Stone Roses como al primer Oasis.
Liam Gallagher y John Squire ya salieron a tocar estas canciones en vivo en shows cortitos en lugares pequeños ya que, como bien dijo el cantante, no tienen más temas que estos, y por el momento no tienen ganas de interpretar temas de sus grupos anteriores.
Por eso, el cover de Jumpin’ Jack Flash de los Rolling Stones con el que suelen cerrar sus presentaciones. Por eso los interminables rumores de un recital sorpresa diurno en alguno de los infinitos escenarios con los que cuenta el Festival de Glastonbury.
Y por eso, por ahora, la posibilidad lejana de una gira sudamericana que los traiga a este país. Pero con gente que quiere ser adorada con Squire, o que cantó su deseo de vivir parar siempre como Liam, siempre es menester tener fe y agradecer un disco tan inesperado como bueno como éste. Que sea rock.