Con la noche estrellada en Palermo, no cabía un alfiler. El primero de los tres conciertos de Luis Miguel en el Campo Argentino de Polo, con entradas agotadas desde diciembre fue un show increíble, potente, impecable, que hizo delirar a las fans, que habían llegado desde muy temprano. Si hasta se grabó con el dron que planeó todo el recital sobre la platea, de manera selfie
Es que el recital de este miércoles 6 de marzo, que es parte de su gira Luis Miguel Tour 2024, no iba a ser el primero: fue el que se agregó luego de las dos fechas lanzadas en diciembre (viernes 8 y sábado 9), que se agotaron en horas, así que los últimos en adquirir sus entradas fueron los primeros en verlo aquí, en el Campo Argentino de Polo.
Con todo, a precios oficiales la entrada más cara ($130.000) era sensiblemente más barata que las que pagaron los 2.200 asistentes a la cena del martes: $ 1.200.000.
Las puertas del Campo Argentino de Polo se abrieron a las 18.30, una hora y media antes de que Mery Granados (será reemplazada como telonera de Luismi en los conciertos del viernes 8 y sábado 9 de marzo por Natalie Pérez) subiera al escenario, que está montado donde están usualmente “los mimbres” (los palos del arco), mirando hacia la Avenida del Libertador.
Luis Miguel hasta jugó con el dron que planeó por la platea durante toda la noche.Y recién a las 21:20, debido a que seguía gente accediendo al Campo, los músicos subieron al escenario, mientras en las pantallas se veía a Luis Miguel en fotos y videos de distintas épocas de su carrera artística. El acceso al Campo fue algo caótico, y complicado para varios: mucha gente, pocas indicaciones en cuanto a las puertas por las que ingresar, vallas, algo que mejoró en la atención del Campo hacia adentro, con buena predisposición de los acomodadores.
Casi de inmediato, y como aparecía Michael Jackson en sus shows, el cantante salió desde abajo del escenario. De traje negro, camisa blanca y corbata al tono, comenzó a enloquecer a sus fanáticos con tres de sus hits, uno atrás del otro. Primero fue Será que no me amas, le siguió Amor, amor, amor y luego Suave.
Esos tres temas son con los que abrió la cena gala del martes en La Rural, y lo viene repitiendo desde los primeros recitales en el estadio Movistar, allá por comienzos de agosto del año pasado (dio diez conciertos).
Cambio de look, tras una hora y monedas de show.El mexicano se pasó todo el recital con el micrófono inalámbrico en la mano derecha y el transmisor en la izquierda, en vez de tenerlo en su vestimenta, como ya es tradición en él.
Nada de esto le impidió contornearse, menearse ni bailar sobre el escenario.
Las pulseras luminosas que nos dan en el ingreso empiezan a encenderse y cambiar de colores de acuerdo al tema. En Hasta que me olvides, la sexta canción tras Culpable o no y Te necesito, hay haces de luces azules que salen de escenario.
Qué banda la de Luis Miguel
Las fans llegaron también desde el interior del país.La excelencia del espectáculo la marca también la presencia de una orquesta /banda poderosa. El Sol de México está acompañado por cinco vientos, doce de cuerdas, dos tecladistas, guitarrista, bajista, percusionista, baterista y las tres coristas, básicamente como se venía presentando en vivo.
Para Dame, Luis Miguel incita al público, en su mayoría femenino, pero había parejas de 50 para arriba, a bailar. Muchas de ellas tendrán varios temas de Luis Miguel prendidos en el corazón.
Para quienes están más atrás, o en las plateas de costado, hay un total de seis pantallas, una horizontal de fondo del escenario, otras dos cuadradas a los costados y las tres restantes arriba, más pequeñas, para que no se pierdan detalle alguno.
El cantante bailó y arengó a la gente a acompañarlo. Los espectadores de la platea VIP abandonaron rápidamente la comodidad de sus sillas para ver al ídolo. Lo siguen parados desde que salió al escenario.
Llega el medley de No sé tú (antes, Por debajo de la mesa), seguido de ms boleros. Cuando yo te amé, Solamente una vez, Somos novios, más Todo y nada y Nosotros hacen delirar a todos, que se saben las letras de memoria y cantan a la par del ídolo.
Luego, el momento de los “duetos”. Uno, compartido en la pantalla, con el mismísimo Michael Jackson, con el tema Sonríe, que tenían planeado cantar juntos. Y pegado Come Fly with Me, con Frank Sinatra, claro, en las pantallas.
Hay seis pantallas para que el público no se pierda detalle.Siguen Un hombre busca una mujer, Cuestión de piel, Oro de ley, Fría como el viento, Tengo todo excepto a ti y cuando llega el momento de Entrégate, el cantante, que no le dirigirá la palabra a su público entusiasta en ningún momento de la velada, ni al comienzo ni en la despedida una hora y cuarenta minutos después, arenga a levantar los brazos.
Todos cumplimos.
Pasó poco más de una hora y cuando ingresan los mariachis (¡14!), Luismi aprovecha para salir de escena. Es un corte previsto para que se refresque. Cuando regrese habrá cambiado la vestimenta. Todo de negro, camisa incluida, pro sin el saco.
A La fiesta de mariachi le siguen La bikina y La media vuelta, y para terminar este homenaje a su tierra mexicana, al final distintas serpentinas de colores forman la bandera de México.
Los próximos recitales son el viernes 8 y sábado 9 de marzo. Luis Miguel le canta al amor, al abandono o separación, al desamoren en el 99% de sus temas. Un nuevo medley lo comprueba: No me puedes dejar así, Palabra de honor y cuando canta precisamente La incondicional, las pantallas muestran la platea y una pancarta que dice “Mi corazón es tuyo”.
Tras Te propongo llega el medley del final, con cuatro temas, que hacen que todos canten, bailen: nadie se queda inmóvil: Ahora te puedes marchar, La chica del bikini azul, Isabel y Cuando calienta el sol.
Todos le pedimos “Otra, otra, otra”. Pero no. Luis Migue saluda desde un costado del escenario (la mayor parte del show lo hizo desde el sector de la izquierda, viendo el escenario de frente) y se marcha.
La salida es tranquila, al contrario de lo agitada que fue la noche. Hay que devolver las luces, pero, ojo: sepan que sí se pueden llevar las pulseritas con la leyenda Luis Miguel Tour 2024 donde están pegadas las luces, como otro recuerdo más de una fiesta.