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25 noviembre, 2024

Moris cumple 81 años: la historia de «El oso» y cómo es su actual vida espartana y sencilla

Moris, uno de los pilares del rock argentino desde sus mismos inicios y a pocos días de cumplir 81 años de edad, acaba de celebrar un nuevo aniversario de su canción quizás más emblemática, El oso.

Y también de su primer álbum como solista, Treinta minutos de vida (publicado en 1970 por el sello Mandioca, ahora Sony Music), es decir sólo un par de años después de su separación de su grupo Los Beatniks, a fines de los años ’60.

Mauricio «Moris» Birabent, el rockero inoxidable. Moris, el que a sus 81 años recién cumplidos aún sale a la calle con su pantalón y su chaqueta de cuero negro. No importa si lo alumbra la luna o rebota en su jopo el pleno sol del mediodía.

Moris, ese compositor que dibuja películas perfectas en sus canciones de apenas tres minutos. Y de paso, como no queriendo, nos sigue haciendo pensar. Moris, el escritor que tiró todos sus cuadernos de letras a la basura porque no quería seguir cargando con cosas del pasado.

Moris, poco antes de cumplir 81 años, siempre con su pantalón y su chaqueta de cuero negro. Foto Guillermo Rodriguez AdamiMoris, poco antes de cumplir 81 años, siempre con su pantalón y su chaqueta de cuero negro. Foto Guillermo Rodriguez AdamiMoris, sí, el de El oso. Plantígrado tierno y salvaje (¿tal vez su alter ego?) que hoy está cumpliendo ya 54 años de vida. O sea, bastante más que aquellos urgentes treinta minutos de su primer álbum.

Moris, el genio que sigue colgándose la guitarra eléctrica al hombro. Porque gusta de rockear, como si fuera hoy su primer día.

Su legendario primer álbum

-Cuando grabaste «El oso», en 1969, ¿sabías que se iba a convertir en un himno?

– Sabía que algo iba a pasar. Qué iba a pasar exactamente no sabía, pero tenia la idea de que iba a llegar a algún lado. También la tenia Jorge Álvarez, el productor que propició todo eso.

-¿Cómo conociste a Álvarez, del sello Mandioca?

-Estaba tomando un café en un bar ahí en Corrientes, entró y me dijo: “¿Vos sos Moris? Te quiero producir un disco”. O sea que fue idea de él; yo no estaba muy en carrera de hacer un disco. Sólo hacía pequeños shows con mi guitarra eléctrica. Jorge era un tipo que impulsaba gente, muy impulsor.

-¿Es verdad que ni siquiera tenías una buena guitarra para grabar?

-Sí. Me la prestó Sandro. Yo tenía una guitarra mala, mala, mala. Y él tenía una guitarra buena, buena, buena. Así que una noche le digo: “Sandro querido ¿me prestás una guitarra que tengo que ir a grabar un disco?”. Me prestó una guitarra italiana con cuatro micrófonos que sonaba muy bien.

Y fijate cómo era Sandro, un tipo despreocupado de las cosas materiales, que pasó más de un mes y una noche le digo: “Roberto, tengo tu guitarra”. Y él me dijo: “¿Qué guitarra?”. ¡Se había olvidado completamente! Sandro era una persona impresionantemente generosa con su tiempo, su dinero y su éxito. Una gran persona.

Moris en sus comienzos, cuando recién arrancaba el llamado Moris en sus comienzos, cuando recién arrancaba el llamado «rock nacional».-Si tuvieras que grabar otra vez este disco «Treinta minutos de vida», hoy ¿cómo lo harías?

-Ya no se puede. Soy otra persona. Los músicos que tocaron ahí son otros músicos. Así como está ese disco es una foto perfecta de 1969-1970.

-Además, es un disco urgente, ¿en cuánto tiempo lo grabaste?

El oso lo grabé muy rápido pero después estuve bastante tiempo poniéndole cámaras y eco. Después usé varios días para grabar el álbum. Y tuve la inmensa suerte de poder usar una máquina de 4 canales, que era una cosa muy avanzada.

-Vos tenías cierta experiencia en estudios de grabación.

-Empecé en los estudios TNT cortando cintas de cumbia. No tenía trabajo y le dije a Tim, uno de los técnicos: “Quiero trabajar de algo”. Me dijo: “Bueno anda ahí y empezá a empalmar cintas”. Y aprendí a editar cortando las cintas. Después me enseñaron a cortar discos con la lupa especial que se usa para cortar discos de vinilo. Después empecé a trabajar en el estudio.

Un día me dejaron al mando del estudio, vino Palito Ortega a grabar, y estuve al comando de los botones. O sea que cuando entré a grabar mi disco conocía bastante bien el estudio. Fue una gran ventaja eso.

La historia de «El oso»

La tapa del single de La tapa del single de «El oso», de Moris, 1969. Ahora llega por primera vez a plataformas digitales el Lado B: “Escuchame, La historia de cómo fue que Moris compuso El oso fue así, contada por su autor, en lo que debe haber sido la composición más rápida del rock vernáculo: “Estaba con mi esposa Inés (González Fraga, pintora) en un taller de pintura. Una amiga suya, Ana Colombo, tenía un jardín de infantes y me pregunta si yo no podía hacer alguna canción para los chicos. Ahí en el momento agarré la guitarra e hice tuc-tuc-tuc (Moris gesticula en el aire, como escribiendo) y la saqué completa”.

Un animal. El oso y Moris.

-Se cumple un nuevo aniversario de la canción, que es como un himno que se usa incluso en escuelas primarias. Muchos niños se inician en la música escuchando tu tema, ¿eso cómo te pega?

-Al ser una fábula, tener un comienzo, un desarrollo y un final y al ser un animalito… bah, un animalazo, simpático… quiero decir, no es una víbora ni un ratón, ha tenido mucho predicamento en colegios y en las maestras. Los chicos lo aprenden rápido porque la letra es sencilla. La música es fácil.

Hay una versión muy linda de Lito Vitale, que la canta su hija Emme. Me la mandó y me preguntó que me parecía. “La canta mejor que yo”, le dije.

-Es verdad que el tema tiene una onda de letra similar a lo que podría ser una fábula de Esopo. ¿Vos leías fábulas?

-Sí. Seguramente, de algún lado lo saqué. Fabulas de Esopo, sí. Y antes de él había otros escritores que cultivaban el cuento.

La tapa del disco La tapa del disco «Treinta minutos de vida», donde estaba el hit «El oso». -Hasta casi podríamos decir que termina en moraleja.

– Sí, y en final feliz. El oso vuelve a su bosque, a la libertad, a la naturaleza, que está tan ajena en estas épocas. El verde de la libertad. La libertad es un tema…

-Sí, que te representa bastante. Hasta grabaste un cover del tema de Pappo, “Adonde está la libertad”. En tus canciones siempre aparece la idea de libertad.

-Porque es algo consustancial del ser humano. E incluso los animales quieren ser libres. La libertad esta adentro nuestro. Lo que pasa es que tenemos un mundo a veces anti libertario que quiere que sigamos un caminito. Pero la libertad es algo básico. Es el pájaro que necesita volar libre.

Pionero del rock

-Solés hablar mucho del tango, pero nunca del folklore.

-Estoy lejos del folklore. Es fantástico, pero escuché muy poco. Algunas cosas de Facundo Cabral, con quien fuimos grandes amigos. Cuando me fui a España me dijo: “Tenés que irte a Madrid” y hasta me recomendó para trabajar en un pub donde estuve laburando un mes.

Moris a principios de los años '70, cuando salió su primer LP, Moris a principios de los años ’70, cuando salió su primer LP, «Treinta minutos de vida».-Muchos músicos españoles te reconocen como el artista que les enseñó a cantar en su propio idioma el rock.

-Quizás se refieren más al tipo de letra, protestona, anti-moda. No eran las letras de rock de Popotitos, era algo más profundo. Y tal vez fue lo que les interesó en España.

-Hace un tiempo comentaste que tenías la idea de grabar un disco de tangos cantados en inglés. ¿Cómo está ese proyecto?

-Algo ya hice. Es más, se lo comenté a Palito y le gustó la idea. En un momento incluso hablamos de hacer Mi Buenos Aires querido. Él me dijo: “Moris, ese tango no, porque si vos cantas ‘My beloved Buenos Aires’ te van a crucificar». Sí, lo tengo ahí, en stand by.

Palito Ortega y Moris. Foto gentileza GraphpressPalito Ortega y Moris. Foto gentileza Graphpress-Estás por cumplir 81 años. ¿Te sentis más existencialista que antes?

-Hmmm, no sé. Siempre estoy pensando en el futuro, adónde vamos a parar, qué va a pasar con las guerras, el ser humano, las mujeres, los niños. El tipo que está tirado en la calle y no puede reinsertarse en la vida normal. Sí, soy existencialista, por supuesto. Es un tema que está dentro de uno.

-¿Te molesta que te digan pionero del rock nacional?

– No me gusta que me digan pionero. «Pioneer» quiere decir adelantado, Alvar Núñez Cabeza de Vaca era el adelantado, ¿no?

-¿Y que te digan Padre del Rock?

– No. Ni el padre, ni abuelo ni nada. Yo hice una parte, Manal hizo otra, Spinetta, Miguel Abuelo, Tanguito, Vox Dei… fuimos un grupo que hizo cosas. Y que por suerte han trascendido y alguien se acuerda.

-«De nada sirve» es una canción bastante difícil de cantar, por ejemplo, en un fogón.

– A Hilda Lizarazu le salió bien. Me gustó su versión.

Moris, pionero del rock argentino y gran influencia delrock español en los años '70. Foto Guillermo Rodriguez AdamiMoris, pionero del rock argentino y gran influencia delrock español en los años ’70. Foto Guillermo Rodriguez Adami-Pero vos no solés cantarla en vivo, no la tenés en tu radar actual.

-No. Hace poco me llamaron Los Auténticos Decadentes porque habían grabado De nada sirve. Y yo me quedé un poco sorprendido. Dije “Bueno, van a pasar de un estilo a otro casi antagónico”. Sin embargo, hicieron una versión muy buena. Quiere decir que nunca hay que pensar que quien se dedica a hacer música divertida no puede hacer música más comprometida.

Una vida espartana

-Hay una famosa frase francesa, “cherchez la femme” (“busca a la mujer”). Algo así como que detrás de un gran hombre hay siempre una mujer. Detrás tuyo también hay una mujer.

-Groucho Marx tiene otra frase que dice: “Detrás de todo gran hombre hay una mujer. Y detrás de esa mujer está la esposa”. Sí, más de la mitad de lo que hice se lo debo a mi mujer. Inés tuvo muchísimo que ver. Hoy venía para acá y ella me decía: “Mirá qué suerte que tenés que todavía te llaman para entrevistarte”. Inés fue la que escribió la letra de El oso.

-¿La autora decís?

-No, no. Yo empecé a cantarla, me iba surgiendo. La canté de una sola vez y ella empezó a escribirla rápido en un papel, para que no me la olvide luego. La mujer es el pivote real de la humanidad. El hombre es un moscardón, que anda dando vueltas por ahí. Ellas tienen una energía que no se encuentra en otras partes. La mujer lleva una vida dentro suyo. Y luego está junto a su hijo hasta el último aliento. Si eso no es una muestra de amor…

Mauricio Mauricio «Moris» Birabent en 2016, a 50 años de la aparición de su primer simple «Rebelde» junto a Los Beatniks.-El Gordo Horacio Martínez (primer mánager del rock, ya fallecido) me había contado que una vez la policía te detuvo porque andabas arrancando carteles por la calle.

-Sí, para hacer mis collages. Me pareció muy gracioso arrancar carteles y hacer unos collages.

-¿Lo seguís haciendo?

-No, ya no. Llevo una vida muy espartana, muy sencilla. Leo, escribo, escucho música, toco la guitarra, voy a la plaza, veo los niños, los ancianos, veo la vida. Me gusta mucho que discurra la vida. Duermo muy bien, tengo una vida doméstica y me gusta.

-Hace poco Antonio, tu hijo, me decía que es impresionante la cantidad de canciones y de letras que escribiste. Tenés una gran habilidad para escribir.

-Sí. Tenía unos diez cuadernos llenos de letras. Un día los junté a todos y los tiré a la basura.

-¡¿Cómo, por qué?!

-Quise olvidarme de todo lo que había escrito para volver a escribir otra vez. Porque sino era un peso y además te das cuenta que te empezás a repetir. Me encontré con que ahora escribo de vuelta, pero cosas nuevas, diferentes. Antonio anda siempre por los bares con un anotador y una lapicera y escribe.

Moris en las oficinas de Sony Music, poco antes de cumplir 81 años. Foto Guillermo Rodriguez AdamiMoris en las oficinas de Sony Music, poco antes de cumplir 81 años. Foto Guillermo Rodriguez Adami-Lo habrá sacado de vos…

– Sí, seguramente. Y a la vez yo lo saqué de mi papá. Mi padre era un escritor. Escribía mucho. Escribir es una manera de sacar afuera ideas, problemas, complejos, temores, incertidumbres, alegrías, y cosas que son fantásticas. Escribir es una gran cosa. ¿Vos escribís?

-Sí, escribo notas a músicos como vos. (Moris se ríe) Contame qué opinás de los Stones, que acaban de sacar un nuevo disco, y los Beatles un nuevo simple.

-Hace poco le preguntaron a Mick Jagger que pensaba de sus ochenta años y dijo: “Me encantaría tener treinta. Pero bueno, ya los tuve”. Pienso que todos ellos tienen todo muy aceitado como para hacer shows y están en buen estado. Si tienen ganas de seguir, está bien que lo hagan.

-¿El arte es un antídoto?

-El arte es una coraza. Una canción te protege, te da un panorama del mundo, te acompaña. No hay canciones malas. No hay maldad en la música. Si está bien hecha, con cariño y con bondad te cura. Cuando hice este disco y otros siempre pensé en dejar un mensaje, una idea, una forma de pensar, con música. Que en realidad entra mucho mas fácil que si te ponés a escribir. La lectura es un poco mas árida.

-¿Volverías a re- escribir alguna de tus canciones?

-No. Estoy totalmente conforme con todo lo que hice.

-Y en la vida, ¿estás conforme con todo lo que hiciste?

-Con casi todo.

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