Corrida de la escena pública en el tramo final de la campaña de cara a la elecciones del domingo, Cristina Kirchner arribó este viernes por la tarde a Río Gallegos, donde emitirá su voto. En principio esperaría los resultados en la capital santacruceña, lejos del búnker de Unión por la Patria.
El ritmo propio de la ciudad que va concluyendo la actividad de la semana fue el escenario para el arribo de la vicepresidenta de la Nación. El vehículo oficial que la traslada y una sola de las camionetas de su custodia se abrieron paso sin dificultad entre las calles de Río Gallegos.
El avión con matrícula LVKGJ aterrizó en el aeropuerto local poco después de las 18:15. En la pista ya aguardaban a Cristina Kirchner los vehículos que la llevaron hasta su chalet ubicado en la costanera de Río Gallegos.
El auto color gris plata pasó inadvertido durante el trayecto del aeropuerto a la residencia de dos plantas que pertenece a Los Sauces, la inmobiliaria de la familia Kirchner investigada por lavado de dinero.
En la camioneta contigua iba Diego Carbone, el jefe de su custodia. El vehículo en cuyo asiento trasero iba la vice recorrió las arterias de la ciudad, que para ese momento ya había reducido el ritmo que le imprime la administración pública.
Cristina Kirchner estuvo ausente en el tramo final de la campaña presidencial. Sólo utilizó sus redes sociales para comentar alguna actividades oficiales que encabezó como presidenta del Senado y no se pronunció sobre los últimos escándalos que rodearon al oficialismo: el caso de Martín Insaurralde como la causa ya conocida como las tarjetas de la corrupción.
Mucho menos se expidió sobre la suba abrupta del dólar paralelo en la semana previa a las elecciones generales. El silencio fue la estrategia de campaña de la vice, que volvió a elegir alejarse en el sur, donde tiene domicilio radicado para poder sufragar.
Cristina esperaría los resultados electorales en Río Gallegos, a casi 3.000 kilómetros de la sede de campaña de Sergio Massa. Regresaría a Buenos Aires al día siguiente, cuando ya se conozca si el país deberá volver a las urnas en una segunda vuelta para conocer al sucesor o sucesora de Alberto Fernández.
La capital santacruceña es epicentro de una de las mayores batallas electorales que se disputarán a nivel local, este domingo. El kirchnerismo vio interrumpida su hegemonía de más de 30 años frente a la gobernación en su propia tierra, en agosto pasado cuando el petrolero Claudio Vidal se impuso en las urnas cómodamente.
La batalla por los municipios
Ahora, el kirchnerismo espera retener los principales municipios locales. Este domingo se elegirán quince intendentes, 97 concejales y 5 comisiones de fomento. La capital santacruceña está en manos del oficialismo, pero Vidal busca dar batalla para imponerse en la mayor cantidad de localidades y así consolidar su espacio político.
La cartelería abunda en las calles de Río Gallegos y en la Autovía 17 de Octubre, unas de las principales arterias locales construida por Austral Construcciones, la nave insignia de Lázaro Báez.
La cantidad de carteles y de ofertas electorales responde al sistema con el que votan los 265.330 santacruceños empadronados. Se trata de la Ley de Lemas, que habilita una enorme proliferación de candidatos como de boletas en consecuencia.
Por ejemplo, en Río Gallegos hay más de veinte candidatos para la intendencia. En la segunda ciudad con mayor densidad poblacional de Santa Cruz, Caleta Olivia (al norte de la provincia), hay 17 postulantes para la administración municipal.
En medio del clima electoral que discute la sucesión local, la vicepresidenta permanecerá el fin de semana como siempre, en la intimidad familiar, como cada vez que se instala en la capital santacruceña, donde u actividad pública es extremadamente reducida.
Al igual que en las PASO, Cristina emitirá su voto en el Colegio Dr. Julio Ladvocat, ubicado en el centro de la ciudad y con una historia electoral personal para la vice: es donde solía votar Néstor Kirchner.