Mire, hoy en esta sesión se vio claramente que estuvimos cerca: 124-125 diputadas y diputados, a solo cuatro del quórum. Se notó el nerviosismo del gobierno, los funcionarios detrás de las cortinas, diputados especulando para que no se consiguiera el quórum. Los gobernadores llamaban a sus diputados y diputadas para evitar que se pudiera sesionar en el día de hoy, cuando se debía tratar un tema realmente urgente y gravísimo.
No le voy a pedir sensibilidad a los diputados de La Libertad Avanza, del PRO, ni a los funcionarios del FMI, que piden que se caiga la moratoria y que se siga recortando a los jubilados. Tampoco a aquellos que hicieron un asado para festejar el veto a una ley que otorgaba un aumento de apenas 15,000-17,000 pesos a los adultos mayores, quienes hoy cobran una miseria en la Argentina.
Nosotros tenemos proyectos de fondo que apuntan a darle una salida favorable a quienes trabajaron toda su vida. La moratoria es un parche frente a un sistema previsional donde la falta de registración, el trabajo precarizado y no registrado de millones de personas, y el no reconocimiento de las trabajadoras de casas particulares son constantes. Esto provoca que el 80% de las personas en edad de jubilarse no tenga los 30 años de aporte requeridos porque los empresarios no los realizan. Por eso, planteamos medidas como la registración de los trabajadores y trabajadoras y la restitución de los aportes patronales al 33%.
Presentamos un proyecto similar al del diputado Moreau y otros diputados, proponiendo la prórroga de la actual moratoria. La urgencia y la gravedad del tema son evidentes: cientos de miles de personas, y en algunos años, millones, en su mayoría mujeres, dependen de la moratoria para jubilarse a los 60 años. Sin esta medida, tendrán que esperar hasta los 65 años. Y si bien muchos jubilados y jubiladas deben seguir trabajando porque sus jubilaciones son miserables, ni siquiera podrán acceder a una jubilación mínima.
El fin de la moratoria el 23 de marzo significa caer en la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor), que es solo el 80% de la jubilación mínima, generando aún más miseria y eliminando el derecho a pensión. Es decir, si una persona jubilada pierde a su compañero o compañera, no podrá acceder a una pensión, lo que agrava aún más la situación.
Hoy, el acuerdo con el FMI aprobado hace unas horas, ya sea implícita o explícitamente, incluye la exigencia de pagar menos jubilaciones en Argentina y de reducirlas aún más. Por eso han congelado el bono de 70,000 pesos desde marzo del año pasado. Hablan de recuperación, pero cualquier persona se da cuenta de que no es así. Se pierde poder adquisitivo constantemente, se recorta la cobertura de medicamentos a los adultos mayores, lo cual es una crueldad absoluta.
Por eso, cada miércoles, jubiladas y jubilados se movilizan frente al Congreso. No aceptan que, después de trabajar toda una vida, se los siga castigando y ajustando en beneficio de los grandes grupos empresarios. Nosotros creemos que, más allá de cómo se resuelva técnicamente, la moratoria debe prorrogarse de inmediato. Luego daremos el debate de fondo con los proyectos del Frente de Izquierda y plantearemos la necesidad de la movilización popular.
Los jubilados lo dicen claro en sus marchas: “Trabajador, te estamos avisando que tu jubilación te la están afanando”. Eso es lo que está pasando. Esto afecta a trabajadores y trabajadoras que están cerca de la edad jubilatoria, especialmente a las mujeres, quienes han sido un ejemplo de lucha en nuestro país y han conquistado derechos con su organización y movilización.
Por eso, las cinco diputadas y diputados del Frente de Izquierda vinimos a esta sesión y seguiremos insistiendo en la prórroga de la moratoria jubilatoria. También es fundamental que la Comisión de Presupuesto, que preside el diputado Espert, convoque a sesión, ya que hasta ahora ha fingido demencia y no ha convocado absolutamente nada. Esta inacción responde a los intereses de un gobierno que obedece al FMI.
Estamos frente a un gobierno debilitado, con enormes turbulencias financieras y económicas. Ustedes hablan del déficit fiscal, pero no del déficit social. No les importa el déficit que sufren los trabajadores y jubilados, pero ese déficit social también explota.
Hasta Pichetto reconoció que la gente de abajo la está pasando mal. Imagínese lo grave de la situación. A pesar de la campaña de miedo que han impulsado y de la brutal represión criminal de Bullrich, que aún tiene a Pablo Grillo, un fotógrafo, peleando por su vida, los trabajadores y jubilados siguen en la calle. No nos olvidemos de Pablo, desde aquí enviamos toda nuestra fuerza a él, su familia, amigos y compañeros.
El DNU aprobado es completamente ilegal, al igual que el acuerdo con el FMI. Desde el Frente de Izquierda seguiremos insistiendo para que se avance inmediatamente con la prórroga de la moratoria jubilatoria.