El aumento de los sueldos de los senadores nacionales se acordó el miércoles pasado durante una reunión de Labor Parlamentaria en la que participó la vicepresidente Victoria Villarruel. Al día siguiente se terminaron de definir detalles sobre el consenso ya definido en general.
En ambos encuentros, siempre en el marco de Labor Parlamentaria, estuvieron presentes la gran mayoría de los jefes de todos los bloques de la Camara alta o, en caso de una ausencia puntual, un representante influyente de alguno de ellos que debió ausentarse pero sabía lo que pasaría en la sesión de la polémica.
«Presidenta, usted se tiene que mantener al margen de todo esto. No tiene por qué pagar el costo político de nuestra decisión», le dijo a Villarruel el jefe de los senadores peronistas, José Mayans. Hablaba en nombre de sus pares. Incluidos los de La Libertad Avanza y de los legisladores del PRO, que tras el estrépito público que generó el aumento de los salarios de los senadores emitieron comunicados rechazando aquello mismo que habían acordado que ocurriría.
La trama secreta de esta historia fue confirmada a Clarín por cinco fuentes del Senado: algunas protagonizaron los dos diálogos confidenciales junto a Villarruel, mientras que otros estuvieron al tanto de lo que se habló allí y se votaría después siempre en conocimiento de todos los senadores presentes.
La idea de subir sus sueldos era un tema recurrente y repetitivo entre los senadores, una cuestión transversal a todos los partidos con representación parlamentaria.
Todo fue calculado e ideado sabiendo que generaría una gran polémica pública, admitieron las mismas fuentes.
Ya el mismo miércoles los senadores que lideran bancadas le plantearon a Villarruel que se subirían el sueldo, algo que la vice no cuestionó.
«Digan lo que digan, necesitábamos el aumento del sueldo. Somos cabeza de un poder del Estado. Nuestros asesores de más categoría ganaban más que nosotros«, argumentó uno de los legisladores que en público no habló del tema.
¿Por qué el aumento se acordó para que el salario de los legisladores llegue a ser de 4,5 millones de pesos en la mano?
Es el mismo sueldo que cobra en la actualidad un juez de primera instancia. Esa fue la medida tomada en cuenta para la autoparitaria en la Cámara alta.
Los senadores fueron los que le propusieron a Villarruel que la votación de la suba de su sueldo sea mediante el mecanismo de «a mano alzada», y mediante la propuesta de «proyecto de resolución».
El senador Juan Carlos Romero fue quien comunicó en la sesión del jueves lo que se votaría. ¿Por qué? Lo explica uno de sus pares: «Juan Carlos tiene espalda política, no le tiene miedo a pagar los costos, y además es uno de los legisladores que más se cansó de las críticas que nos hace Milei».
El modo es también un mensaje a la Casa Rosada: «Le estamos demostrando a Milei que tenemos poder, y que no nos vamos a dejar llevar por sus atropellos. Cobrábamos poco, no nos importa lo que esten diciendo ahora desde el Gobierno. El Presidente se tiene que dar cuenta que podemos estar juntos si nos necesita para sacar las leyes que pide», se sinceró otro legislador ante Clarín.
Hay tirria en el Senado con el presidente de la Cámara de Diputados, Martin Menem, porque él como Villarruel habían firmado el aumento de sueldo anterior que se dio de baja por presión de Milei.
«Los diputados están desesperados. Los honestos que vivimos de un sueldo estábamos muy mal», insistió una de las fuentes que habló ante Clarín, y confirmó que también los legisladores se animaron a dar el paso tan polémico porque en el Poder Ejecutivo se suben sueldos de funcionarios y se asciende a otros: «Nos estaban cargando. Ellos hacen lo que quieren y nos atacan a nosotros como si fuéramos corruptos«.
Los legisladores decidieron también que cobrarían un aguinaldo que hasta ahora no les abonaban.
Los senadores más experimentados aún recuerdan que hasta la crisis del 2001, un senador cobraba igual que un juez de la Corte Suprema. Tras el crack institucional de aquellos meses se derogó una normativa que bajó los haberes de los miembros de la Cámara alta.
El día después de la sesión que genero la polémica, tanto el bloque de LLA como el del PRO comunicaron que presentarían proyectos para cancelar la suba de los sueldos que ellos mismos habían pactado.
Hay nuevas broncas entre senadores: «Que no nos jodan porque todos sabemos que fue una decisión unánime y consensuada«.
Es cierto, en cambio, que el senador Luis Juez, jefe de bloque del PRO, no participó de la reunión de Labor Parlamentaria donde se decidió todo, tal como declara ahora por los medios. Pero sí estuvo en representación de su bancada la senadora Guadalupe Tagliaferri.
Diga lo que se diga, la Casa Rosada supo al menos desde el jueves a la mañana que los senadores, incluso los libertarios, votarían mejorarse sus salarios.
La vice Villarruel defendió la medida en su cuenta de X.
Y el Presidente, con ella, no se ha enojado.