Reordenamiento, renovación, ajuste, austeridad, «motosierra» son algunos de los calificativos que se oían este martes entre los militares al conocerse el recambio de las cúpulas de las Fuerzas Armadas que acompañarán al gobierno de Javier Milei. Tal como adelantó Clarín este último martes, trae consigo la más grande purga que se conozca desde el gobierno del fallecido Néstor Kirchner, sobre todo en la rama de Ejercito, lo que provocó inquietud en los altos mandos.
La misma se conoció este fin de semana en paralelo al nombramiento del ahora ex jefe de la Fuerza Aérea, Xavier Isaac, como nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto (EMCO). Pero sobre todo luego del nombramiento del nuevo comandante en jefe del Ejército, general de brigada, Alberto Presti, que arrastra al retiro al menos a 23 generales, incluyendo entre ellos a Juan Martín Paleo, al frente del EMCO en estos últimos cuatro años.
Este martes, en las fuerzas armadas afirmaban que no había de “ninguna manera una ideologización” de la purga y que la situación del Ejército se enraíza en la «falta de movilidad, ascensos y retiros de los últimos cuatro años», que debería haber resuelto el gobierno de Alberto Fernández con sus respectivos ministros -Agustin Rossi y Jorge Taiana- y no lo hicieron. Informaban que, como al menos dos generales habían pedido su pase a retiro anteriormente, la purga alcanzaría a menos de los previstos. Y también que varios de los retirados podrían acceder a otros puestos, afirman las fuentes.
Negaban también otras especulaciones surgidas de que fue una «manera de neutralizar» a los militares que pudieran responder a Victoria Villaruel, vinculada fuertemente a un sector de lo que llaman «la familia militar».
Sin embargo, cerca de la vicepresidenta afirmaron que estaba “totalmente” de acuerdo con los cambios producidos y que, de hecho, tendrá fuerte injerencia en las distintas comisiones del Senado donde se aprueban estos ascensos. En cambio, Milei, si bien tiene un definición conceptual sobre su pertenencia occidental liberal, y de alianza con Estados Unidos -Isaac provee esa usina- no tiene vínculos con los militares.
“En Ejército estaban apilados” decían otras fuentes consultadas. “Fue un recambio natural», dijo un militar consultado. Pusieron como ejemplo el hecho de que el Jefe del Ejército al inicio del gobierno de Mauricio Macri era de la promoción 112. Con Fernández fue promoción 115. Ahora es promoción 118. Quiere decir que pasaron seis promociones en 8 años.
“Sumale a eso que en los últimos 4 años hubo pocos pases a retiro y están pendientes los ascensos de 2022 y 2023 en el Senado. En el caso del Ejército Argentino se había deformado la pirámide de la cúpula y frenaba los ascensos. Algo que se recompondrá rápidamente con los próximos ascensos”, señalaron altas fuentes, mientras que también reconocieron que fuera “lógico que el personal que pasa retiro se sienta molesto”.
Junto a la designación de Isaac al frente del EMCO y de Presti en Ejercito, también se oficializaron los nombres de los nuevos jefes de la Fuerza Aérea, Fernando Mengo, y de la Armada, Carlos Maria Allievi. Tal como escribió Clarín, en los últimos días hubo una fuerte presión por parte de la Marina que pedía la jefatura del EMCO y no lo logró.
Este martes, desde las Fuerzas, cuya cabeza civil es el ministro Luis Petri, aseguraban que ya «habrá tiempo para compensar a la Fuerza» con otros puestos alrededor de toda la maquinaria uniformada.
Gran parte del sorpresivo recambio estuvo diseñado por la jefatura de Gabinete, que conduce Nicolás Posse, y que conoce la cuestión militar desde su paso por Corporación América. Pero surgió de los «cónclaves» de directo del brigadier retirado, Jorge Antelo, actual Secretario de Estrategia Nacional de la JGM con los asesores civiles y militares que rodean hoy a Petri.
Las fuentes consultadas, señalaron que quieren una «fuerza moderna» «sin persecuciones ideológicas» y que «revalorice el salario militar» además del equipamiento de las mismas.
Tanto Mengo, como Allievi y Presti, están unas tres promociones debajo del jefe que sale. Pero a diferencia de Ejercito que tenía acumulación de altos mandos, las otras fuerzas tienen muchos menos pases a retiro, siete almirantes de la Armada, y tres brigadieres de la Fuerza Aérea .El sacudón fue en el Ejército, donde hubo menos pases a retiro que en las otras fuerzas, o directamente no los hubo como en 2022.