Un día después de que se conociera el número de inflación de agosto, en el búnker de Unión por la Patria aseguraron que «nada cambia» en la hoja de ruta que trazó Sergio Massa de cara a las generales, a pesar de que el 12,4% que marcó el INDEC fue la cifra más alta de los últimos 32 años.
El diagnóstico que refuerza esta definición sostiene que la sangría de votos ya se detuvo y que el impacto en el electorado es «nulo». «No vamos a perder un solo voto por el 12%, ya perdimos todos los votos que teníamos para perder en las PASO y las primeras dos semanas. Es más: ahora estamos recuperando«, dicen con exceso de confianza en el comando de campaña de UxP.
La premisa de que lejos de perder caudal de votos obtenidos en las primarias, en el electorado habrá una «corrección» que premiará el «esfuerzo» de Massa por paliar la situación de la economía se propala entre dirigentes del oficialismo, casi a modo de relato.
La estrategia de Massa fue responder rápido a la difusión del dato de agosto con el anuncio de más medidas, como la devolución del IVA para la canasta básica, créditos para trabajadores en relación de dependencia y la ampliación del programa alimentario del PAMI. La idea fue intentar cambiar la agenda mediática y mostrar capacidad de respuesta ante un momento crítico.
«No cambia nada la campaña. Tenemos que seguir haciendo lo que Sergio nos marcó después de las PASO. Hay que mostrar que tenemos la intención de cambiar la realidad de la gente, que no se pudo cumplir con todo lo que nos propusimos, pero que un salto al vacío y volver para atrás es peor y mucho más riesgoso que lo que se está viviendo», advierte un dirigente con responsabilidades en la gestión y también en la campaña.
El mismo análisis hacen en el interior. Entre los gobernadores que cerraron filas con Massa el fin de semana en Tucumán creen que «el piso ya se tocó» y que la inflación no hará mella en la candidatura del tigrense.
Sergio Massa relanzó el fin de semana su campaña en Tucumán con los gobernadores del PJ. Foto: Diego Aráoz.«Si a cada dato de inflación lo acompañás con medidas como las de estas últimas semanas, estamos en el balotaje», afirma, confiado, ante este diario uno de los mandatarios que flanqueó a Massa en el escenario tucumano. La duda que sobrevuela es cuánto poder de fuego le queda al ministro.
Inquietud entre los intendentes
En el oficialismo también está en debate el paquete de medidas que adoptó Massa para paliar el impacto de la inflación. Mientras en el Ministerio de Economía y en el entorno del tigrense confían en que servirán para reconquistar a un sector del electorado que había manifestado un «voto bronca» con Milei en las PASO, entre los intendentes del peronismo bonaerense surgen dudas.
Varios de los jefes comunales que pasaron por la cumbre del PJ bonaerense en La Plata que encabezó este miércoles Máximo Kirchner consideran que «no es suficiente» para contrarrestar el efecto Milei que se dio tras las PASO. Y apuntan que, en los distintos sondeos que encargaron, la aceptación de la gestión del Gobierno nacional no detuvo su caída.
«Nadie puede negar el esfuerzo de Sergio (Massa) y que son medidas que se esperaban hace mucho, como lo de Ganancias. Pero si no se frena la inflación, el 22 de octubre nos queda muy lejos», dice un cacique del Conurbano que jura que en su distrito «no hubo ni habrá corte de boleta». De ahí, remarca, su preocupación por la marcha de la economía y las medidas que pueda tomar Massa.
Con septiembre a medio camino y los primeros cálculos de las consultoras privadas que anticipan que el piso de inflación va a ubicarse cerca de los dos dígitos, la alarma en los municipios se extiende incluso entre los más fervientes devotos de la candidatura de Massa.
«Hay que evitar que no se espiralice más, sería imposible para nosotros llegar a la elección con la gente sintiendo que estamos cerca de una hiper», agrega ante Clarín otro alcalde que ganó cómodo la PASO.
En ese sentido, aunque dice que «de ninguna manera» critica las decisiones de Massa, advierte dudas sobre el impacto que tendrá el mayor circulante de pesos, provocado por las medidas. «Yo no tengo mucha idea de macroeconomía, pero escucho a los economistas que no son nuestros y es imposible que no me preocupe», concede.