El centenar de obispos del país que deliberó esta semana en Pilar fue a la basílica de Luján a rezar por las necesidades de la población y la paz en la Argentina, a días del balotaje que definirá entre Sergio Massa y Javier Milei quien será el nuevo presidente de la Nación.
El arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi, presidió una misa en la que rogó para que “no falte el pan en la mesa, los medicamentos a los enfermos, que haya trabajo digno y un techo para todos, y sobre todo que haya paz, en el mundo y en nuestra tierra».
Rossi dijo que “Luján es casa materna, y por lo tanto es punto de referencia seguro donde siempre se vuelve, o cuando hay cosas lindas que celebrar, o agradecer, o como en estos tiempos ciertamente críticos en que nos sentimos cansados y agobiados, a buscar cobijo y consuelo, a buscar alivio y fortaleza en los brazos de la Madre”.
“Por eso estamos hoy aquí los obispos de la Argentina, Venimos, no con nuestros méritos, sino con nuestros cansancios y opresiones, sin fingimiento, sin ocultar miserias y debilidades, porque queremos unirnos a la súplica de nuestra gente”, señaló.
En ese sentido, afirmó que “queremos pedir con ellos a nuestra Madre que nos cuide: que cuide a nuestras familias, a nuestros abuelos, a nuestros niños, a los jóvenes entrampados en la droga”.
A su vez, el presidente del Episcopado, monseñor Oscar Ojea, convocó a que el viernes 17 de noviembre se realice en todas las diócesis del país un día de oración por la Patria.
Al final, los obispos fueron a rezar ante la tumba del cardenal Eduardo Pironio, que esta semana se anunció que será beatificado, que está dentro de la basílica.