Cuando el sueño de llegar a la Casa Rosada era lejano, Javier Milei y el legislador libertario Oscar Zago se despedían con una fórmula:
-Buenas noches, presidente.
-Buenas noches, presidente.
La chanza -ocurría cuando Zago llevaba al mandatario electo hasta su casa en Benavídez- se refería a que uno sería el próximo presidente de la Nación y el otro de la Cámara de Diputados. Zago, legislador porteño de larga experiencia de La Libertad Avanza, fue electo diputado. Y, según versiones, tiene expectativas de que Milei lo elija para ocupar la presidencia de la Cámara baja, más allá de que a posteriori el puesto debe ser votado por el pleno.
Tiene un rival de peso: Cristian Ritondo, presidente del bloque del PRO. Mauricio Macri y Patricia Bullrich ya le transmitieron al presidente electo que él debería quedar al frente de la Cámara de Diputados.
Oscar Zago, legislador porteño de La Libertad Avanza.En el macrismo dicen que Ritondo -el domingo del balotaje se fotografió con una motosierra- tiene 80% de chances de quedarse con la silla. No es seguro porque Milei lo tendría en mente para ocupar el Ministerio de Seguridad o la Agencia Federal de Inteligencia, se dice en corrillos parlamentarios.
Para la Presidencia de la Cámara suenan otros nombres, pero con menos fuerza. Uno es Florencio Randazzo, quien desde las PASO se empezó a mover hacia el espacio libertario pero que preferiría un puesto en el Poder Ejecutivo antes que seguir en el Congreso.
También se habla de Martín Menem, diputado electo por La Rioja e hijo del ex senador Eduardo Menem y sobrino del ex presidente Carlos Menem. Algunos, incluso, también mencionan a Miguel Ángel Pichetto, aunque cerca del ex senador y ahora diputado electo rechazan que él pretenda entrar en esa disputa.
Suponiendo que todos posean la misma muñeca política que requiere el cargo, un factor determinante podría ser qué aporta cada uno. Ahí la balanza se inclinaría para Ritondo ya que sumaría un armado con al menos 40 diputados del PRO para jugar de aliados del futuro oficialismo.
Pero en LLA -y también en sectores del propio PRO- advierten que aún no es seguro que esa sea la cantidad de legisladores que llevaría Ritondo.
Antes, sostienen, hay que esperar a ver en qué deriva la pelea de JxC y qué hace cada sector. Algunos serán aliados de Milei y otros opositores, aunque abiertos a la negociación.
“¿Los de Evolución Radical qué van a hacer cuando Maxi Pullaro (el gobernador electo de Santa Fe pertenece a ese espacio) necesite recursos?”, se pregunta con malicia una legisladora opositora.
Por tradición, la Presidencia de la Cámara de Diputados se la queda el oficialismo, aunque debe reunir la mayoría de los votos.
En caso de no sufrir ningún desgajamiento -el futuro Gobierno trabajará para lograrlo, sobre todo apuntará a diputados de vínculo directo con los gobernadores peronistas de sus provincias-, la bancada de Unión por la Patría será la primera minoría, con 107 diputados.
Pero es improbable que el peronismo busque quedarse con la Presidencia de la Cámara. Desde lo político, le conviene que el oficialismo se quede con el puesto. La presidencia de Diputados está tercera en la linea de sucesión presidencial.
Eso sí: en la bancada del Frente de Todos dijeron a Clarín que aún no tomaron ninguna decisión y que aún siquiera se reunieron tras la paliza del domingo. «Los que ganaron son ellos, a ellos les toca jugar primero. Después veremos nosotros», argumentaron en el bloque peronista.
German Martinez, presidente del bloque del FdT. Foto: Federico Lopez Claro.Aunque todo está verde, el actual oficialismo podría complicar a LLA y sus aliados convocando ya -es decir cuando aún tienen sus negociaciones abiertas- a la sesión preparatoria en la que se eligen a las nuevas autoridades. Los obligaría a resolver a las apuradas conversaciones que se estima durarán varios días más.
“Es verdad, si lo hacen nos complican. Pero después, cuando nos toque manejar la Cámara, nosotros los podríamos jorobar a ellos”, advierten.
Sesiones extraordinarias y leyes
Frente a una Cámara en la que le costará construir el número para sesionar, hubo especulaciones acerca de si a Milei le convendría llamar de inmediato a sesiones extraordinarias o esperar a que pasen diciembre, enero y febrero y recién en marzo, con el arranque de las sesiones ordinarias, enviar sus primeras iniciativas.
Hasta ahí el nuevo presidente podría manejarse con DNU, lo que además sería legal, aunque más adelante deberían ser revalidados por la comisión bicameral de Trámite Legislativo.
Pero interlocutores de Milei dicen que llamará a extraordinarias y mencionan tres urgencias: la ley de Presupuesto 2024, la ley de Emergencia Económica con facultades delegadas y la ley de Ministerios, que el futuro presidente necesitaría ya que va a modificar y a reducir las carteras de su gabinete.
En el futuro oficialismo confían en que esas tres iniciativas podrían ser aprobadas, aunque alertan que podría haber problemas según qué facultades Milei quiera que le delegue al Poder Legislativo.
Cecilia Moreau, actual presidenta de la Cámara de Diputados. Foto Federico López Claro.En el actual oficialismo hay expectativa acerca del proyecto de ley de Presupuesto que enviará el nuevo Gobierno. Dicen que eso «es lo primero que cantará» qué política económica buscará aplicar Milei.
Enumeran que en la iniciativa deberán establecerse los parámetros macros de la economía, los recursos (los impuestos) con los que contará el Tesoro, el sistema de gastos y subsidios -¿dónde habrá recortes?-, el pago de deuda, cómo se afectará el gasto previsional, el tipo de cambio y la inversión en obra pública, entre otros puntos centrales.
En la bancada peronista del Senado ya advierten que no le darán carta blanca al nuevo Gobierno y que discutirán a fondo el Presupuesto.
Algo más: insisten en que si tienen los votos -hoy por hoy los tienen- buscarán retener la Presidencia Provisional del Senado, tercera en la línea de sucesión presidencial.
Hoy el cargo lo ocupa la senadora santiagueña Claudia Ledesma de Zamora. Pretenden que continúe.
Durante la administración de Mauricio Macri, y aunque el PJ tenía el número para designar a un senador propio, permitió que llegara el macrista Federico Pinedo a la Presidencia Previsional. En aquel momento se impuso el criterio de Cristina Kirchner de dar un gesto a la gestión que arrancaba. Ahora no sucedería lo mismo.