El kirchnerismo busca condicionar en el Senado el tratamiento de la reforma de la Ley de Alquileres, que ya tiene la media sanción de Diputados, a la aprobación del pliego que extiende por 5 años el mandato de la juez Ana María Figueroa, informaron fuentes parlamentarias. Esta cumplió los 75 años, está en edad de jubilarse, pero que debe decidir en distintas causas que involucran a Cristina Kirchner.
En un gesto para avanzar en las negociaciones con la oposición, el oficialismo decidió convocar para el martes, a las 17, a la Comisión de Legislación General, que en un primer acto deberá constituirse porque pese a que pasaron 8 meses del inicio del año aún no fueron ratificadas sus autoridades. Luego recién podrá habilitarse el tratamiento de la modificación de alquileres.
Juntos por el Cambio había pedido este viernes mediante una carta enviada a la presidenta del Senado, Cristina Kirchner, la urgente constitución de esa comisión. «La solicitud de los senadores y senadoras se debe a que dicha comisión es a la que se giró el proyecto para la modificación de la Ley de Alquileres aprobada el pasado miércoles en Diputados», transmitieron en el mensaje
Desde la coalición opositora interpretaron que probablemente sea «una jugada del oficialismo» para tratar de convencerlos de sesionar y buscar, después de varios intentos, la aprobación de los pliegos judiciales de 75 jueces y fiscales. Lo que sucede es que entre esos candidatos hay algunos funcionarios afines al kirchnerismo, y el de Figueroa, quien interviene en las causas Hotesur-Los Sauces y la del Memorándum con Irán, que tiene entre los acusados a la vicepresidenta.
En la oposición creen que después de las PASO, «el kirchnerismo ha tomado nota de que el país está convulsionado y que hay que tener un gesto con la gente». Aunque, fuentes parlamentarias, confiaron que en la bancada oficialista también hay otros factores que comienzan a intervenir en la agenda del Senado, que en lo que va del año sólo tuvo una sesión.
Diferencias en el Frente de Todos sobre la Ley de Alquileres
En principio, entre los senadores del Frente de Todos hay distintas visiones sobre la Ley de Alquileres, algo que también se dio en Diputados, aunque Germán Martínez, jefe del bloque, supo mantener unificada a su tropa, más allá de los ausentes, para intentar sostener, sin éxito, la continuidad de la normativa vigente maquillada con algunos beneficios fiscales.
Pero en el Senado, en el oficialismo ya se empezaron a notar las diferencias, al menos entre los más firmes aliados. El rionegrino Alberto Weretilneck, que venía acompañando al kirchnerismo en todas las votaciones, dejó trascender que está de acuerdo con la modificación y precisó que lo ideal sería que los contratos se actualicen con el índice Ripte, que mide la evolución de los salarios.
Además, se abre un interrogante, porque la misionera Magdalena Solari Quintana, del Frente Renovador de la Concordia, que hasta aquí fue aliada del kirchnerismo, también podría inclinarse por la reforma luego de que en la Cámara baja uno de los diputados de ese espacio, Carlos Fernández, votó a favor de la propuesta de la oposición.
Sin embargo, en el caso de Fernández se debe tener en cuenta que el bloque misionero había avalado el dictamen de la oposición cuando el año pasado se discutió la modificación en comisión. Eso lo había condicionado a acompañar la propuesta.
Por eso queda en duda que posición adoptará Solari Quintana, ya que incluso Diego Sartori, el presidente del bloque de los misioneros en Diputados y quien realmente firmó el dictamen de comisión con Juntos por el Cambio, estuvo ausente en la sesión del miércoles aduciendo problemas de salud.
Quien también podría apoyar la reforma sería la senadora Alejandra Vigo, ya que 2 de los 3 diputados por Córdoba, que responden a su esposo Juan Schiaretti, acompañaron la propuesta. Natalia De la Sota fue quien votó en contra al igual que el presidente del interbloque Federal, Alejandro «Topo» Rodríguez, en disidencia primero con el plazo de actualización (querían 6 meses en lugar de un piso de 4) y porque la reforma no establece taxativamente ningún índice de ajuste.
En Juntos por el Cambio hay una posición unificada para sacar la reforma sin demoras, ya que entienden no es la mejor ley, pero es mejor que la normativa vigente. Pero también saben que la estrategia del kirchnerismo será plantear modificaciones al proyecto para dilatar su aprobación y que vuelva a Diputados.