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24 noviembre, 2024

Ya lanzada en la carrera por conducir el PJ, Cristina gestiona apoyos para armar una mesa de unidad

Cuatro días después del operativo clamor llegó la confirmación. Cristina Kirchner blanqueó con una carta su decisión de presidir el PJ, con la condición de lograr una “unidad” y un «proyecto» detrás de su candidatura. La ratificación con sus propias palabras implicó otro paso en su propósito de reunir apoyos y despejar los recelos en torno a la jugada, en paralelo a la decisión de la Cámara de Casación -será el 13 de noviembre- sobre su condena en la causa Vialidad.

Quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad porque si algo tengo claro también es que acá no sobra nadie. Sin embargo, la unidad necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes”, aseguró Cristina Kirchner hacia el final del texto, en el que apuntó con dureza a Javier Milei y repasó los vaivenes del partido desde la recuperación de la democracia, con cuestionamientos al menemismo, elogios a sus gobiernos y al de Néstor Kirchner, y una breve crítica al de Alberto Fernández, del que formó parte: “El peronismo se torció y se desordenó”.

Como contó Clarín, una vez que Wado de Pedro, Juliana Di Tullio y Mayra Mendoza activaron la movida para concretar el involucramiento de la ex presidenta en la disputa partidaria su postulación cosechó apoyos de dirigentes no tan cercanos y también resistencias y silencios. Ricardo Quintela, el gobernador riojano anotado en la pelea, transmitió su molestia por la forma y por el momento mantiene su plan. Axel Kicillof se enteró en México por las redes sociales y a su regreso al país hizo silencio, del mismo modo que el resto de los mandatarios peronistas y la CGT.

No podemos estar más de acuerdo con la unidad. Esperamos la convocatoria para debatir entre todos la mejor solución para el peronismo. Hay que juntarse, poder hablar y estar todos representados”, se limitaron a decir en La Plata. Entrada la tarde del lunes, Kicillof no había recibido ningún llamado del Instituto Patria: “Seguimos enterándonos de todo por Twitter”.

En paralelo a la publicación de la carta, Cristina tenía prevista una reunión con Insfrán. El presidente del congreso nacional del PJ le había transmitido su apoyo para conducir el partido, lo que comenzó a tomar forma en un encuentro de la ex mandataria con el formoseño José Mayans, Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti.

En esas charlas avanzaron con la idea de armar una mesa de conducción, integrada por los gobernadores, senadores, diputados, representantes de la CGT y los movimientos sociales, para discutir los posicionamientos del peronismo sobre diversos temas, desde el Presupuesto que arrancará a debatirse esta semana a la deuda pública, el financiamiento universitario, las jubilaciones, la seguridad o las relaciones laborales.

“Debemos aceptar que nada está grabado en piedra y que todo debe ser repensado y discutido”, insistió Cristina. “Todo esto sirve si hay una visión amplia y con autocrítica y amplia. Ella del peronismo tiene un paquete importantísimo, pero con eso no alcanza”, matizó uno de los dirigentes que empuja su postulación.

“También quiero debatir en unidad. Creo, igual que Cristina, que acá no sobra nadie y también mi proyecto es el de conducir un proceso de unidad, con todos adentro. Le creo a Cristina y por supuesto creo en mis propias convicciones”, posteó Quintela al caer la tarde, y ratificó que sostiene su propósito de presidir el PJ. Los alineados con la ex mandataria descuentan que antes del cierre de listas, previsto para el 19 de este mes, habrá acuerdo para una lista de unidad.

“Tenemos que estar todos, para mostrarle al pueblo argentino que podemos resolver nuestras diferencias. La respuestas tienen que ser políticas, no personales. Nadie puede estar afuera. Ni Kicillof, ni Máximo, ni Juan ni Pedro, para decirle a las otras fuerzas políticas ‘mirá, acá estamos’”, dijo Mayans a Clarín.

Cristina Kirchner cerró la carta en esa dirección, cuando pidió “concebir” al peronismo como el “instrumento que debe dar el primer paso” para reagrupar a “todas las fuerzas políticas y sociales” detrás de un programa de gobierno en contraposición al modelo encarnado por Milei.

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