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23 noviembre, 2024

Adrián Suar y Paz Vega, exquisita conexión en Netflix y más proyectos

Con cierto aura familiar, pero sin la confianza de los años, evocan a la distancia anécdotas compartidas. Y aún en distintos hemisferios, la cercanía entre Adrián Suar y la actriz española Paz Vega -protagonistas de No puedo vivir sin ti, comedia romántica de Netflix que estrenó el viernes 16- legitima su conexión en dupla.

“Nos mirábamos y nos reíamos. Hubo una conexión real bonita”, coinciden en ambas orillas, el también productor y su colega andaluza de historial hollywoodense.

En esa complicidad probada, el matrimonio en la ficción dirigido por Santiago Requejo, se bate a duelo y carcajadas en una trama que gira en torno a la nomofobia: miedo irracional a permanecer un intervalo de tiempo sin el teléfono celular.

“Es algo muy universal y lo tratamos con humor. Porque la medicina siempre entra mejor con azúcar, como decía Mary Poppins”, cita la actriz de Rambo: Last Blood y Spanglish, sobre el filme situado en Bilbao y alrededores como frente de batalla. Una que tiene a su protagonista (Suar, interpretando a un ejecutivo de empresa) contra las cuerdas cuando domar su adicción al celular y todo lo que eso representa, lo pone a prueba amenazando su matrimonio.

Suar y Vega son marido y mujer en la comedia recién estrenada. Fotos NetflixSuar y Vega son marido y mujer en la comedia recién estrenada. Fotos Netflix“Trabajar con estos dos monstruos ha sido un regalo y una experiencia. Fue difícil dirigirlos porque lo que veía estaba muy bien. Sus trayectorias hablan y son polifacéticos tanto en la comedia como en el drama”, suma Requejo -también en el guion, con José Gabriel Lorenzo- sobre la coproducción argentino-española que completa elenco con Eva Santolaria, Ramón Barea, Clara Alonso y Álex Adróver.

“Paz justo terminaba de rodar algo y cuadraron las fechas de manera orgánica. Feliz de que se pudiera dar con los dos”, agrega su director.

-¿Fue un hallazgo coincidir con Paz y que no estuviera arriba de un avión o filmando afuera?

-Suar: Estaba feliz cuando Santi me dijo. Luchamos mucho por Paz. Porque había que cuadrar la agenda de ella. Que podía, que no podía. Pero en nuestra cabeza siempre fue ella. Por todo lo que representa en España, su historia. Por la admiración personal que le tengo, por lo bonita y tan buena actriz y persona. Tan fácil, tan directa. Una artista muy honesta. Con esa sonrisa tan linda que tiene…

«Luchamos mucho por Paz», le dijo Suar a Clarín. En el filme, también es productor.-Vega: Me da hasta vergüenza, jajaja. Me llegó el guion cuando estaba rodando mi película (Rita) y me encantó su historia súper bien escrita, los puntos de comedia perfectamente apuntados. Ya cuando me dijeron que era Adrián Suar, dije: ¿Perdona? Lo hago sí o sí. Hago el hueco tenga o no lo tenga… Y así fue.

-¿Argentina no había estado en tu radar hasta este momento?

-Vega: En mi radar está, pero no he tenido la oportunidad. Hasta hice una serie en Netflix donde hacía de argentina. Estoy loca por trabajar allá como algo pendiente. Me pasa con Argentina y Colombia. Con la de amigos que tengo y gente que admiro y no se ha dado… Pero ya hemos entrado en conexión.

-Suar: A Paz ya le dije… Estoy preparando algo para traerla a la Argentina a hacer una película. Hay que ver su agenda y si le gusta.

-Vega: Me gustará… Ya te lo digo yo, jaja.

-Suar: Ella es una actriz que puede tener buen feeling con colegas argentinos, siento que puede tener buena conexión.

Paz Vega, la actriz de Paz Vega, la actriz de «Lucía y el sexo», se reconoce como «muy payasa».-¿Cómo la de ustedes?

-Vega: A nosotros nos pagan porque haya química, ésta es la magia. La haya o no la haya. En este caso, la había de verdad porque había un buen rollo. Nos mirábamos y nos reíamos porque hay conexión real bonita. Pero nos pagan por eso.

-Suar: Esa es una definición extraordinaria, de una actriz de trayectoria. Porque es cierto, nos pagan. Hay veces que hay que actuarla y otras sucede naturalmente.

Suar y Vega: feeling

-¿Es habitual generar ese feeling en dupla?

-Vega: Depende, a veces sí. Yo he tenido suerte con mis partenaires y soy una persona que me adapto a todo. Considero que no soy nada conflictiva y creo que mi nombre, Paz, me hace justicia. Pero es verdad que, a veces, ha tocado algún compañero o compañera así… Pero eso no se dice para nada. No siempre es tan agradable ni tan divertido como ha sido esta película.

-Suar: Además ella es una andaluza muy honesta y directa. Entonces cuando tenés una actriz que lo que piensa te lo dice, se hace todo más fácil.

Carlos, el personaje de Suar, se anota para hacer terapia y tolerar la ausencia de su teléfono móvil.Carlos, el personaje de Suar, se anota para hacer terapia y tolerar la ausencia de su teléfono móvil.-Este año, la actriz Maggie Civantos (dupla protagónica con Suar en el filme “Jaque mate”) mencionaba que aprendió mucho del timing actoral con Adrián. ¿Se encontraron en el idioma de la comedia?

-Vega: Me sentí muy a gusto y muy libre. A mí también me gusta mucho la comedia y mis primeros trabajos lo han sido. Soy muy payasa. Creo que todo lo seriota que soy en la vida, porque en el fondo soy tímida y todo eso, con personajes así me desinhibe mucho. Y tener delante a un maestro como Adrián, que es matemática pura, es un gustazo. A veces, había que decir: vamos a aflojar… Porque somos un poquito extremos.

-Suar: ¡Es muy payasa Paz! Y la gente la conoce, pero seguramente es un rasgo de ella menos explotado. Y algo de eso quiero traer a la Argentina para que lo haga. La verdadera Paz.

La película se rodó en Bilbao, España.La película se rodó en Bilbao, España.-En materia de adicciones, la del celular es casi moneda corriente de hoy. ¿Poner la lupa en algo tan universal los llevó a revisarse de reojo?

-Suar: Santi dio en la tecla con la historia del teléfono porque es mundial y todos lo padecemos, en mayor o menor medida. Algunos nos vamos automoderando. Yo lo hago. A veces me doy cuenta que está de más y lo dejo. Hay lugares a los que salgo sin el celular.

-¿También hacés el ejercicio, Paz?

-Sí, lo hago. Llevo dos años en una especie de pseudo dieta, de autocontrol. Porque además tengo 3 hijos adolescentes y quiero dar el ejemplo. A partir de una hora de la noche ya no agarro el teléfono y jamás duermo con él dentro de la habitación. Redes uso mucho menos que hace dos años. Intento que sea una herramienta y no una forma de vivir. El problema es que ya es una manera de vivir… y ése es el horror. El miedo a aburrirse, tenemos un miedo atroz.

Paz Vega en una foto del viernes, en el Festival de Locarno, donde presentó su debut como realizadora, Paz Vega en una foto del viernes, en el Festival de Locarno, donde presentó su debut como realizadora, «Rita». Foto EFE -Además, pienso en el círculo vicioso de trabajar y no lo veo tan lejano a una profesión como la de ustedes. ¿Les cuesta activar el modo avión en la cotidianeidad?

-Suar: A mí me cuesta, pero lo hago. No soy tan estricto como Paz, pero me gustaría. Lo voy dejando, es un problemón estar tan atrapado viendo cosas que ni te interesan. Pura neurosis.

-Así como hay gente que critica repeticiones en algún papel tuyo, también está la fidelidad del que espera ese lenguaje tan particular con tu sello. ¿Tomás todos los comentarios a la hora de elegir o pensar proyectos?

-Suar: Sí, siempre pienso en el público. Obviamente he tenido personajes que he estado mejor, peor y uno no es monedita de oro para agradar a todo el mundo. Pero trato de gustarle a la gente. La comedia está más menospreciada o dicen que es un género que es parecido, pero es muy difícil hacer reír, como llorar.

-Vega: Yo leo algo y me tiene que llegar. Sea un personaje o proyecto grande o pequeño. También me fijo en cosas tan banales como el presupuesto, porque al final esto es un negocio y yo vivo de esto. Hay muchos factores. Lo primero, la base, es el guion.

Pero el reciente filme no es la única vidriera al mundo que se abre paso para el protagonista de Felicidades. Con un pie en España y la intención de seguir abriendo ventanas, Suar proyecta el desembarco de Votemos, obra teatral que lo tiene como productor junto a Preludio y de sus más recientes conquistas de la cartelera porteña. “Seguramente haremos ésa con Santi (Requejo) y alguna otra obra que estamos viendo estrenar en España y en la Argentina”, anticipa el productor 360.

Adrián Suar con Griselda Siciliani en Adrián Suar con Griselda Siciliani en «Felicidades». El planea llevar otras obras de teatro a España. Foto Archivo Clarín-¿Tenés planes de asentarte a largo plazo en España?

-Suar: No… Ir y venir. No sé si como actor, que también me gustaría. Pero sí producir, hacer cosas que tengo pensado.

-Paz, este año te estrenás como directora de tu primera película (“Rita”) mientras Adrián ya lo viene haciendo en cine (“30 noches con mi ex”) y con intenciones de repetir. ¿La mirada 360 del trabajo es algo que comparten?

-Vega: Crear una historia es un superpoder. Llevo 25 años como actriz, pero lo que he sentido detrás de la cámara no tiene nada que ver. Es otro mundo y una ventana que se ha abierto. Algo que ya ha nacido en mí y no le voy a poder escapar. Ya estoy escribiendo mi siguiente guion, que espero dirigirlo más pronto que tarde.

-Suar: Dirigir es un viaje de ida. Es difícil dar marcha atrás. Y para un actor que hace el paso a la dirección, no se vuelve nunca más.

-A esta altura del partido, ¿la búsqueda sigue siendo que les vaya bien o pasa por otro lado?

-Suar: Siempre es un desafío estrenar algo nuevo, pero es una mezcla de todo. El proceso creativo y que estés medianamente contento, orgulloso y te veas reflejado con algo que te representa es un punto. Que le guste a la gente siempre es un mimo.

-Ya trascendió tu tributo este año en los Martín Fierro por tu aporte a la ficción. ¿Es otro mimo para vos? Sobre todo después de los últimos años de tanto remo, casi como el último soldado de la pantalla…

-Suar: Sí, muy contento y muy agradecido porque son muchos años de historia. Siempre un homenaje me parece divino. Ahí voy a estar.

POS

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