A través de un comunicado, Aerolíneas Argentinas informó este martes que avanzará en una demanda contra los gremios de pilotos y tripulantes por «los perjuicios ocasionados», tras el paro salvaje realizado el pasado viernes tanto en Aeroparque como en Ezeiza y que dejó a miles de pasajeros sin poder volar. En ese sentido, indicó, también iniciará acciones para echar a Pablo Biró del directorio del gremio de pilotos.
La aerolínea de bandera señaló a Biró (pilotos) y Juan Pablo Brey (tripulantes) como responsables de la medida «abusiva e ilegal». Se trata de las llamadas asambleas informativas de la semana pasada, que en la práctica fueron «paros encubiertos», apuntan. De acuerdo a Aerolíneas, esta decisión le causó «pérdidas por más de dos millones de dólares, principalmente por el lucro cesante de la operación y por los reclamos de los pasajeros perjudicados».
El polémico sindicalista Pablo Biró.En el caso de Biró, comunicaron, «implica una responsabilidad mayor por formar parte del Directorio de Aerolíneas Argentinas», al afirmar que los paros encubiertos de la semana pasada actúan en contra de los intereses de la compañía. Para ello, toman el artículo 59 de la Ley General de Sociedades para pedir que el gremialista sea expulsado al indicar que es responsable «ilimitada y solidariamente, por los daños y perjuicios que resultaren de su acción u omisión».
Según revela Aerolíneas, la salida de Biró es un pedido expreso del gobierno a través de la Secretaría de Transporte, accionista principal de la compañía. «Se tomarán las acciones necesarias para iniciar el proceso de expulsión de dicho órgano», anticipa.
Además, adelantaron que comenzaron con los descuentos a más de 400 empleados, entre pilotos, copilotos y tripulantes, por «incumplir con sus tareas y afectar la programación de vuelos de la compañía». «Estos descuentos son de un promedio de 150 mil pesos por día para pilotos, y de 50 mil pesos por día para tripulantes», exprsaron desde la empresa.
Aeroparque fue un caos el último viernes. Foto: Guillermo Rodríguez AdamiEl paro del viernes pasado afectó más de 150 vuelos y 15 mil pasajeros tanto en Aeroparque como en Ezeiza. La medida de fuerza de los pilotos empezó a las 5 de la madrugada y se extendió hasta las 14. Desde Aerolíneas le dijeron a Clarín que los pasajeros debieron ser acomodados en los vuelos posteriores y en 14 vuelos especiales que se crearon por fuera de la programación original para atender la demanda.
A partir de esta medida es que el Gobierno avanzó con declarar al transporte aerocomercial como servicio esencial. ¿En qué consistiría que los vuelos pasen a ser un servicio esencial? Desde Capital Humano dijeron que el abanico podría ir desde una negociación directa entre la empresa y el gremio hasta establecer un piso mínimo de servicios a cumplir.
«Si se ponen de acuerdo con una guardia de servicios y éstos se cumplen, quizás sea suficiente. Ahora, si insisten en comportarse como adolescentes, entonces se les va a aplicar un porcentaje mínimo de servicios que tienen que cumplir, que podría ser un 70% de lo que se vuela en una jornada normal», detallaron.
Desde el gobierno explicaron que dada la importancia estratégica de este sector para la «conectividad, el comercio y el transporte de pasajeros», el decreto reglamentario establecerá medidas para «garantizar un nivel mínimo de servicios ante conflictos laborales que puedan interrumpir total o parcialmente las actividades».
«Esta acción se estableció luego de constatarse que, tras el paro realizado el viernes por los gremios del sector aerocomercial APLA y APA, no se garantizaron servicios mínimos que deberían preverse en el marco de la esencialidad prevista en el Artículo 2 de la Ley 17.285», afirmaron desde Capital Humano.
«No es posible que todos los argentinos estén poniendo plata para sostener a Aerolíneas y que vengan los pilotos, que ganan 70 veces más que todos y computan su horario de trabajo desde que se suben al remís para ir al aeropuerto y se zarpen de esta manera. De modo que ahora les vamos a declarar el servicio como esencial», agregaron las fuentes del ministerio.
Cancelaciones en Ezeiza el pasado viernes. Foto: Luciano ThiebergerLa medida la había adelantado Fabián Lombardo, presidente de Aerolíneas Argentinas. «Es una conducta que no entendemos. Tuvimos 15 días de asambleas donde principalmente el gremio de pilotos a través de su cabeza que es Biró las establecía, nosotros programábamos y después la cambiaban», se quejó el titular de Aerolíneas Argentinas.
«El problema es de los gremios, no pueden hacer este paro salvaje, no están entendiendo que la Argentina ha cambiado. Piden 70% de incremento. Los pilotos acá tienen salarios adecuados y beneficios enormes para ellos que no existen en la industria. No están entendiendo. Esto era una negociación que la estábamos llevando adelante e intempestivamente salieron con este paro», apuntó en diálogo con radio Mitre.
La advertencia de un sindicalista: «Si no nos dejan realizar paros, vamos a ir a la casa de los funcionarios»
La semana pasada, en la previa del paro, el titular de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano, había remarcó que evalúan trasladar las protestas a los domicilios de los funcionarios en caso de que se apliquen restricciones a las medidas de fuerza.
«Nosotros obviamente que todo lo que sea bajo ley lo tenemos que acatar, pero buscaremos otra forma de protestar. Si la idea es no molestar al pasajero, no molestaremos pero sí a los directivos de la empresa», sostuvo el jueves pasado en una entrevista con El Destape Radio.
Fue en la previa del paro que finalmente se concretó el viernes. Llano remarcó que apuntarán contra funcionarios del gobierno y directivos de las empresas. «Vamos a usar todo lo que dé el ingenio para seguir reclamando», reafirmó.
El sindicalista, secretario General del gremio y férreo defensor de Cristina Kirchner, ya había tenido una serie de intervenciones polémicas durante el debate por la Ley Bases. En aquella ocasión había amenazado con escrachar a los senadores que votasen a favor de la norma cada vez que viajen por Aerolíneas Argentinas.
«Hay que hacerle sentir presión a los senadores. Vamos a explicarle a los pasajeros con quien están viajando cada vez que viaje un senador de estos, que está traicionando los mandatos populares», planteó en aquel momento el sindicalista, que lleva 20 años al frente de APA.