La ley no escrita del fútbol asegura que Argentina, Brasil, Italia y Alemania son los “cuatro grandes” a nivel Selección. Habría que agregar a Uruguay, doble campeón mundial allá lejos y hace tiempo. A España, que celebró en Sudáfrica 2010 y tiene dos Europeos. Y por supuesto a Francia, campeón en Rusia y finalista en Qatar. El resto de la FIFA acompaña y de vez en cuando hay alguna sorpresa.
Tres de los “big four” están en serios problemas. Alemania acaba de tirar por la ventana a su técnico Hansi Flick. Italia tuvo que nombrar de urgencia a Luciano Spaletti luego de que Roberto Mancini renunciara seducido por el oro árabe. Brasil tiene a Fernando Diniz, entrenador de Fluminense, sentado en el banco de forma interina mientras espera a Carlo Ancelotti, en un giro impensable. En España, Luis de la Fuente casi es arrastrado por la “ola Rubiales” pero permanece en el cargo. Didier Deschamps ya cumplió más de una década al frente de Francia luego de éxitos clamorosos y algunas turbulencias fuertes.
La espalda de Lionel Scaloni es anchísima. Por ahora porque nunca se sabe. Y Marcelo Bielsa acaba de comenzar su gestión en Uruguay.
Hansi Flick fue goleado por Japón (el mismo que lo eliminó del Mundial) y fue despedido. Foto: EFEEs decir, hay temblor en la mayoría de las selecciones de peso real, cuando el Mundial 2026 está más cerca de lo que parece.
El sábado, Alemania perdió 4-1 de local un amistoso con Japón. Se reitera, con Japón, cono todo el respeto que merece Japón. No fue tolerable para la Federación. Voló Flick y la Mannschaft está acéfala.
El director de selecciones, el recordado ex goleador Rudi Völler tomó decisiones rápidas y ahora comenzó el debate sobre la sucesión. Julian Nagelsmann aparece en la pole position aunque Jurgen Klopp y Thomas Tuchel siempre aparecen como candidatos. Hay razones para colocar a Nagelsmann delante de los otros: es el más joven, de apenas 36 años y fue bicampeón de la Bundesliga con el Bayern Munich en los últimos dos años. Sin embargo, el club bávaro lo cesó en marzo. Nagelsmann había llamado la atención con el Leipzig cuando puso tercero y subcampeón al equipo en 2019-20 y 2020-21. No sería extraño que Völler le de la oportunidad.
¿Por qué echaron a Flick? Basile sobrevivió tras el 0-5 con Colombia hace tres décadas. Maradona se mantuvo pese al 1-6 con Bolivia en las Eliminatorias de 2010. Pero era Maradona. Flick no pudo responder el 1-4 con Japón pero, además, sumó la cuarta derrota en los últimos cinco partidos. Alemania será anfitriona de la Eurocopa 2024. Hoy, el equipo es impresentable. Y Flick pagó los platos rotos aunque los germanos vienen arrastrando fracasos rutilantes. No llegaron a los cuartos de final de los últimos tres Mundiales. Demasiado.
Un italiano para Brasil: se acerca Carlo Ancelotti. Foto: AFPLa prensa europea habla de mala relación entre algunos jugadores y el técnico. Manuel Neuer, el arquero y capitán había salido a defenderlo en las derrotas recientes. Pero otros, en el famoso “off the record” con los periodistas se burlaban del coach. Contaron que una vez les pasó un video de un vuelo de gaviotas para convencerlos de cómo se trabaja en equipo. Los alemanes no entienden de sutilezas.
Brasil tendrá a un entrenador no brasileño. Lo confirmó en julio Ednaldo Rodrigues, titular de la CBF cuando avisó que Ancelotti “asumirá a partir de la Copa América” y hasta entonces nombró a Diniz, responsable del Flu “porque tiene un estilo de juego parecido”. Se rompe una constante de más de 60 años porque Brasil ya tuvo técnico extranjero: Filpo Núñez, argentino, dirigió solo un amistoso ante Uruguay en 1965.
La llegada de Ancelotti a Brasil tiene otra consecuencia: Real Madrid debe buscar entrenador. El Madrid no es una Selección, pero está casi a esa altura. Lindo “problema” para Florentino Pérez que puede elegir con comodidad: ¿quién le diría no al Madrid?
Roberto Mancini fue una gloria del Calcio como futbolista de Sampdoria y Lazio. Como técnico condujo a Fiorentina, Lazio, Inter, Manchester City, Galatasaray y desembarcó en la Nazionale que no se había clasificado a Rusia 2018. Fue campeón de la Eurocopa 2021 venciendo por penales a Inglaterra en Wembley, pero quedó afuera del Mundial 2022 eliminado por Macedonia. Duro golpe para Mancini quien tenía contrato hasta 2026. Sin embargo renunció el 13 de agosto con explicaciones poco convincentes como cansancio, fin de ciclo, necesidad de recambio y varios etcéteras El 27 de agosto asumió como entrenador de Arabia Saudita. El viernes debutó con derrota por 3-1 con la Costa Rica a cargo de Claudio Vivas.
Saudi Arabia’s Italian coach Roberto Mancini reacts during the international friendly football match between Saudi Arabia and Costa Rica at St James’ Park in Newcastle-upon-Tyne, northeast England, on September 8, 2023. (Photo by Oli SCARFF / AFP)Italia hizo lo más obvio. Para nombrar a su sucesor llamó al técnico del último campeón: Luciano Spaletti quien tras lograr el scudetto con Napoli quiso tomarse un año sabático. La necesidad lo sacó de las vacaciones y ahora debe clasificar a la Azzurra a la Euro 2024.
España fue campeón en 2010, en Sudáfrica. Con Del Bosque, sucesor de Aragonés, en el banco y la base del mejor Barcelona. No pasó fase de grupos en Brasil 2014 ni los octavos de Rusia 2018 y Qatar 2022. Fue el final de Luis Enrique y el desembarco de Luis de la Fuente, quien tiene vasta experiencia en juveniles. Sin embargo, estuvo en duda porque se temía que el desastre de Rubiales (que renunció este domingo a la RFEF) que provocó el despido de Vilda en el equipo femenino lo arrastrara a él y lo dejara sin el mando de La Roja. Sobrevivió.
Uruguay estrenó ciclo con Bielsa con un éxito rotundo ante Chile con el 3-1 en el Centenario. Por ahora, su único problema es lidiar con la prensa que le reclama por las ausencias de Cavani y Luis Suárez. Bielsa no se inmuta. Dio a entender que no son convocables pero también dio señales de que el recambio generacional es imprescindible.
Bielsa es Celeste y arrancó con el pie derecho. Foto: AFPQueda Argentinas entre los “Big 4”. Scaloni descansa. Es campeón mundial. Y tiene a Messi, todavía.