Se ve diferente el estadio principal del Buenos Aires Lawn Tennis. El court Guillermo Vilas luce una nueva tribuna tubular, que se instaló arriba de la platea este y que llevó la capacidad total del recinto a casi 6 mil personas, previendo una gran convocatoria de público para el Argentina Open 2024. Es que esta edición del certamen, que este lunes comenzará a disputar su cuadro principal, es una de las más atractivas de los últimos años, si de nombres propios se habla. Y basta un dato para corroborarlo: por primera vez desde 2010, habrá tres campeones de Grand Slam en el main draw: Carlos Alcaraz, Stan Wawrinka y Marin Cilic.
Es cierto que de ese trío, solo el murciano, número dos del mundo y máximo favorito, está en su mejor momento; pero el suizo, 57° a sus 38 años, y el croata, 1042° y uno de los invitados de la organización, prometen atraer a los fanáticos por su simple presencia en un torneo que contará, además, con seis jugadores del top 30 y nueve ubicados entre los mejores 50 de la clasificación.
Hacía 14 años que el ATP porteño no recibía a tantos ganadores de Majors. En aquella edición de 2010 jugaron sobre el polvo de ladrillo del BALTC Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyá y Gaston Gaudio. El Mosquito, campeón de Roland Garros 2003, retirado en 2012 y actual entrenador de Alcaraz, fue uno de los grandes protagonistas: llegó como segundo favorito (estaba 22° en el ranking) y alcanzó la final, en la que cayó ante su compatriota David Ferrer.
Moyá, que conquistó el «grande» francés en 1998, volvía de un parate de casi un año por una lesión en la cadera. Recibió una wild card (se ubicaba 507° en la clasificación mundial) y cayó en segunda ronda ante Horacio Zeballos. Nueve meses más tarde, anunció su retiro. Y Gaudio, campeón en París en 2004, también ingresó al cuadro gracias a una invitación (estaba 174°) y se despidió en el debut ante Cebolla. Fue el último main draw que jugó a nivel ATP, aunque recién colgó la raqueta oficialmente en 2011.
En los últimos años, hubo cuatro ediciones con campeones de Grand Slam en el cuadro. Las de 2015 y 2016, que disputó Rafael Nadal, por entonces dueño de 14 coronas «grandes» (hoy tiene 22). El español, máximo favorito en ambas ocasiones (estaba top 5), se consagró en su primera participación y alcanzó las semis en la segunda.
En 2022, se presentó Juan Martín Del Potro, campeón en Nueva York en 2009, quien fue invitado por los organizadores para volver a las canchas tras casi tres años. El tandilense -que no jugaba desde junio de 2019 por el recurrente problema en su rodilla derecha- tuvo su despedida ante su público en un emotivo partido que perdió con Federico Delbonis por la primera ronda.
Y el año pasado, Alcaraz desembarcó por primera vez en Buenos Aires como vigente campeón del US Open y máximo favorito, y terminó levantando el trofeo. El murciano, que tiene ahora también en sus vitrinas el trofeo de Wimbledon 2023, está hoy ante un escenario similar al de la pasada edición y es el gran candidato a llevarse el tradicional mate del ganador.
Wawrinka y Cilic, en tanto, llegan en momentos diferentes.
El suizo, oro olímpico en dobles junto a Roger Federer en Beijing 2008, ganó tres «grandes» en pleno apogeo del Big 3 (lo que hace aún más impresionante esas consagraciones), el Australian Open 2014, Roland Garros 2015 y el US Open 2016. Dos cirugías en su rodilla izquierda en 2017 y dos en su pie izquierdo en 2021 no lo dejaron competir con regularidad en los últimos años. Resiliente, fue recuperando su nivel y, a un mes de cumplir 39, es el más «veterano» del top 100 y sigue dando pelea.
Wawrinka en un entrenamiento en el BALTC. Foto Twitter @ArgentinaOpenJugará por cuarta vez en Buenos Aires, tras sus presentaciones de 2011, 2012 (semis en ambas) y 2013 (final), cuando aún no había conseguido su primer Major.
El croata, campeón en Flushing Meadows en 2014, viene de un 2023 de pesadilla. Tras arrancar el año en el top 20, sufrió una grave lesión en la rodilla derecha durante un entrenamiento en el torneo de Pune, en la primera semana de la temporada. Tuvo que pasar por el quirófano y necesitó 12 meses para recuperarse (tuvo un regreso fallido en Umag, en julio). Con 35 años, disputará por primera vez el torneo porteño, en el que se había anotado en 2018, pero terminó bajándose por lesión.
Cilic tiene una conexión especial con el tenis argentino, lo que hace más atractiva su presencia en el BALTC por estos días. Porque fue uno de los integrantes del equipo que perdió la final de la Davis 2016 en Zagreb, en la que el seleccionado albiceleste consiguió la Ensaladera de Plata por primera vez.
Además, porque hizo una carrera paralela a la del Del Potro. Nacieron con cinco días de diferencia, compartieron cancha desde juniors y forjaron una linda amistad. Y el destino les marcó caminos muy parecidos: los dos de 1,98 de altura y con poderosos drives, llegaron al 4° lugar del ranking y ganaron sus únicos «grandes» en Nueva York.
Tres top 20 y un trío de argentinos entre los máximos favoritos
Si la presencia de esos tres campeones de Grand Slam no termina de seducir al público, quizás lo haga el cuadro altamente competitivo que tendrá el certamen porteño, que sigue soñando con llegar algún día a ascender de categoría (pasar de 250 a 500, oportunidad que perdió a fines del año pasado).
Detrás de Alcaraz en la lista de favoritos, aparecen otros dos jugadores del top 20. El británico Cameron Norrie, 19°, finalista el año pasado y entrenado por el argentino Facundo Lugones, y el chileno Nicolás Jarry, 20° y en el mejor momento de su carrera.
La vista del court Guillermo Vilas desde la nueva tribuna del estadio principal del BALTC. Foto Twitter @ArgentinaOpenEntre los ocho primeros preclasificados figuran, además, Francisco Cerúndolo (22°), Sebastián Báez (26°) y Tomás Etcheverry (29°), los argentinos mejores rankeados y jóvenes grandes talentos. Y con el serbio Laslo Djere (35°), el francés Arthur Fils (36°, 19 años y una de las revelaciones de la pasada temporada) y el austríaco Sebastian Ofner (38°), jugarán en el BALTC nueve de los mejores 50 del mundo.
Con ese nivel de cuadro, los organizadores apostaron grande y decidieron aumentar la capacidad del estadio principal del club de Palermo. Con la tribuna tubular que se instaló de manera transitoria (con butacas, no tablones, para más comodidad del público), se sumaron 850 asientos, lo que llevó el aforo total a 5.750 personas.
¿Lo negativo? El alto costo de las entradas, que triplicaron (y más) los valores del año pasado. Para ver los encuentros de la jornada nocturna de este lunes, por ejemplo, la más barata (en esas nuevas gradas) cuesta 15 mil pesos. Pero si se quiere presenciar la final del domingo, habrá que desembolsar al menos 52 mil (con los tickets más caros en 275 mil).
Tres campeones de Grand Slam -en momentos diferentes de sus carreras, pero igualmente atractivos para los fanáticos- y un grupo de raquetas talentosas, las atracciones de un Argentina Open que promete tenis del bueno en un escenario que se preparó especialmente para la ocasión.
Los partidos de la primera jornada
Tres argentinos y dos campeones de Grand Slam saldrán a la cancha en el arranque del cuadro principal del Argentina Open.
La acción de la sesión diurna abrirá con el choque entre Facundo Díaz Acosta, 95° y uno de los invitados de la organización, y el alemán Daniel Altmaier, 52°, que se jugará a las 13.30. A continuación saltarán a la cancha Marin Cilic, otro que ingresó gracias a una wild card, y el serbio Laslo Djere, séptimo cabeza de serie.
No antes de las 18.30, Stan Wawrinka, 57°, y Pedro Cachin (73°) le levantarán el telón a la sesión nocturna. Y no antes de las 20, Tomás Etcheverry, sexto favorito, irá por el pase a octavos de final ante el español Roberto Carballes Baena, 65°.
Todos los partidos serán televisados por TyC Sports.